Asiento con la cabeza, las piernas me hormiguean, supongo que las de él deben estar entumecidas como mínimo.
— ¿Nos podemos levantar? — pregunto bajito.
Carlos asiente, me tiende una mano que tomo y me ayuda a parar, él se levanta de un solo movimiento, eso me sorprende, suponía que sería menos ágil. Poco a poco la sangre comienza a llegar a mis pies de nuevo. Me recargo contra la pared, me abrazo a mi misma por la cintura y bajo la mirada. Comienzo a hablar, bajito
— Bueno, una vez golpeé por accidente a Elena, una loba de la manada de Jaime, y se molestaron bastante, sobre todo Jaime; ellos, bueno, —trago saliva, dudo un momento mordiendome el labio— me dejaron claro que no debía volver a hacer algo así si quería seguir caminando. —digo con media sonrisa, quitándole un poco de brutalidad.— Y bueno, a mis padres no les gustaba enterarse que me peleaba.
— ¿Te han golpeado mucho en el pasado por tú haber golpeado, intencionalmente o no, a alguien más?
Ésta serio; el ambiente está tan tenso que parece sólido, intento aligerarlo, es mi culpa que estemos así.
— Bingouu! —veo que va a decir algo pero no quiero contar nada más, quiero que todo esto termine de una vez— No importa ¿vale? Fue hace mucho... — me callo justo a tiempo, iba a decir »Fue hace mucho y ya lo superé« pero está claro que no lo he superado, aunque antes de hoy creía que sí.— ¿Podemos continuar con la actividad o lo que sea por lo que hayamos venido aquí?
No responde, le miro y le sostengo la mirada por un minuto o dos, que parecen horas. Al final dice:
— Claro, continuemos.
Se gira un poco de forma que pueda mirarnos a todos pero no me da la espalda, las miradas van de él a mí.
— Dentro de nosotros viven dos conciencias: la humana y la animal; cuando estamos en nuestra forma humana, la conciencia humana predomina; cuando estamos en nuestra forma animal, la conciencia animal predomina, sin embargo no quiere decir que solo exista una, sino que una se impone sobre otra. Se puede llegar al punto medio, el equilibrio entre el humano y el animal, tanto física como conscientemente, es éste punto cuando somos más peligrosos: podemos ser tan salvajes como lo somos en nuestra forma lobuna, y tan astutos como lo somos en nuestra forma humana.— me sorprendo por lo que dice, no sabía que se podía llegar a un punto medio; lo de las conciencias ya lo sospechaba, no con las mismas palabras pero sabía que desde que me convirtieron había algo más dentro de mí, sabía que no solo había una loba adentro, sino algo más, como una especie de detonante que sacaba la forma física de la loba. Sospecho que los demás ya lo sabían, ninguno parece especialmente interesado o sorprendido, solo escuchan en silencio.— Bien, cachorros, está noche solamente dejaremos que nuestra conciencia, y nuestra forma animal salga. Siempre es bueno que salga de vez en cuando.
Siento de nuevo una especie de emoción que no es mía. Carlos se gira para quedar, de nuevo, frente a mí.
— ¿Sabes cómo convertirte? — pregunta en voz baja. Niego con la cabeza, avergonzada. —¿Confías en mí?
»No«, no quiero decírselo pero es que no confío en él, no quiero confiar en él. Me mira, ésta esperando una respuesta; asiento, un poco rígida.
— Cierra los ojos.— »¿Qué?« —Confía en mí.
Aprieto los dientes, con un malestar en el estómago cierro lo ojos; me siento indefensa y con náuseas, lucho contra el impulso que me ha mantenido viva durante años y que ahora me dice que abra los ojos.
