Me sentía mal por mentirle a Yeonjun, pero sabía que no hubiera entendido la verdad o lo habría lastimado. Ninguna opción era viable.
¿Alguna vez les ha gustado otra persona mientras amaban a alguien?
Porque eso me pasó a mí.
Detesto admitirlo, pero una parte de mí nunca pudo olvidarse de Heejin, incluso cuando seguía con Yeonjun, ella todavía me gustaba.
Obviamente la diferencia de la magnitud e intensidad de sentimientos con uno y otro era abismal, sin embargo la coincidencia era esa, la existencia de sentimientos por ambas partes.
Era tan diferente...
Yeonjun era un amor obsesivo, dependiente y enfermizo del cual no me enorgullezco, pero joder, me hacía tan feliz... que incluso sabiendo lo tóxico que era, preferí mil veces no hacer nada más que alimentar esa toxicidad, solo porque ya era una necesidad para mí hacerlo.
Por otro lado, Heejin... Mi cariño por ella era solo eso, cariño, pero uno tan grande que es inmensurable. Si bien no sentía la emoción y nunca sentí las mariposas, con ella siempre sentí esa comodidad que es casi imposible de hallar, esa sensación de hogar... Y también me hacía feliz, claro.
Era un cariño sano, una amistad longeva, una relación bonita pero algo complicada...
Cuando me ponía a pensar en ello, una sonrisa nostálgica se dibujaba en mi rostro.
Dos niños, de ocho y once años corrían en las oscuridades de la noche .
——¡Oppa! ——lloriqueó Heejin intentando seguirme el paso ——¡Oppa espera, corres muy rápido!
——¡Tú eres la lenta! ——Me volteé sin dejar de trotar solo para sacarle la lengua.
——¡Me voy a caer, espera!
——¡Te dije que las niñas no pueden jugar a las carreras!
Llegamos exitosamente a los columpios del parque, aquel parque que nos vio crecer, que fue testigo de la evolución de nuestra relación. Era hermosamente melancólico pensar en el pasar del tiempo. Y pensar que antes de que el columpio fuera demasiado angosto para mí antes mis pies colgaban de este.
Solo eran dos columpios, por eso desde que los encontramos, Heejin y yo decidimos que solo serían nuestros y de nadie más, por lo tanto botábamos a otros niños cuando se acercaban o intentaban sentarse, era de alguna forma tierno.
El mío era el amarillo y el de ella era el rojo.
Ya sentados empezamos a mecernos mientras observábamos las estrellas. Recuerdo que hicimos una competencia de quién podía mecerse más alto, porque ambos queríamos ser el que estuviera más cerca de esos seres refulgentes celestiales.
——¡No se vale! ¡Los niños tienen más fuerza! ——chilló al ver que yo llegaba más alto.
——Eres una llorona.
Heejin frenó y detuvo su columpio, lo que me hizo hacer lo mismo.
——No me gusta jugar contigo ——se quejó con un puchero ——. Me voy a casa ——anunció y se bajó molesta del columpio. Con largas zancadas dramáticas empezó a alejarse de vuelta a casa.
——Oye no, ¿a dónde vas? ——Ansioso me bajé también para detenerla.
——A tu casa, a decirle a papá que nos lleve a nuestra casa.
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YUANFEN [Yeonbin/Soojun]
FanfictionLas almas gemelas sí existen. Pero, ¿quién dijo que tiene que haber un final feliz? ¿O siquiera un inicio? Recuerda que nada es lo que parece. . Choi Soobin es un simple joven universitario que por cuestiones del destino, cruza caminos con Choi Yeon...