Mi chance eres tú

16

- Entonces... ¿básicamente crees que estás en la no-tan dulce espera? - Raven preguntó horrorizada, mientras Charles se sentía al borde de un colapso nervioso.

Había estado empujando la idea fuera de su mente las últimas semanas, pero esa mañana, tras vomitar todo su desayuno, había tenido suficiente.
Mareos, náuseas, dolores extraños...
Era eso, o se estaba muriendo.

- No lo sé. Ya saqué cita con un médico. Quizás sea otra cosa...

- ¿Cuántas veces te folló sin protección? - Su amiga preguntó sin rodeos.

- ¡Ninguna! Siempre nos hemos cuidado. Así que es muy probable que me esté muriendo... - Respondió sin humor, ignorando la mirada penetrante de Raven.

Charles no podía recordar ninguna vez en que no se hubieran cuidado.
O tenían muy mala suerte, o realmente era algo más.

- ¿Tienes otros síntomas? -

- Cansancio, ganas de orinar a cada maldito segundo, y siento la zona del pecho sensible... - Charles enumeró con nerviosismo, deseando que la tierra lo tragase.

- ¡Mierda, Charles! ¡Tus síntomas son prácticamente de manual! - Raven lo regañó con impaciencia.

Si su amiga reaccionaba así... ¿Cómo demonios reaccionaría Erik si se lo mencionaba?

- Oye, oye... -ella agregó- ¡Deja de hacer pucheros! Sé que no es tu culpa. Simplemente me preocupo por ti...

Los brazos de Raven lo rodearon con ternura, y se dejó consolar por su amiga.
Estaba asustado, confundido. No tenía idea de qué sentir al respecto.

¿Era algo bueno? ¿Era algo malo?

- Primero tengo que asegurarme. Quizás sólo sean nervios... - Charles intentó ser más optimista, pero la mirada de escepticismo de Raven le hizo perder las esperanzas.

- Los nervios te hacen cagarte encima, Charles. No te dan síntomas idénticos a los de un embarazo. - Su amiga lo amonestó con suavidad.

Charles decidió reír, porque llorar no podía ser una opción.

Primero tendría que ir al médico, y luego, en base al diagnóstico, ver qué hacer con el resto de su vida.

- Tranquilo, cariño. Todo estará bien. - Raven agregó con dulzura, y Charles se dejó convencer por las palabras de su mejor amiga.

*           *            *

- ¿Crees que le gustará eso? - Erik preguntó con duda, mientras Charles sostenía un lobo de peluche entre sus manos.

- Me parece tierno. Y si no mal recuerdo, creo haber oído a Peter llamar "lobito" a Logan. - Charles repuso pensativo.

- ¿Y te parece buena idea que le regale a mi sobrina un peluche que simbolice al idiota del padre? - Erik cuestionó despectivo, con los brazos cruzados.

Charles no pudo evitar sonreír.
Era tan infantil a veces, que le daba ternura.

- Me parece mejor idea que aceptes de una vez al padre de tu sobrina. - Se acercó a él y acarició el rostro del hombre con suavidad. - No seas tan gruñón, o te volverás aún más anciano...

Como toda respuesta, Erik lo rodeó entre sus brazos.

- Ya soy anciano. Y aún así te gusto. - Respondió con una sonrisa seductora, que lo hizo sonrojar un poco.

- Me gustas. Pero me gustarías aún más si pudieras intentar llevarte mejor con Logan...

Erik frunció su ceño, y se alejó ofendido.