Siempre pensó que estaría solo, conquistaría al universo, asesinaría a Freezer, por fin cobraría venganza, pero, las cosas cambiaron. En un gran juego del destino, Vegeta llegó a la tierra y conocío a Bulma y sin darse cuenta, estaba completamente e...
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¿Cuanto tiempo había pasado observando esa imagen? Podía verlos y recordarlos aún, su familia. Pude ver como su esposa lloraba desconsoladamente, sollozaba y apretaba sus manos con tanto dolor, no queria verla sufrir de esa manera y menos si era por él, estuvo tan totalmente cegado por querer superar a Kakarotto que no vio lo que tenía, una hermosa esposa que lo adoraba, que lo entendía, que en medio de sus pesadillas lo hacia sentir feliz, una que compartía su cama con él, dormía a su lado y confiaba en él siempre, pero, ¿qué hizo él? La traiciono, la dejo sola, mientras ella se condenaba por él... No lo merecía.
Fue en ese instante donde vio llegar a su hijo, su cachorro, estaba llorando igual que cuando tuvo que dejarlo, solamente le había dicho a su versión del futuro, pero jamás a su hijo pequeño, solo una vez nombro a ese Dios y como siempre, dejo todo para lo último. A pesar de su gran fuerza, era un simple niño, uno que extrañaba a su papá y lo quería apesar de su pasado. Trunks abrazo a su madre, diciéndole lo vivido con él. Ese escena, su familia estaba destrozada, pero lo peor, estaban en peligro, mientras él por alguna razón estaba viendo todo esto.
Gruño apretando sus manos, — ¿qué demonios quieren de mi? ¿¡por qué estoy viendo esto!? — logro que la esfera explotara, desapareciendo así ese momento.
Emmadaiosama suspiro, — es para que sepas lo que perdiste, Vegeta, te dejas cegar y mira lo que haz perdido, tu familia puede morir y sufren. — habló con voz ronca y fuerte.
Agarro su cabeza desesperado, estaba dolido, demasiado herido que no podía siquiera respirar, dejo salir un grito desgarrador, — ¡debo hacer algo! ¡debo hacerlo! — giro su cuerpo, viendo al hombre. — debo salvarlos, necesitaran ayuda, mi familia...
Él gran hombre dejo salir un gruñido, — debes ir, ahora mismo, tu cuerpo ha sido reconstruido, así que irás y lucharas, pero, luego iras... — refrego su frente.
Él pelinegro asintió, sin dudarlo, — haré lo que sea, con tal de que mi familia este a salvo, — se dio la vuelta, dándole la espalda, dejo salir un suspiro, — ¿hay alguna posibilidad de qué los vea? — tenia que saberlo, él debería saberlo... Deseaba con tanta fuerza ir, pero no solo para pelear, necesita verlos, decirles lo importantes que eran para él.
— No, tienes que volver para que tu alma vuelva al purgatorio. — murmuro, ocultando la muerte de su esposa, no podría decirsela, tal vez no se iría... Pero lo necesitaba.
