Cuando mi pasado llegó (I)

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En medio de la oscuridad, la pelirrosa lloraba desconsoladamente, sentada en el sillón de Sasuke.

—Lo siento... ni siquiera sé por qué vine aquí... —se lamentaba entre lágrimas.

—Shh... está bien, descuida... —él la abrazó, acariciándole la espalda. Sabía que eso la reconfortaba.

—Creo que te amo —susurró ella.

Ahí estaban, las palabras que más miedo le causaban. Palabras que desde el divorcio de sus padres se prometió no decir a ningún hombre.

—¿Te pasó algo? ¿Por qué lo dices ahora, y mientras lloras? —Sasuke la cuestionó, porque obviamente no entendía nada.

—No lo sé, simplemente quise decírtelo. ¿Hice mal?

—No... —le besó tiernamente la frente— No te preocupes.

Se quedaron abrazados allí durante varias horas, sin emitir sonido alguno. Sakura muy acurrucada a él, se había quedado dormida.

Despertó en la madrugada, levantó la vista y lo distinguió los ojos negros que amaba.

—Hola...

—Hey —dijo él— Desperté hace unos minutos.

—Tengo frío...

Sasuke la tomó como princesa, tal como la primera vez, y la llevó hacia su cuarto.

Ambos se desnudaron, pero no tuvieron sexo. No se sentía correcto, no por ahora. Se acostaron y permanecieron abrazados, sólo eso.

—¿Te importa si fumo un cigarro aquí mismo? —preguntó Sasuke.

—¿Tú fumas?

—A veces, intento dejarlo, pero... necesito procesar muchas cosas —respondió honestamente.

—No te preocupes, no me molesta.

Él abrió el cajón de su velador, sacó su cajetilla y prendió un cigarrillo.

—¿Me das? —pidió Sakura tímidamente.

—¿Tú fumas?

—No... bueno... a veces...

—Sakura —dijo seriamente. Ella sintió un escalofrío— Sin mentiras.

—Sí, fumo.

Entonces Sasuke le acercó el cigarro a la boca, y ella aspiró de él.

Estuvieron así un rato, en silencio, hasta que el cigarro se acabó.

—Omitir la información también es mentir ¿sabías? —inició el Uchiha.

—Lo sé.

—El verano casi acaba, y desde que inició... desde que iniciamos, hay muchas cosas que no me has dicho. Yo no te pregunto, porque respeto tu privacidad. No tenemos una relación convencional, pero quería que confiaras en mí en algún minuto y fueses tú quien me dijera la verdad, por tu propia cuenta.

—Sasuke, te amo. Esa es la verdad —Sakura hablaba conteniendo las lágrimas.

—¿Por qué lloras?

—Porque me siento culpable.

—¿Por qué? —Ella no respondió. No podía decirle la verdad de todo, solo lo alejaría, y ahora que tenía claro sus sentimientos, no quería perderlo— Me doy cuenta que sufres. Hay veces en las que no quieres aparentar estar cien por ciento feliz ¿verdad? —Sakura asintió— Pues no tienes que fingir conmigo, no te voy a juzgar. Estoy seguro que hay partes de ti que no conozco, porque me las ocultas. Pensamientos, sentimientos... todo lo que según tú es negativo, yo quiero conocerlo. Está bien, Sakura, no iré a ningún lado.

Corazón de azúcarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora