La primera vez que me bajó no me di cuenta, hasta que en el receso Tristan me dio su suéter y me dijo:
-Ten, amárratelo.
-¿Para que?.
-Te manchaste.
Yo no entendía nada, él con toda naturalidad:
-No pasa nada, eres mujer.
Ahí entendí.
Le comenté a una chica de mi clase y me ayudó con toda la logística en el baño, mi uniforme era totalmente blanco, una masacre en Texas.
Ese mismo día, camino a tomar el bús de regreso a mi casa en la estación ví a una mujer con un hombre bastante alto y de nariz aguileña, pero al mismo tiempo apuesto a quien reconocí enseguida por el espantoso estilo con estampados de animal print: era mi madre. Me estaba esperando, me saludó con la mano y me hizo un gesto para acercarme.
-Le avisé a tu abuela que hoy yo te llevaría a casa...¿No hablas mucho, no?
-No.
No, no hablaba mucho, no porque fuera ella, no porque empecé a sentir un dolor horrible en el vientre, simplemente me había acostumbrado a no hablar.
-Me voy a Europa, no creo regresar, probablemente sea la última vez que nos veamos, sé que no soy lo que se dice una mamá pero... ten.
Era un sobre blanco y gordo.
-Guárdalo y úsalo para lo que quieras hacer cuando seas más grande: estudiar, viajar, lo que sea, es tuyo.
Estaba tan seria, tan hermosa: su cara era como un rombo, el maquillaje era excesivo y su aspecto a simple vista parecía vulgar, pero entre más la veía se iba haciendo menos vulgar y más hermosa.
-Yo.. no quería ser madre. No pude, no me salió... lo siento.
Verla mojaba, mojaba los ojos.
-Ven, vamos al coche, Polo nos está esperando, va a llover.
Yo estaba lloviendo.
Me abrió la puerta de atrás y Tristan estaba adentro, se puso un dedo sobre la boca: shh, silencio.
Tristan la escucha sollozar, voltea a verla y ella tiene la cabeza girada totalmente hacia la ventana sujetando con fuerza el cinturón de seguridad, aferrándose, la vió como una niña que abraza un peluche para consolarse: le acaricia la cabeza y juega un poco con su pelo, ella no voltea. Le empieza a picar con un dedo la mejilla que le queda más próxima, no voltea. Tristan se rinde y decide desenredar los auriculares, le pone uno y él se pone el otro, reproduce en aleatorio y empieza a sonar Bohemian Rhapsody... ella empieza a cantar débilmente y a llorar más fuerte, Tristan se quiere reír pero se contiene y empieza a cantar con ella.. el: "I sometimes wish I'd never been born at all" (a veces desearía nunca haber nacido) fue desgarrador y Tristan lo sabía, le agarra la rodilla y ella pone su mano sobre la suya y al fin lo mira y le sonríe; con toda la cara roja y llena de mocos empiezan juntos a cantar más fuerte intentando llegar ridículamente a la nota y hacer todas las voces imposibles de cantar heterosexualmente.
-Adiós mamá.

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Tristan
Kısa Hikaye"Conozco a Tristan desde, bueno, no sé honestamente desde cuando, pero está en mis recuerdos más remotos..."