Pasaron el fin de semana hablando por mensajes. Cosas triviales, era divertido para ambos.Para el domingo, se sentía que la conversación quería subir de tono. Se notaba por la fotografía ante el espejo que Sakura le envió usando un pijama que Sasuke catalogó como "poco práctico para usar en invierno".
Él por su parte, no se quedó atrás, pues estaba tan deseoso de la pelirrosa.
Sasuke recordaba cada encuentro sexual que tuvieron y luego de estar más de un año abstenido del placer, estaba hambriento de Sakura. Así que le envió una foto donde se notaba claramente la abultada zona de su entrepierna, pero con la excusa de que quería enseñarle a su gato, Aoda.
Ella mentiría si dijera que desde que lo conoció (nuevamente), no ha pensado en él mientras se masturba.
Evidentemente lo deseaba, pero no es que estuviera ansiosa o con grandes esperanzas, porque era cierto, ningún hombre había logrado que Sakura tuviera un orgasmo. Desde siempre ella ha sido la única responsable de su placer e intuía que así seguiría siendo.
Lunes, 07:30 hrs.
Así como los viernes le toca cerrar la cafetería, los lunes por la mañana, Sakura es quien debe abrir.Ella ya se encontraba dentro, organizando las mesas y esperando que sus compañeros de trabajo llegaran, lo cual sería hasta dentro de media hora más. Lo mismo pasaba con los clientes, el local no comenzaba a funcionar sino hasta las 8 am.
Estaba detrás de la barra, encendiendo la máquina de café, cuando escuchó que alguien entraba.
—Lo siento, aún no... —se sorprendió.
—Lo sé, pero ¿podrías hacer una excepción? —Sasuke juntó la puerta y se aseguró de que el letrero dijera (hacia la calle): qcerrado.
—Hmm... hacerme trabajar fuera de mi horario es explotación laboral —Sakura se cruzó de brazos.
—Solo pasaba a saludar —se acercó a donde ella estaba— Debo estar en el aeropuerto en una hora.
—¿Aeropuerto? ¿Te vas? —su voz denotaba tristeza.
—Debido a mi trabajo, tengo que viajar a Brasil.
—Brasil, wow...
—Sí, al Amazonas.
—Eso es impresionante. Sabes me he visto tentada a buscarte en internet, pero la verdad es que prefiero dejar el misterio en esta relación.
—Sí, por favor no me busques en Google, me daría vergüenza.
—¿Vergüenza? ¿Has hecho algo malo? —Sakura le dio una mirada pícara.
—No, pero digamos que soy conocido dentro de mi área y hay artículos sobre mí. Cosas como curiosidades... y preferiría que me conocieras mejor por quien soy realmente.
—Awww qué lindo... —comenzó a reír— ¿Y cuando regresas?
—Este viernes. Estaré aquí para mi café semanal.
—Te estaré esperando.
Sakura se afirmó en la mesa. Al otro lado de la barra estaba él, ella se acercó y lo besó tiernamente.
—Hay algo en lo que he estado pensando —dijo Sasuke— y no puedo irme sabiendo que estás sufriendo.
—¿Sufriendo? —no entendía.
Sasuke rodeó la barra y entró por el costado. Ahora estaban ambos al otro lado del mesón, juntos. La tomó por la cintura y le besó el cuello.
—¿Cómo es posible que ningún hombre te haya tratado como corresponde?—susurró con una voz grave que excitó a Sakura.
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Corazón de azúcar
Fiksi PenggemarDesde temprana edad, Sakura ha sido un absoluto desastre. El colmo llegó a sus 21 años, cuando decidió dedicarse a estafar hombres mayores mediante una Sugar App. Advertencias: contenido 🔞, TCA, mención a enfermedades mentales y suicidio.