Escucho, como si viniera tanto de dentro como de fuera de mi cabeza, un gruñido parecido al de un perro pero más salvaje, por alguna razón sé que no es amenazante, el gruñido parece retumbarme en el pecho; empiezo a sentir calor, primero en el pecho y después por todo el cuerpo, como si fluyera a través de mi sangre, el calor comienza a convertirse rápidamente en quemazón, cuando siento que no podré soportarlo más todo se pone oscuro por un momento.Veo a 9 lobos con ropa que les queda muy grande tratando de quitársela con el osico, unos lobos ayudan a otros. Me siento enredada,trato de caminar pero tengo las patas traseras dentro de algo raro y pesado y las patas delanteras se me doblan, caigo haciéndome algo de daño en el osico, me pongo de pie de nuevo, siento el cuerpo raro, como si fuera difícil mantenerme en pie, siento algo entre las patas traseras, algo que no reconozco. Me empiezo a pelear con la ropa, la muerdo y la jalo, giro, sacudo la cabeza con fuerza, logro hacer algunos agujeros y abrirlos pero ahora siento tiras en la cabeza y el cuello, intento quitar la ropa que tengo en las patas: la intento morder pero también muerdo mi pata. Levanto la mirada, un lobo más grande que yo viene hacia mí, no lleva ninguna ropa colgando y su pelaje es blanco con algo de café; cuando llega junto a mí me quedo quieta, con la cabeza un poco agachada y me echo en el piso, el lobo me olfatea la cabeza, levanto un poco el osico y le olfateo el cuello, algo en mis patas traseras se balancea; El Lobo muerde la tela y la arrastra hacia atrás de mí, salgo con brincos torpes. Me acerco a un costado de El Lobo, me siento feliz cerca de él, lo olfateo de nuevo: tiene un olor fuerte. Se gira y lo sigo, vamos cerca de los otros lobos, la ropa está en el piso y todos mueven la cola. El Lobo se sienta y yo me siento recargada en él, los otros lobos se acercan, unos caminando y otros con brinquitos; el Lobo gira la cabeza hacia mí y me da un empujoncito con la nariz que hace que me levanté y de unos pasos alejándome de él; un lobo café se me acerca trotando y con la lengua afuera, me echo en el piso, las orejas pegadas a la cabeza, y le gruño cuando le falta un poco para llegar junto a mí; otro lobo, café oscuro, se acerca, le gruño también, se acerca un poco más y le enseño los dientes, un fuerte gruñido detrás de mí hace que me calle, El Lobo me gruñó, los dos lobos se acercan lento, con la cabeza casi en el piso y por delante, uno me olfatea el costado, le gruño pero no se va y se acerca más, me giro y le muerdo en el osico, él también me muerde y nos lanzamos mordidas. Algo se mete entre nosotros y me tira, El Lobo está sobre mí y yo estoy tirada panza arriba, tiene su osico cerca de mi garganta, le enseño los dientes pero me gruñe, le lanzó una mordida pero me da una mordida en el osico, lloriqueo, me quedo echada, con la cabeza levantada; después de un rato apoyo la cabeza en el suelo, El Lobo, el Líder, me toca la garganta con la nariz y me da un lenguetazo, mi cola se balancea. El líder se quita de encima de mí y me paro lentamente; los lobos, todos, se empiezan a acercar de nuevo, lentamente, me echo en el piso, el Líder está no muy alejado, los lobos me olfatean un poco, después me empiezan a olfatear más de cerca, todos, lloriqueo asustada. Una loba gris claro me da un lenguetazo cerca del ojo, me olfatea la nariz y me acerco un poco a ella, aún muy cerca del piso, y le olfateo la oreja, me giro y empiezo a olfatear a los lobos, mi cola se balancea un poco.
Unos lobos se van y juegan con unos objetos que ruedan; otros se persiguen y juegan entre ellos. Algo se balancea de nuevo en mis patas traseras, miro y veo algo moverse pero desaparece y vuelve a aparecer, me giro y trato de alcanzarlo pero está muy lejos, corro pero es muy rápido, me caigo, el Líder me empuja suave de un costado y me da un lenguetazo en una oreja, sacudo la cabeza; el Líder va cerca de un auto y se echa sobre ropa que hay en el piso, brinco hacia él, quiero jugar pero no se levanta, le provoco pero no se levanta, me acerco otra vez y le muerdo jugando una pata, me muerde suave la cabeza, me giro y me alejo, me vuelvo a acercar y lo muerdo de nuevo, me vuelve a morder ye tiro con las patas hacia arriba, intento morderle el osico pero es rápido y me muerde una lata primero.
Juego con el Líder un rato largo, bostezo, tengo sueño, me acomodo echada a un lado de él y apoyo la cabeza en las patas delanteras, otro lobo se acuesta detrás de mi, su cola me golpea las paras un poco, los ojos se me cierran pero los vuelvo a abrir, bostezo de nuevo y me acomodo tirada de un lado, con las patas hacia el Líder, cierro los ojos y me duermo.
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una nueva manada
مستذئبDani encuentra una oportunidad de empezar de nuevo con una manada que podría convertirse en su familia, todo depende de si abandonará a su vieja manada y a su líder, quien la convirtió. Esta historia es de mi propia invención. Puede que use algunos...