Sakura dormía plácidamente, su rostro estaba completamente sereno, como si tuviera la certeza de que estaba a salvo.Esa era una de sus características (según muchos, un defecto). Ella confiaba en las personas, no creía que alguien fuera a hacerle daño.
Su madre la tachaba de ingenua, pero simplemente la pelirrosa era demasiado buena para la sociedad. Una creyente.
—Hmm... —comenzó a quejarse, pues sentía un cosquilleo en su mejilla. Algo tibio, húmedo y a la vez un poco áspero— Qué... —murmuró abriendo lentamente los ojos.
A su costado, un gato negro la miraba expectante. Le estaba lengüeteando la cara.
—Aoda te despertó, lo lamento.
—¡¿Tú?! —Sakura se sorprendió al ver a Sasuke entrar por la puerta del cuarto. Rápidamente se sentó en la cama, comenzó a alterarse un poco— ¡¿Dónde estamos?! ¡¿Qué hago aquí?!
—Cálmate, tranquila... —la voz de él era serena. Se sentó y le acarició la mano— Estamos en mi departamento. Anoche estabas inconsciente, tu amiga no podía llevarte a su casa y tú no podías llegar con tu mamá en esas condiciones, así que te traje conmigo.
—Pero... no entiendo ¿por qué no me dejaste con mis amigos?
—¿Hablas de ese grupo de drogadictos? Nadie en ese sitio estaba en sus cinco sentidos.
—... No entiendo... —empezó a hablar para sí misma— ¿inconsciente? Si no consumí nada... —Sus ojos se cristalizaron.
—No te vuelvas a acercar a Rock Lee.
—¿Rock Lee?
—Te puso algo en tu bebida, luego te desmayaste. Por fortuna llegué a tiempo.
Las imágenes comenzaron a llegar. Sakura recordó que le habían ofrecido clonazepam. Ella había rechazado, entonces cómo...
—Hubo un momento en el que fui al baño, y dejé mi vaso... con él. Dios ¡soy tan estúpida!
—No es tu culpa.
—¡Un momento! —se levantó de un salto y corrió hacia la ventana— ¡¿Por qué es de noche?!
—Dormiste todo el día.
—Ay no... —Mamá me va a matar.
—Descuida, tu amiga dijo que se encargaría de tu madre.
—¿Ino?
—Sí.
—Oh, entonces está bien —Respiró profundamente. Pronto cayó en cuenta, Sasuke la había estado cuidando todo este tiempo— ¡No puede ser! —ocultó la cara entre sus manos— Qué vergüenza, perdón. Has tenido que tenerme aquí por horas, cómo lo siento.
Sasuke rió por lo bajo cuando vio a la pelirrosa ponerse roja como tomate—Realmente no fuiste una molestia, como te dije, solo dormiste.
—Entiendo... Bueno, será mejor que me vaya.
—Debes tener hambre, quédate a comer.
—No... estoy bien. No quiero, pero muchas gracias.
—¿Estás segura?
—... Eh... —dudó por un momento, pues la verdad sus tripas llegaban a rugir por la falta de aliento.
—Estaré en la cocina.
Sasuke salió con Aoda en sus brazos.
Sakura no sabía qué hacer, ni por dónde comenzar.
Encontró sus cosas en un sillón que había en el cuarto. No había tenido tiempo para percatarse de las dimensiones de la habitación. Lujosa pero sobria, digna de un multimillonario.
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Corazón de azúcar
FanfictionDesde temprana edad, Sakura ha sido un absoluto desastre. El colmo llegó a sus 21 años, cuando decidió dedicarse a estafar hombres mayores mediante una Sugar App. Advertencias: contenido 🔞, TCA, mención a enfermedades mentales y suicidio.