20 - Final

401 43 15
                                    


Pequeños movimientos de la manecilla menor contribuían a formar un minuto pasado. Y podía escucharse con toda libertad gracias al momento incómodo que se generó por una discordancia nuestra.

Él seguía mirándome fijamente, su  frente arrugada era señal misma que no tenía intenciones de ceder ante el impedimento.

–... Si me llevas, dejaré que escojas mi uniforme– soltó sin pensarlo claramente.

Si estuviésemos en otra situación, habría aceptado, y lo obligaría a asistir cada día con unos lindos moños rosas, chaqueta y pantalones lila. Lloraría de la vergüenza.
Pero esas infanterías no iban a formar parte de la ecuación, al menos no hoy. Y tal vez por ello Megumi se estaba poniendo más terco que de costumbre.

–Suena bastante tentador, aunque... No, no vas a ir, es imposible que cambie de parecer– repetí la decisión que tuve desde un inicio.

–Pero puedo ser de apoyo junto a los de primer año, Gojo-san. Me servirá como parte de mi preparación– seguía manteniendo su tono habitual, pero cierto desliz al final de la pronunciación me hizo saber que iba a ponerse majadero.

–Megumi, yo también tendré que pelear y no vamos a ir los dos solos como para que pueda tenerte a la vista en todo momento, entiende, no es cualquier misio...–

–Gojo-san, solo me faltan unos meses para estar en la misma situación cuando entre a la preparatoria. No hay necesidad de seguir tratándome con tal hipocresía sabiendo que en cada salida diaria podría morir. No hay diferencia– lo último tuvo que entonarlo más fuerte para que pudiera imponer su idea.
Pero solo logró que suspirara agotado apoyando mi espalda contra la puerta blanca de salida que daba al pasillo del departamento.

–Megumi...– Pasé mis manos sobre las vendas blancas que cubrían mi cara hasta la parte posterior de mi cabeza.

¿Por qué pensé que sería más fácil?

–No quiero discutir contigo–
Se estaba pasando la hora acordada por la directiva y aún seguía aquí, en la cuidad de Saitama.
Debí obedecer e ir de frente a Shinjuku en vez de volver a la prefectura. Pero necesitaba asegurarme que mi niño se quedara en casa pero hasta eso resultó en mi contra.

Megumi iba a enterarse quiera o no, por eso decidí prevenir cualquier movimiento suyo y obligarlo a quedarse es casa.
Saben, no iba a poder lidiar con él y Suguru en la misma pelea, acabarían drenando mi estabilidad por completo. Y no solo eso,
me moriría con solo verlos cruzarse en persona.

–Hagamos esto– saqué un talismán preparado que guardé por si acaso en mi bolsillo, y lo impregné por completo en mi energía maldita para activarlo.
–Si sales, al menos das un paso afuera sea con tu técnica o no. Este talismán se va a anular, y ni se te ocurra salir por otra parte que igual se va a romper, y lo sabré en ese instante–
No alce la voz solo me puse firme porque debía demostrar que no estaba jugando–¿Quedó claro?– Dije lo último pegando el papel en la puerta.

El menor asintió y bajó un poco la cabeza disgustado. Es muy adorable,  sigue teniendo esa carita de molesto desde que es un capullo.

No tardé en sonreír y acariciar su cabello para quitarle la frustración. –Volveré un poco tarde pero no te duermas, eh~
No te olvides que hoy es navidad.–

–Entonces cenaremos arroz frito porque ya no podré salir ni pedir la cena–

–No suena tan mal, supongo que estará bien dejarte a solas con una cocina, espero que la llave contra incendios se active a tiempo– el chasquido en su lengua generó que riera volviendo a revolotear sus oscuros cabellos antes de despedirme y salir de casa, esta vez teletransportándome hacia Shinjuku.

- Your Feelings - (GetoxGojo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora