una nueva manada

19/ ONE SHOT

Escucho las risas antes de poder ver a mis hermanos de manada; bajo las escaleras, metiéndome en un pasillo que casi nadie usa nunca y ahí los veo: Fermín, con su cabello atado en un moño flojo; Noé, de espaldas a mí; Carla, con la cara roja de vergüenza, con Pablo y Alejandro a sus lados.
Eric me ve antes que los demás y se hace a un lado, dejándome un lugar junto a él para que me siente en el suelo.
- ¿Qué pasa?- pregunto, Carla nos envió un mensaje pidiendo nos que nos viéramos aquí.
- Carla lo hizo.- me dice Noé, con lo que Carla se pone aún más roja.
Abro la boca, asombrada. Me pasan el teléfono de Carla, en la pantalla puedo ver cómo hay una persona con el cabello color verde fosforescente, aunque no se le reconoce.
Eric se ríe mientras desliza el dedo sobre la pantalla, dejándome ver a Félix, un líder de los importantes, el de mayor edad, con una sonrisa y el cabello verde.
Me río, no puedo creer que realmente lo hiciera. En cuanto Carlos se entere va a tener problemas.

- ¿Cómo lo hiciste?- le pregunto con sorpresa y admiración, aún con su teléfono en la mano.
- Le dije que era un tratamiento para el cabello.- se encoje de hombros.
Me río muy fuerte, junto con Ale y Fabiola.
- Cuando Carlos se entere...
- Ya lo hizo, por eso tardé tanto en enseñarles.
Hacemos un ruido general de dolor, debió ser algo feo.
- Bien, te toca.- dice Fabi, pasándole una botella de vodka.
Le devuelvo el teléfono a Carla antes de que haga girar la botella en el piso, en el centro del círculo que hemos formado, todos vemos como gira; hago una mueca cuando veo como la base apunta en mi dirección, levanto la mirada, buscando a la otra persona elegida. La tapa dice quien pone el reto, el fondo, quien debe cumplirlo.

Gimo en voz baja, cerrando los ojos.
- No puede ser...- susurro lastimeramente después de ver la sádica sonrisa de Fermín.
- Bueno, ¿qué quieres que diga tu lápida?- pregunta Pablo en fingido tono resignado. Los demás ríen, incluso yo río un poco.
- Veamos...- comienza Fermín, haciendo que el suspenso se alargue.- Carlos debe estar muy enojado justo ahora, ¿no, Carla?- ella asiente.
- Hola Dios, soy yo de nuevo.
Eric me da un codazo juguetón al escuchar mi susurro.
- Entonces... Quiero que hagas algo que enoje a Carlos.
- ¿Alguna especificación?- pregunto luego de gemir.
- Tienes 5 minutos para enojarlo, y no debe pasar de hoy. Y que sea algo con lo que te castigue como mínimo una semana.- sonríe, gesto que desde ahora odio de él.

Cierro los ojos, detestando mi mala suerte; también pienso rápidamente en que hacer para que se enoje, tengo una idea pero es una mala idea, trato de buscar otra opción pero las miradas que siento sobre mí me dificultan la tarea, al final abo los ojos, veo como algunos, como Fermín, me miran con una sonrisa, otros, como Alejandro, me ven como si ya se estuvieran despidiendo de mí, porque cuando alguien no puede o no quiere hacer un reto lo echamos, y ya no vuelve a jugar.
Tomo la botella y la destapo, bebo un gran trago que hace que la garganta me queme un poco.

- Busquen en dónde está Carlos, voy a necesitar algo.
Me levanto, saliendo del pasillo, y de casa.

...

Llego hasta una tienda cercana a casa.
- Buenas tardes.
- Buenas tardes, ¿qué vas a llevar?
- Me da una cajetilla de Malboro rojo por favor.
La mujer tras el mostrador se me queda viendo.
- No le vendo a menores.- habla con voz seria.
Mentirosa, la he visto venderle a niños más pequeños que yo.
- Señora, tengo 16, práctico fútbol y quiero ser astronauta, y no puedo hacer esas dos actividades si tengo cáncer de pulmón. Mi tía me mandó por los cigarros mientras saca su auto de mi casa para irse.
Me le quedó viendo a la mujer como diciendo, "que estúpida, yo nunca fumaría. Le estoy contando la verdad de mi tía". Ella me mira como si con eso pudiera hacer que le diga que soy una adicta.
- ¿De 14 o de 20?
- Mmmm.... No lo sé, deme de 14, por favor.- respondo algo insegura.
Después de eso le pago y salgo de ahí, guardandolos en mi bolsillo.