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–Debí ser más fuerte–

Las horas me dejaron en claro lo nada que significaban.
Los tres palitos con diminutas flechas en sus extremos apuntado números. Uno más rápido que el otro, dejando atrás a los que alguna vez estuvieron a su lado, dieron la vuelta al pequeño círculo de cristal que se encontraba colgado en mi pared.
Días concluyeron, y solo opté por mirar aquellas manejillas que nunca se detuvieron, hasta que un amanecer más me advirtió que mi tiempo de llorar había concluido.

–Fue mi culpa...
Riko y Misato no están por mi culpa– Dijo con amargura mientras usaba la manga de mi polera para limpiar mi rostro húmedo.

–Si tan solo hubiera seguido las órdenes...
Si hubiera actuado como siempre, ellos..–

Mi mente no se apagaba, ni me dejó tranquilo en ningún momento.
Creí que sería igual, pero el volver a mi antigua habitación, fue tan solitario sin la presencia del chico al que amo, que ya iba ahogando mis sentidos.

No podía compararlo, no podía volver a como antes, ya no me agradaba estar solo. Quiero estar con él, tengo que estar con él, o este dolor, esta sensación que ha regresado, no dejará  de torturarme.

Decidí salir en busca de hundirme entre sus brazos, pero, lo único que me entregó fueron miles de llamadas perdidas y cientos de mensajes que me lanzaron al buzón de voz.

¿Por qué?

¿Por qué me aparta?

¿Por qué quiere sufrir solo?

¿Por qué?

¿Por qué?

¿Por qué no puedo yo también ser su soporte?

¿Por qué?

Si íbamos tan bien...

¿Por qué tenía que suceder este maldito incidente?

Era mi culpa... Todo.

Al menos si hubiera retenido a ese tipo, si hubiera sido más fuerte al resistir...

Cada lugar, cada rincón, cada habitación en la que imaginé que podría estar, fueron tachadas tras no encontrar la figura esperada.

Suguru no está...

Suguru no está...

¿Suguru no está?

¡Suguru no está!

Mi mente se volvió un remolino, ya no caminaba, ahora corría y tropezaba, alarmado.
La última vez que lo vi fue hace una semana. Tal vez fue mi culpa que ahora no pueda hallarlo, yo también me aparté, me alejé y lo dejé solo en todos estos días.

Así de estúpido, así de de cobarde soy.

El día del incidente volvimos a los  dormitorios, y por inercia me encerré en el mío y no salí por ningún motivo, a parte de comer algo y volver a mi jaula, hasta hoy. Esa acción tan poco cotidiana, me condujo lentamente terminar en esta situación.

Algo quedó, una respuesta dentro de la lista imaginara que di como acertada ni bien se cruzó por mi mente.

Caminé hasta ahí, bastante dudoso, pero con la frente en alto, tal vez  esperanzado.

Entré por los alrededores, y tomé la manija del pequeño huerto el cual Suguru construyó para mí. El mismo que me dio por regalo en mi cumpleaños.

Ni siquiera sabía la cantidad de papeleo que hizo hasta que por accidente leí los archivos. La cantidad de reglas y muchas firmas para obtener ese tipo de permiso, sólo para mí.

- Your Feelings - (GetoxGojo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora