III

401 51 8
                                    

Sasuke

Recuerdo algunas cosas.

Luces golpeando mis ojos, sirenas de policías, ambulancias y bomberos dejándome sordo, mi mano intentando tocar a Sakura... Pero nuestro coche estaba dado vuelta. Ella inconsciente, tan quieta... Y yo no podía moverme bien, el cinturón de seguridad había provocado que mi clavícula se rompiera.

Recuerdo que pude ver su rostro antes de desmayarme. Lucía exactamente como cuando duerme en mis brazos. Su piel es tan blanca, aunque esta vez la sangre escurriendo por su cabeza resaltaba.

Por favor, no...

"Te amo... " pensé antes de cerrar mis párpados.

Lo siguiente que supe fue que estaba en el hospital.

—Hermanito... vaya, qué susto nos diste —Itachi fue al primero que vi en cuanto desperté— Le avisaré al médico, ya vengo.

Salió de la habitación unos momentos. Intenté sentarme pero me fue imposible, sentía todos mis huesos rotos, aunque no fuese el caso.

—Tuviste mucha suerte, solo tienes leves contusiones y la clavícula fracturada —dijo un hombre de bata blanca entrando detrás Itachi.

—Tengo náuseas...

—Es normal.

El médico comenzó a tomar mis signos vitales, mientras mi hermano me ponía al día de todo.

—Hace como cinco horas, recibí un llamado de mamá. Estaba gritando aterrada porque la policía le dijo que su bebé había tenido un accidente automovilístico. Ya te imaginarás tú los insultos que le dijo a papá por haberla convencido de subir a ese crucero por el Triángulo de las Bermudas que ganaron en la subasta —Quise reír, pero me dolía mucho como para hacerlo— Así que vine yo para cuidarte.

—¿Y tu esposa?

—Izumi está bien, se preocupó mucho por ti. Pero ya les avisé a todos que solo eres un exagerado y que estás a salvo.

—Bien, señor Uchiha, todo parece estar en orden —dijo el doctor— Vendré en una hora más para volver a revisarlo.

—Espere... ¿cómo está ella?

Itachi quiso contarme todo, así que le pidió al médico que nos dejara solos. Desde que era niño, él siempre intentaba suavizar las cosas para que yo no sufriera.

Es difícil suavizar algo como lo ocurrido, y evidentemente no fue posible, pero el que mi hermano me contara lo que pasó, tuvo un efecto diferente en mí.

La cosa es así: un hombre de 43 años llamado Sasori Akasuna, que al parecer era el mismo sujeto que había ganado el anillo en la subasta, nos había estado siguiendo en su auto y cuando tuvo la oportunidad, chocó a propósito por el lado del copiloto, donde iba Sakura.

Este hombre, originario de Sunagakure, estaba siendo buscado por estafa y robo millonario. Así que la policía intuye que hizo esto como un acto suicida, y bueno, lo logró. Sasori estaba muerto.

—Él murió instantáneamente, y según dicen, ustedes solo tuvieron la desdicha de ser un vehículo implicado.

—¿Cómo está ella? —volví a preguntar cansado. Ya no me interesaba lo que había pasado, solo quería saber sobre Sakura.

—Sobrevivió, por poco —una persona que no esperaba ver apareció.

—Señora Senju... —nuevamente intenté sentarme, pero no pude.

—Mi hija está en coma inducido, me dijeron que probablemente mañana despierte —sus ojos estaban rojos e hinchados. Lucía agotada.

—Por favor, perdóneme...

—¿Por qué? —me preguntó extrañada. Aunque su apariencia era dura, no me hablaba enojada.

—Ella se iba a ir de Konoha, y yo la detuve. Si no lo hubiese hecho, probablemente no estaría en esta situación.

—Sasuke, probablemente tú seas, junto con mi ex-esposo, mi persona menos favorita en el mundo. Aun así, yo venía a darte las gracias.

—¿Qué? —¿Estoy muerto o es un sueño?

—Mi hija estaba por cometer una locura y la hiciste entrar en razón.

—Sí pero...

—Lo importante es que ella está fuera de riesgo vital. Mañana pasa por su habitación, para cuando despierte. Sé que estará feliz de verte.

—Lo haré...

Le hizo un gesto a mi hermano y se retiró.

—¿Ella es tu suegra? Qué miedo...

—Era mi suegra —le corregí.

——————

Al día siguiente me dieron el alta, y aunque podía caminar perfectamente, Itachi insistía en llevarme en silla de ruedas.

—Estás haciendo el ridículo —le dije.

—¡Solo soy un buen hermano mayor!

Luego de lo que pareció un paseo por todo el hospital, llegamos al cuarto de Sakura. Iba a entrar, porque una enfermera me dijo que estaba despierta, pero...

Vi a Ino llorando afuera, así que preferí primero acercarme a ella para preguntar qué ocurría.

—Sasuke... —dijo cuando me vio, sonándose la nariz— lo lamento tanto...

—No te preocupes, estoy bien y...

—No me refiero al accidente.

—Me temo que no te estoy entendiendo...

—¿Usted es Sasuke Uchiha? —una mujer me habló— Hola, soy la doctora Kurenai, estoy al cuidado de Sakura ¿podríamos hablar en privado?

—Por supuesto.

Itachi insistía con la silla de ruedas, pero no hice caso. Me levanté y caminé con la médica. Nos detuvimos en un pasillo, cerca de donde estábamos.

—¿Qué le pasa a Sakura? —pregunté ansioso.

—Verás, ella más que sufrir fracturas de huesos o lesiones similares, resultó herida en la cabeza. Se golpeó, muy fuerte, resultando una lesión en el lóbulo temporal medial. Es una parte del cerebro que procesa los recuerdos. Básicamente se encarga de la memoria.

—No... no estoy... —las palabras no me salían. Esto tenía que ser una broma, una muy mala broma.

—La pérdida de memoria sigue siendo un desafío para la medicina, no tiene una cura exacta... Sakura padece de amnesia retrógrada, o sea, ha olvidado ciertos recuerdos sobre los eventos de su vida ocurridos antes del accidente.

—¿Exactamente qué recuerdos?

—Muchas veces, el cerebro lo que hace es protegernos cuando nos ve en situaciones de peligro. Suelen haber alteraciones psicológicas en la memoria, como resultado de un trauma psicológico extremo o producto del estrés. Es como... Amnesia disociativa.

La doctora Kurenai era muy amable, se dio el tiempo de explicarme absolutamente todo, aunque mi alma se cayera a pedazos.

Me dijo que el último recuerdo de Sakura es de la navidad cuando le regalaron a Katsuyu, y eso fue hace dos años, es decir, que ella no sabe quién soy yo.

Corazón de azúcarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora