Jamás podría olvidar las tardes como esas.
En especial esa.
La piel dorada de Yeonjun se sentía suave bajo mi tacto, acariciaba su pecho porque sabía que amaba que lo hiciera. Nuestras piernas desnudas descansaban entrelazadas. Él me tenía abrazado de la cintura con un brazo, mientras que con el otro, había tomado un encendedor y un cigarrillo de su mesita de noche, el cual prendió hábilmente aún sosteniéndome.
Se lo llevó a los labios y caló profundo, cerrando los ojos, haciéndome quedar embelesado por lo bien que se veía siempre que hacía eso.
Mi novio era muy bonito.
Los momentos post sexo siempre fueron mis favoritos. Toda la piel y toda la intimidad después de la entrega absoluta de confianza, era lo mejor para mí.
Me sentía amado, y me gustaba asegurarme de que Yeonjun se sintiera igual.
Yeonjun expulsó gradualmente el humo en lo que acariciaba mi desnuda cintura con sus nudillos. Cada mínimo toque suyo siempre me hizo delirar.
Me ofreció del cigarrillo en su mano, acepté calando también. Me miraba con una sonrisa.
Si le preguntas a algunos la mejor combinación, muchos te dirán café con leche, otros, fresas con chocolate.
¿La mía? Yeonjun en la cama con un cigarrillo de pila.
Jugando con el humo y riendo tontamente, terminamos el cigarrillo entre los dos.
Eso siempre significaba en nuestro idioma, hora de levantarse.
Yeonjun me dio un pico, seguidamente dándole dos palmaditas traviesas a mi culo antes de soltarme, removerse para que dejara de "aplastarlo" y por fin sentarse.
Me quedé mirando sonriente su espalda desnuda, sintiéndome feliz, incluso más feliz ese día porque había sido un día mágico.
Yeonjun empezó a vestirse, y cuando ya tenía el pantalón puesto, volteó a verme. Yo no me había movido un centímetro, de hecho, escondí la mitad del rostro en la almohada, y con el único ojo que podía abrir, me encargué de no perderme del espectáculo que me daban los músculos de su espalda.
Se giró y sonrió.
——Soobin vamos, vístete ——dijo entre risas.
Yo me quejé con un gruñido de pereza, estirándome cómodamente entre las tibias sábanas.
No quería irme, quería que nos quedaríamos así para siempre.
——¿Podemos quedarnos? Son las cinco, recién va a atardecer. ——Lo miré coquetamente palmeando dos veces donde había estado su cuerpo minutos antes.
Yeonjun rió de vuelta y me dio la espalda de nuevo, negando con la cabeza empezó a calzarse sus botas negras.
——Levanta tu bonito trasero. Todavía te tengo una sorpresa más.
——¿Otra? ——Con la sorpresa y los escalofríos a flor de piel, eso sí que me hizo levantarme.
Se giró por sobre su hombro y suavemente dijo:
——No se cumple un año juntos todos los días, ¿verdad?
Me quedé sin palabras. Intentaba decir algo, pero todo yo era un caos.
El amor es solo una palabra hasta que alguien le da sentido.
——P-Pero y la cena romántica, e-el desayuno, las rosas, y-
Yeonjun se acercó y acomodó para mirarme a los ojos, sonriendo tan lindo como siempre. Puso su índice en sus labios pidiéndome silencio.
——Choi Soobin, si el día tuviera más de 24 horas, te habría llevado hasta la luna si eso fuera posible. Déjame consentirte como es debido. Es una fecha especial, mi amor. Sé que eres todo un antirromántico y un aguafiestas todo el tiempo, y que yo soy el tipo cool aquí ——Me reí porque era cierto ——, pero te prometo que será lo último por hoy.
ESTÁS LEYENDO
YUANFEN [Yeonbin/Soojun]
FanfictionLas almas gemelas sí existen. Pero, ¿quién dijo que tiene que haber un final feliz? ¿O siquiera un inicio? Recuerda que nada es lo que parece. . Choi Soobin es un simple joven universitario que por cuestiones del destino, cruza caminos con Choi Yeon...