XXVIII

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Ella debía ser fuerte, debía serlo, pero no podía, desde que supo que algo pasaba, era sobre Vegeta, casi pudo sentir su dolor

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Ella debía ser fuerte, debía serlo, pero no podía, desde que supo que algo pasaba, era sobre Vegeta, casi pudo sentir su dolor... Ese sentimiento y hasta juro oír una disculpa de su parte, creyó que había enloquecido, pero no era así... Su esposo, estaba muerto, debía estar enojada, pero se sintio devastada. Lloraba, en silencio, sentada en el suelo.

Unos pasos la hicieron levantar su mirada, ahí estaba su pequeño... Caminaba lentamente hacia ella, con la mirada baja, hasta quedar frente a frente con su mamá, pudo ver en sus ojitos el mismo dolor que ella pasaba, un sollozo se le escapo y lo abrazo. Trunks no dudo en responder, dejando salir todo su llanto, — voy a extrañarlo... — fue lo único que logro entender entre sus sollozos.

Bulma cerro sus ojos con fuerza, — yo también, mi pequeño... Yo también. — no se contuvo, no pudo hacerlo, lloraba sin control con su hijo abrazado a su cuerpo.

Ambos habían perdido a la persona que más amaban, no podían soportarlo, ¡se había ido! Justo cuando esa mañana estuvieron juntos desayunando, cuando él estuvo orgulloso de que Trunks ganara, justo cuando Bulma paso toda la anoche abrazada a él. ¿Como seguirán? Era tan doloroso, ella jamás penso vivir lo mismo que su versión del futuro, si a esa mujer le dolía, la contrariada queria dejar de respirar. En medio del llanto, escucho a su hijo hablar; — papá me pidio que te cuidará... — susurro, con su voz temblorosa.

Trato de aguantar la ganas de gritar, su labio temblo, y él pelila prosiguió, — me dijo que... Cuando me vio por primera vez sintió que tenia un hogar, me dijo porqué me llamo Trunks... — su respiración se torno ahogado, su madre lo abrazo con más fuerza, pegándose a su pequeño, — creyó que por su pasado podría odiarlo... No lo hago... Y cuando se despidio... Me dijo... — su entrecorto, un sollozo se le escapo, — cuídate, mi pequeño Dios de la batalla y justicia... — se aferro a su madre.

Bulma no lo soportaba, también pudo escuchar su despedida dedicada a ella, aquello le partió el alma y él ver a su hijo así, sufriendo... La destrozo más de lo que podría creer, le dijo la verdad de su nombre a su pequeño. La peliazul trato de hablar, — tu padre... — tomó aire, — fue lo mejor que pudo pasarnos, mi amor... Fue lo mejor... — nuevamente los sollozos se le escaparon, extrañaría tanto a su esposo.

Y desde un lugar desconocido, unos ojos negros observaba con impotencia el dolor de las dos personas que amaba. Ellos sufrían.

Paternidad. || V.B || ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora