III

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Había cosas que Sakura no lograba entender, y en estos momentos, lo que más rondaba por su cabeza es cómo demonios Sasori logró reunir tanto dinero.

Claro, no tenía mala situación económica, sino ella jamás se habría fijado en él. Pero no estaba ni cerca de ser millonario como Sasuke, mucho menos de pagar un anillo tan costoso.

Tenía que solucionar ese tema cuanto antes, pero no sabía por dónde iniciar.

Estaba recostada en su cama, acariciando a Katsuyu, cuando recibió un mensaje de Shikamaru.

Hola olvidona

Hola :)

Siento que han pasado años
¿por qué andas tan desaparecida?

He estado muy ocupada

No mientas, dicen que el amor te tiene así.

No me digas que al fin alguien logró
domar a la legendaria Sakura Haruno.

jajaja algo así...

Me alegro por ti, pero todos te echamos
mucho de menos. Deberías visitarnos
de vez en cuando.

Aww... Sí, supongo que
extraño reirme y pasar el rato
con ustedes.

¡Ya sé! ¿Por qué no vienes esta noche?
Ven a escucharnos tocar. Tenemos
una nueva canción, y planeamos
postular a un concurso. Así que quizá
sea la última vez que puedas disfrutar
de la música de Pall Strike de manera
gratuita.

Sería una verdadera pena...

Daleee, ven. Y trae a tu amiga, la rubia.

¿Ino? ¿Te gusta?

Nos vemos por la noche.

La pelirrosa sabía que no estaba bien ir, porque se lo había prometido a Sasuke. Prometió alejarse de esas fiestas ya que solo le traían problemas. No obstante, no planeaba hacer nada malo. Simplemente tenía ganas de ir, ver a viejos amigos y disfrutar de la música.

¿Por qué eso sería algo incorrecto?

——————

Tras meditarlo mucho rato, finalmente accedió a ir. Había invitado a Ino, pero era el cumpleaños de su abuela o algo así le explicó, por lo que no pudo asistir.

Así que se encontraba sola en el patio delantero de la casa, donde decenas de personas comenzaban a juntarse.

Varios que pasaban al lado suyo la saludaban y ella respondía con una amigable sonrisa. Había olvidado lo mucho que le gustaba sentirse popular (aunque no fuera por las razones correctas).

—¡Rosita! —Sakura supo al instante que se trataba de Naruto— ¡Tanto tiempo sin verte! ¿Me extrañaste? ¡Porque yo te he extrañado demasiado! ¡Nada es lo mismo sin ti, por favor, no te vuelvas a ir tanto tiempo!— él la abrazaba con fuerza.

—Naruto... no respiro —dijo apenas.

—¡Es lo menos que mereces después de abandonar a uno de tus mejores amigos!

—No fue nada personal, Narutin, ocurre que quise un cambio de aires. Probar cosas nuevas.

—¿Probar cosas nuevas? —el rubio le escuchaba atentamente mientras se restregaba la nariz.

Corazón de azúcarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora