5.- Angustia y placer?

1.3K 128 14
                                    

El comienzo de un día normal, hubiera sido: los quejidos de Gojo al no querer levantarse, llenarlo de besos, cambiarlo a la fuerza y llevarlo con ternura hasta el comedor, pasar un rato con él y después iniciar con nuestro horario escolar o ir de frente a exorcizar alguna maldición.

Sin embargo, y para mí mala suerte, desperté sin acompañante, mi lindo Satoru no se encontraba en ninguna parte de la habitación.
Fue confuso al principio, pero se tornó alarmante cuando noté que tampoco su uniforme estaba en su lugar.

Sin perder más el tiempo, me alisté y salí rápido hacia los pasillos en busca del peliblanco.

Y por si alguien ya lo pensó, sí, ya lo llamé por teléfono, y no, no me responde.

Llamé esta vez a Shoko, y mientras iba caminando, le seguí preguntando si es que sabía dónde rayos se había metido mi dulce osito cariñosito. Y por si fuera una sorpresa, ella tampoco sabía.

–Somos pésimos, Ieri, creo que nos vas a matar– Suavicé nuestra sentencia con algo de humor con tal de que al menos ella se relaje un tantito antes de comenzar a gritar sobre nuestro porcentaje de culpa en toda esta maldita situación.

–¿¡Y eso que tiene que ver!? ¡Que él duerma conmigo no sube mi nota! Ni siquiera el profesor Yaga sabe sobre es..– solté un suspiro tras procesar lo que mis ojos captaron por accidente.
–Shoko, lo acabo de encontrar, ya no llames al director–.

Corté la conversación y me aproximé a mi dulce Satoru arrasando con todo a mi paso hasta apretar mi cuerpo con el suyo mientras lo llenaba de sermones y besos.

–¿Por qué estás así de asustado? Mi teléfono murió y sólo salí a dar un paseo– Sonrió extrañado mientras rodeaba sus brazos sobre mi cuello.

–Es que..._ tragué saliva con la intención de hablarle sobre mi trabajo super hiper mega secreto del que tanto me amenazaron con no contar.
–A veces me preocupo demasiado– cambié de opinión y traté de distraerlo con algo del alrededor. –¿Te gustan estas flores?– Señalé a las que tenía a su alrededor, ya que antes de llegar aquí, él se encontraba apreciándolas con mucha atención.

¿Qué sería peor? ¿Decírselo ahora o decírselo después?

–Sí, son muy lindas, y más estos lirios- señaló– Desde niño siempre quise plantarlas en casa y verlas crecer, pero me dijeron que era inú...



Miré de nuevo a Satoru, y el cómo se divertía y reía tan tranquilo, sin tensión... sin molestias... Ni siquiera algo de lo que deba que incomodarse.

¿Será mejor nunca contárselo...?

–¿En qué tanto piensas?– Dijo el peliblanco creyendo que no lo estaba escuchando.

–No es nada– Hablé casi susurrando cuando sentí los labios de Satoru rosando los míos. –Solo te estoy atendiendo...-

–Ajá, como si me creyera ese cuento tuyo– Este último, me tomo de la mano y me guío por un pasillo que desconocía.
Sin protestar, acepté y al dejar de caminar, me pegó a la pared, se agachó y comenzó a bajarme la cremallera del pantalón.

–Quería hacer esto desde hace mucho.
¿Te parece bien si puedo relajarte un poco?– Dijo con una sonrisa ansiosa mientras sostenía mi miembro con una de sus manos.

Hacer esto fuera de una habitación... ¿Podría considerarse peligroso?

Mi respiración se cortó ni bien el menor lo introdujo en su boca. Su lengua jugueteaba lentamente contra mi pene y comenzó a succionarlo juntando las paredes de su cavidad a la vez que se agarraba de mis piernas para no perder el equilibrio.
Por instinto, tomé la cabellera del menor y lo acerqué hasta sumergir mi pene en su garganta. No tenía intención de detener este momento, estaba tan apretado y mojado que iba a correrme dentro de él. Y así termino siendo.






.
Satoru comenzó toser fuerte y se alejó unos pasos de un Suguru confundido por la reacción del peliblanco. Este se acercó y trató de ayudarlo. Sin embargo, Gojo no quería que lo viese, estaba demasiado avergonzado como para verlo a los ojos.

Se había atragantado por darse de lleno todo el líquido al estar más concentrado en lamer el miembro del mayor.


















.

En serio que los adolescentes se ponen todo el día tan calientes como idiotas...
.


<<Pensamiento de escritor fracasado excusándose>>

.










.


–¿Te encuentras bien?– Pregunté al peliblanco que se encontraba agachado a unos metros y dándome la espalda.

Este último, suspiró varias veces, se limpió el rostro y se acercó con una sonrisa hasta llegar a mi lado.

–¿Qué tal si vamos a desayunar?– preguntó nervioso después de posar su mano derecha sobre mi hombro.






































........................................................................

Desde aquella vez, se cuenta que Gojo Satoru se volvió muy precavido antes de actuar o hablar, y más si tiene relación con algo físico, y más si contiene el nombre de Geto Suguru.

........................................................................
























""

Se viene un capítulo largo :>

Bye🌙♥️

- Your Feelings - (GetoxGojo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora