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- Erik... por enésima ¡¡vez deja de probar lo que estoy cocinando!! - Charles se quejó molesto, mientras el hombre se cruzaba de brazos, visiblemente ofendido.

Luego de que Peter hubiese mejorado un poco su ánimo (sólo un poco), su hermano mayor se había mostrado más relajado, menos gruñón. Y de alguna extraña manera... más juguetón.
Lo molestaba con cosas tontas, como robarle la comida cuando no lo miraba, o metiéndose en sus labores sólo para fastidiarlo.

Quizás tenía demasiado tiempo libre, o quizás...

No.

Definitivamente era su tiempo libre y su extraño buen humor. No había alguna otra razón para que lo molestara de esa forma.

- Eres muy mezquino, Charles Xavier... -

Charles lo miró indignado.

- ¿Yo soy mezquino? Estoy cocinando para ti, y tu familia. Si eso no es generoso, no sé realmente qué lo es, jodido cabr-...

La carcajada que lanzó su enemigo, lo hizo callar.

- ¿De qué demonios te ríes? - Preguntó humillado.

Erik se acercó a él, aún sonriendo.

- Eres extrañamente lindo cuando te enojas. - Dijo, sonriendo con malicia.

El corazón de Charles bailoteó extrañamente en su pecho, y las palabras duras que aguardaban por salir hacía un segundo, de pronto se esfumaron.

- Tú... - Pensó cualquier cosa que pudiese decir. No quería que Erik pensara que lo dejaba sin palabras. - Eres como un niño. ¡Eres infantil e inmaduro!

Bueno... eso no había estado tan mal si eliminaba de la ecuación que había balbuceado un poco.

- Hace unos días dijiste que era un viejo gruñón... ve poniéndote de acuerdo, cariño. - Enfatizó la última palabra con más melosidad de la necesaria, y Charles sintió el impulso de verter el contenido de la olla en su cabeza.

- ¿No tienes nada mejor que hacer que molestarme? - Preguntó indignado, dándole la espalda y volviendo a centrar su atención en la comida. No quería seguir participando de ese extraño juego que le crispaba los nervios.

Erik sólo se encogió de hombros, a su lado.

- En realidad no. Tengo un bloqueo de escritor, necesito distraerme. Y Peter está demasiado metido en su nueva serie como para hablar con cualquier otro ser humano que no sean Intouch y Korn. No sé porqué ahora mira series tailandesas, pero no preguntaré... me conformo con que parezca más animado. - El hombre repuso con un suspiro.

Era cierto, Peter estaba inmerso en la tv todo el día. Charles sabía que no era exactamente saludable, pero considerando la importante decisión que tenía por delante, le alegraba que el chico al menos estuviese entretenido con algo.

- Yo vi un poco con él... es muy emocionante. Casi lloro. - Charles admitió pensativo, mientras revolvía su salsa.

Erik le echó una mirada escéptica.

- Eso es porque no has visto una serie como la gente...

Charles dejó escapar una carcajada.

- ¡Oh vamos! ¿Vas a competir con la serie que mira tu hermanito?

- No necesito competir con algo que no está a la altura de mi trabajo...

- Como digas, señor competitivo...

Erik lo miró fijamente, y Charles desvió su mirada nuevamente hacia la comida. Quizás debería cerrar su maldita boca, y dejar de provocarlo.

- Iré a buscar a mi hija a la escuela. Vigila a Peter. - Y sin esperar respuesta, Erik salió de la cocina.

Mi chance eres túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora