XX

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— ¡Bingo, bingo! — exclamó el pelinegro, a lo que Bulma rápidamente se tiro sobre él para así quitarle el papel, pero este se lo impedío

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— ¡Bingo, bingo! — exclamó el pelinegro, a lo que Bulma rápidamente se tiro sobre él para así quitarle el papel, pero este se lo impedío.

Ambos forcejeaban, mientras la peliazul le gritaba, — ¡mentira, eres un mentiroso! ¡déjame ver saiyajin traicionero! — aún así, Vegeta no se dejo, levanto su brazo y trato de alejarla de su cuerpo, usando mínima fuerza.

— ¡Esto es acoso, mujer!

Por otra parte Trunks los observaba, avergonzado, se suponia que él era el niño, pero sus padres no lo colaboraban con los hechos, él fue el encargado de decir los numeros, así que era un espectador nada más. El timbre sono y al notar que esos dos seguirían peleando, se levanto para así ir por los pizzas, al hacerlo él repartidor lo observo curioso, — oh, ¿no hay adulto? — pregunto nervioso.

Él pelila suspiro, — no, al parecer no, ¿puede darme las pizzas? Mi madre dijo que ya estaban pagas. — arrugo su ceño, mientras imitaba el gesto de su padre, se cruzo de brazos.

Él repartidor dejo salir una risa nerviosa. — bueno... Son veinte pizzas de peperoni, y veinte de carne.

— Si, a papá le gusta la carne, — se acerco hasta este estirando sus brazos, — dame las veinte primero. — No quiso subestimarlo, así que con cuidado le entrego las veinte, notando como él niño las cargo sin dificultad mientras se adentraba, a los segundos volvio por las otras y cerro la puerta, dejando al hombre casi paralizado.

Gracias al olor, Vegeta logro deshabilitar a Bulma cargándola con una sola mano y dejándola sobre el sofá, al segundo que ella gruñía, para luego en menos de un segundo quemar el papel, ella lo vio ofendida, — ¡eres un tramposo! — lo empujo con su pierna sin lograr moverlo.

Trunks movio las piezas, dejando la mesa del centro libre, al momento que abría la caja, — ¡se ve delicioso! — dijo al tomar una rebana. Su padre lo imito, tomando dos, una para él y la otra se la entrego a la mujer sentada detrás de él.

En ese momento llego un robot con bebidas, mientras ahora la peliazul y su hijo reían por la pelea que tuvo con su padre, por su parte él guerrero se limitaba a comer, pero en parte le parecio divertido haber hecho estas cosas, aunque algunas veces se preguntaba si esto lo hacia débil, pero ahí estaba la misma respuesta, ya no le importaba.

— Para la próxima vamos a jugar ajedrez, a ver quien gana. — los reto la joven, mientras sonreía. Trunks adoraba esos momentos.

Paternidad. || V.B || ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora