38 FINAL

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— Te dije que lo haría.

Ante aquella respuesta Shadow solo rodó los ojos con cansancio, aún cargandola en estilo nupcial, está chica realmente podía sacarlo por completo de sí.

Los últimos días habían sido realmente deprimentes para Shadow, sumido en sus propios pensamientos, tuvo mucho tiempo para evaluar muchas de sus decisiones.

Ese día por la mañana, se alejó buscando un escape solitario, últimamente se había hecho una costumbre, era mejor que quedarse en casa en completo silencio, contemplando el vacío.

Regresó a casa solo cuando su cuerpo se cansó, a solo una hora de haber vuelto la rosada lo sorprendió en la puerta de su casa, maldeció a Rouge por abrir la boca, aún no podía verla, menos ahora que ya comenzaba a volver todo a la normalidad.

No era lo correcto.

Shadow se ocultó en el tejado, observándola en silencio mientras Amy entraba a su casa, no estaba listo para encararla, así que con paciencia esperó a que ella se marchara por voluntad propia.

Con lo que no contaba es que la chantajista eriza amenazaría con tirarse del barranco.

No creyó que lo fuera a hacer, sin embargo de todas formas la siguió con cautela, escondido entre la oscuridad.

Apenas vio que la testaruda de la rosada no andaba con rodeos y se lanzó, su propio cuerpo actuó como reflejo y de inmediato la atrapó casi en el aire.

Odiaba admitir lo fácil que fue tenerlo donde ella quería, todo sus esfuerzos por mantener distancia se vieron arruinados.

La tenía justo en sus brazos como antes, esto ya no podía continuar.

El vetado suspiro resignado y la dejó en el suelo lentamente.

— ¿Shadow qué sucedió? ¿Por qué no volviste a la resistencia? — Amy le preguntó viéndolo directamente a los ojos.

— Era claro que nadie me quería ahí — le respondió Shadow con el seño fruncido.

— Ya ha pasado bastante tiempo ninguno de nosotros está enojado.

— Como sea, al menos en mi propia casa puedo tener algo de paz...   o podía... — Dijo mirándola acusadoramente.

A penas lo dijo Shadow se fue caminando de regreso a su hogar, desechando la idea de ocultarse, no tenía sentido prolongar más lo inevitable cuando la rosada ya conocía su dirección. 

Amy solo lo observó sin comprender el porque este le respondía con tanta frialdad, la entristecía que él actuara de una manera tan distante y ajena, ¿A donde se fue ese Shadow cálido y amable con el que había convivido los últimos meses?

— Por que tengo la sensación de que estás evitandome — dijo Amy con cierta tristeza.

Ante esas palabras Shadow detuvo de inmediato su caminar.

— Ya pasaron tres meses... — le respondió Shadow aún de espaldas.

— ¿Qué? — Amy no comprendía.

— Tres meses, ese fue el tiempo que acordamos que seguiríamos con esta locura y está claro que no soy relevante ni mucho necesario — Se dio la vuelta el vetado para verla a los ojos.

Amy hizo memoria y recordó el acuerdo que ella y Shadow habían hecho hace unos meses atrás. La verdad era que lo había olvidado por completo, inmersa en su propia comodidad.

— Eso ya no importa solo quiero que arreglemos las cosas — Le pidió la rosada con ojos suplicantes.

— Exacto y es por eso mismo motivo que deberías alejarte de mí — la observó Shadow con determinación.

Acabemos con esto Donde viven las historias. Descúbrelo ahora