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— Buenos días amor —
Cerré la puerta tras mi, antes de mirar a mi hermoso novio, sus mejillas toman color al igual que sus ojos.
— antes de que me lo digas, Liam está afuera, no vine solo—
Camine a el manteniendo flores en mis manos.
— Aún así no me gusta que estés afuera—
Buffe dejando el lindo ramo de girasoles sobre el florero.
— Ya se amor, pero vale la pena arriesgarme un poco por ti—
Subí a la camilla mirando ese bello rostro, había estado en el hospital solo una semana y ya parecía estar bien, como si no tuviera una gran herida cosida en su abdomen de lado derecho.
— No digas esas cosas lindas —
Podía observar su sonrojo, cambiamos de papeles muy rápido, ahora yo hago que se sonroje, aun que solo es cuestión de tiempo para que el haga mis mejillas arder.
— Vine solo por qué te extraño, mucho, mucho—
Hice de mi rostro pucheros y ojos adorables, solo para recibir un beso, tan lento y suave que sonreí en el, extraño demasíado sus besos, los que alcanza a darme durante la visita no son suficientes.
— Debemos hablar y sabes de que—
Gruñi intentando recibir otro beso, pero fue negado con rapidez.
— Hazzy—
— Es importante—
Solté otro gruñido recibiendo pequeños besos en mis mejillas que me hicieron sonreír.
— bien, bien, lo haremos—
Murmure soltando risitas risueñas, adoro demasíado a mi novio, ya quiero casarme con el.
— Nunca me dices lo que sentiste el día que ocurrió está mierda—
Señaló su herida, Edward está preocupado por mi, y es que había estado evitando el tema, por qué cada que recuerdo ese cuerpo pálido y sin vida, no asoporto y comienzo a llorar.
— Creí que ibas a morir.... Y yo... Yo no podía hacer nada... Así que solo me estrese, me frustre y... Preocupe—
Baje la mirada a nuestras manos entrelazadas, recordando lo sucedido con dolor.
— Escuché como todo de mi se derrumbó... Y los recuerdos de nosotros haciendo el amor o hablando dulce por la mañana.... torturaron mi cabeza de forma horrible—
Suspire intentando no llorar, había sido demasiado para mí.
— Yo te amo demasiado.... Y ver tu carita toda fría y sin color.... Me destruyó... Creí que moriría contigo, no me imagino sin ti... No puedo imaginar mi vida antes de conocerte... No existe, era oscura y con dolor... Pero contigo todo es mejor—
Comencé a jugar con sus anillos, podía recordar la horrible sensación al mirar como Edward cerraba sus ojos y dejaba de escuchar.
— No podía con esa imagen —
—¿Que imagen?—
— ver a el amor de mi vida morir—
Subí mi mirada, observando el rostro sereno que portaba Edward, el me entiende y sabe lo que está ocurriendo conmigo, por qué me conoce, me conoce mejor que yo, sabe el dolor que senti al verlo en mal estado.
— El amor es una arma de doble filo...—
Frunci el ceño a las palabras de Edward, mirando su rostro ahora de vulnerabilidad.
— por qué pudiste salvarme, me salvaste, pero te lastimo verme casi muerto—
Suspire tomando las mejillas de Edward, acunando ese rostro estructurado, conectando nuestros ojos de forma íntima.
— Estoy dispuesto a recibir el filo de el amor por ti—
Mantuve el contacto visual acariciando su rostro moreteado, aún tenía esas marcas, pero se ve lindo, el siempre es lindo.
— No es la única vez que me harán daño, esto es solo el comienzo—
Se que lo dice para que esté conciente de lo que pueda pasar.
— No siempre podrás salvarme con tu amor y palabras lindas—
Pase grueso, no quiero volver a pasar lo mismo, no quiero verlo casi morir de nuevo.
— ¿Me amas?—
Su rostro sereno se convirtió en un ceño fruncido.
— si, Te amo —
— ¿Cuánto me amas?—
— Demasíado, eres por lo único que estoy aquí, Te amo mucho Louis —
— ¿tanto como para dejar la mafia?—
Al no recibir respuesta baje mis manos de su rostro, decepcionado, que estúpido fui al creer que el dejaría ese lugar por mi.
— La mafia es parte de mi, es mi todo Louis—
Baje mi mirada al sentir las lágrimas comenzar a picar mis ojos. Solo quiero que deje de estar en peligro, no quiero que muera antes de nuestra boda.
— Si la dejo.... No seré nadie y terminaría sin nada—
El habla de dinero, habla que la mafia es parte de el, por qué es su empleo, se quedaría sin siquiera un centavo, pero siempre existe la opción de comenzar de cero.
— No me importa tener que vivir bajo un puente, si tú estás conmigo —
Murmure comenzando hacer dibujitos imaginarios en las mantas. No me importa tener que caer el pobreza de nuevo, si voy a tener a Edward siempre.
— Lo que me pides es den...—
— No te estoy pidiendo nada. Solo quiero que demuestres el gran amor que según tu me tienes —
— Amor, saber que yo daría mi vida por ti, pero en verdad no puedo dejar esto, es una maldita cadena sin fin—
— No sigas—
Levanté mi rostro, observando los ojos de Edward.
— me queda claro que prefieres tu trabajo que a mi—
Me coloque de pie dispuesto a marcharme, pero sujeto mi brazo.
— Déjame al menos pensar amor, se que no quieres volver a pasar lo mismo, no quieres ver cómo me voy de tu lado. Pero sabes lo mucho que te amo—
— ahora no lo sé—
Sin decir algo más, camine a dirección de la puerta, sintiendo mi corazón crujir y mis ojos comenzar a ser amenazados por las lágrimas.
