Siempre pensó que estaría solo, conquistaría al universo, asesinaría a Freezer, por fin cobraría venganza, pero, las cosas cambiaron. En un gran juego del destino, Vegeta llegó a la tierra y conocío a Bulma y sin darse cuenta, estaba completamente e...
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A pesar de sentir dolor de cabeza y debilidad por la fiebre, se sintió feliz, sus dos hombres la estaban cuidando. Trunks preparo prácticamente una de las sopas de pollo que ella le daba cuando estaba enfermo, para que pudiera sentirse mejor sin afectar su estómago. Por su parte su esposo aprovecho la soledad, la desnudo y le dio un baño de agua fría, lo cual le bajo la fiebre. Ahora estaba acostada, tomando unas pastillas para el dolor, mientras los dos la vigilaban.
Dejo el vaso de agua sobre la mesita de noche, — me siento mejor, pueden a ir entrenar, en serio. — Insistio, al segundo que arrugaba su ceño, le dolia la cabeza.
Vegeta notó eso, sin decir una palabra se levanto, deshaciéndose de su camisa, — Trunks, programa los robots, vamos a cenar aquí. — ordeno, quedando solamente con sus pantalones.
Él pequeño de un salto se levanto, — ¡si, papá! También me cambiare, cuidaremos a mamá toda la noche. — comento con una sonrisa.
Él saiyajin lo observo directamente. — yo puedo cuidarla en la noche.
— Dos son mejor, papá, ¡ya traigo la comida! — ni siquiera lo dejo protestar, ya que no dudo en salir corriendo de la habitación, directamente a cambiarse.
— engendro del demonio. — gruño, ese niño era una mezcla de ambos y eso se le hacia más difícil de manejar.
A Bulma se le escapo una risita, la escena era adorable, ambos saiyajines estaban peleándose por cuidarla, era gracioso y más la respuesta astuta de su hijo. Él guerrero se dio una ducha rápida, cambiándose para así colocarse su ropa interior, acostándose al lado de su mujer. No paso mucho cuando Trunks entro, con su pijama y los robots siguiéndolo. Cenaron mientras conversaban, vieron un poco de televisión y como si fueran los viejos tiempos, él pelila se acosto sobre el pecho de su padre, mientras la joven se abrazaba a su costado. Ya no era esa amenaza, ahora era el lugar seguro de su familia.
Creyó que ambos dormían, hasta que escucho un murmuro, por parte de su esposa, ladeó su rostro mientras enfocaba su mirada en ella, — ¿te sientes mal? — preguntó preocupado.
Bulma negó, sonriente, — no, estoy mejor, es solo que recorde como tomaste la noticia de que seriamos padres. — con cuidado acaricio el cabello lila de su hijo, este estaba profundamente dormido.
— No dije nada desagradable.
— Dijiste que era digna, eso me hizo realmente feliz, — se acerco más al rostro de su esposo. — tienes una conexión con Trunks, es... Diferente, ambos se entienden y este niño te adora, eres todo para él, eso me hace muy feliz.
