¿Cuánto tiempo puede soportar un ser humano que ha sido ultrajado y herido sin perder la cordura? ¿Cuánto dolor puede soportar la psique humana sin desmoronarse en mil pedazos?
Abigail, la bailarina con un pasado misterioso del afamado cabaret de...
*Así es. De nuevo. Y "The Chain" es oficialmente la canción que representa a Nino y Vittorio. No olviden escucharla*
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Para que haya traición, debe haber confianza primero. —Suzanne Collins
—¿Qué vas a hacer?
La tierra me mantiene asfixiado, metiéndose en la boca y en mis fosas nasales, pero mi atacante sigue removiendo mi rostro entre las piedras.
—¡Anda, marica! ¿Qué vas a hacer?
No respiro y no importa lo que haga para tratar de quitar su peso de encima: él es mucho más fuerte que yo.
Una patada en mis costillas me obliga a alzar el rostro al cielo. Con la vista nublosa y el sabor a azufre de la sangre llegando a mis labios, notó uno a uno los golpes que me están llevando a la oscuridad.
—¡Oh no, cabrón! ¡No tienes mi permiso de morir! ¡Estarás aquí hasta que yo te diga!
Nino se limpió el sudor con las manos al tiempo que aplastó mi rostro con el tacón sucio de la bota. Al ahogarme con la rodilla, roza su navaja en mi hombro, marcando un camino doloroso que culmina en el filo encajado en la piel.
Lento. Removiéndolo entre los músculos como si quisiese desgarrar fibra por fibra. No siento dolor. Y mi cuerpo solo puede seguir intentando alejarlo.
—Por favor, Vitto. Debes ofrecer algo más que esto. Alguien esta a punto de matarte ¿No harás nada? ¿De verdad? —clava la navaja con fuerza—¿Y ahora? ¿Qué vas a hacer cabrón? —se ríe, volviendo a meter en el hombro—Eres débil. Mírate, lloriqueando por el dolor. Debería matarte aquí mismo para ahorrarte la maldita humillación. Al menos así nadie sabrá que no puedes ni defenderte a ti mismo. ¡Levántate! ¡Arriba!
Lo intento pero es imposible.
—Te mataré.
—¿Qué has dicho? —pregunta burlesco—¡No te escuché, marica! ¿Qué has dicho?
—¡Te mataré!
—¡Hazlo! ¡Anda! —sus golpes me quitan la poca consciencia que me mantenía alerta—¡Por favor! ¡Sabes que no puedes ganarme en un combate!
Y de nuevo volví a perder bajo ese sol incandescente de Cefalú, grabándome sus palabras en la memoria para siempre y advirtiendo del recelo que debía mantener con ese hombre que no temía arrebatar una vida.
Nunca podría estar en un enfrentamiento justo contra Nino Ricci.
⚫
La velación se lleva a cabo en la casa y como, la tradición lo marca, el rezo al creador por un alma inocente no se han detenido por dos noches continuas. Múltiples muestras de respeto adornan la sala principal.