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AMY POV.

Me quedé en shock unos segundos pero finalmente reaccioné he intente apartarlo con mis manos, un intento mediocre, ya que sujeto mi cabeza con una mano y con la otra me apretó contra él, teniendome inmovilizada.

El beso poco a poco se fue haciendo más profundo y necesitado, sentía mi cara arder y mi respiración era agitada.

Nuevamente la sensación de sentirlo explorar mi boca me nubló, fugaces recuerdos de la noche anterior volvieron a mi mente, recordé lo nerviosa y asustada que estaba, pero también, lo bien que se sintió  estar junto a él.

La falta de oxígeno junto con las senciones, empezaban a marearme , fui perdiendo resistencia y poco a poco afloje mis brazos.

Ante eso pudo usar ambas manos, y me cargo rápidamente de los muslos, sentir sus manos en esa zona me hizo soltar un suave gemido, me apoyé en su pecho intentando no caer, me llevo consigo unos metros y me soltó en la mesa más cercana, aprisionandome entre él y la fría madera.

— N-no comprendo, tú-

No pude terminar de hablar antes que volvieras a besarme de nuevo, tal y como siempre lo hacías, con desespero y necesidad, como si en cualquier momento fuera a marcharme.

— ¡B-basta!— te grité apartándome.

Necesitaba respuestas y no las hiba a conseguir si todo el tiempo me callabas.

— ¿Ha qué estas jugando Shadow?¿Por qué haces esto?— le pregunté demandante.

Estaba avergonzada, pero más que nada confundida, ninguno de los dos estaba bajo el efecto del celo, por qué? por qué el seguía con este perverso juego de querer someterme, este no puede ser el Shadow frío y solitario que conozco ¿o sí?

— Yo no estoy jugando— me respondió con una mirada fría.

— ¿Qué-

De la nada sentí su mano meterse entre mis piernas, en mi área más sensible, y comenzar a acariciar por encima de la tela, un escalofrío me recorrió todo el cuerpo, y gemí por accidente.

No, no de nuevo.

— Voy a ser claro, detesto ir con rodeos, no tengo la suficiente paciencia ni tiempo para eso, voy por lo quiero y lo consigo, sin importar como — me susurro en la oreja.

Comenzó con unos leves movimientos de sus manos, los cuales aceleró poco a poco, mis ojos se apretaron por la agradable sensación, su grave y varonil voz hablándome de esa forma, su calidad respiración en mi cuello, empezaba a despertar en mi un deseo incontenible, el mismo de la noche anterior.

— Shadow no...   e-esto no está bien — estaba intentando no suspirar.

— ¿Y desde cuándo eso ha importado?— me respondió mirándome fijamente.

Ya veo a donde quiere llegar, cuales son sus verdaderas intenciones, y no son en lo más mínimo lo que creí en un principio.

— No te engañes, ese día podrías haberme golpeado con tu martillo cuando te solté, pero preferiste continuar — me susurró para luego lanzarse a devorar mi cuello.

Su mano mano frotándome, sus besos hambrientos recorriendome, me hacían casi imposible contener mis gemidos y jadeos.

— Estaba bajo efectos del celo, yo no-  Aah!

Quería articular palabras pero por más que intente, no pude terminar, ya que él metió su mano por debajo de mis bragas, y empezó a masturbarme desde el interior con uno de sus dedos, mal día para usar un vestido.

Acabemos con esto Donde viven las historias. Descúbrelo ahora