Mientras la humana duerme me trepo sobre el sofá donde ha dejado su portátil, ¿cómo sé el nombre de esa cosa?
— ¡Mierda! ¡Ya se le fue la puta WiFi al portátil! ¡Hijo de tu puta batería! ¡Era la mejor parte de la película desgraciado!
Recuerdo cuando le gritó a aquella cosa inanimada y ruedo los ojos, a ese desastre pelirrojo le faltan más de dos tornillos.
Estuve observándola durante estos últimos tres días escribir ahí, así que ya tengo una idea de qué hacer con esta cosa.
Con mis patas tecleo la contraseña con suma dificultad y ahora puedo ver una foto de la chica de fondo, esta acostada sobre una cama y unas sábanas blancas quedan enrolladas estratégicamente entre sus piernas y sus senos, dejando todo y nada a la imaginación.
Me desconcentro de esa tonta imagen y con mi nariz logro abrir a lo que ella llama un "navegador", en el buscador escribo lo que busco y me sorprende la cantidad de resultados que encuentro.
Si quiero sobrevivir en este mundo debía aprender a que podía enfrentarme, se me avecinaba una noche muy larga.
(...)
Siento unas caricias a través de mi cuerpo que se sienten extremadamente bien. Un sonido sale de mi garganta y me remuevo un poco.
— Buenos días gatito —escucho una voz femenina y con pereza abro uno de mis ojos viendo aquel cabello rizado.
Vuelvo a cerrarlo disfrutando de las caricias a mi pelaje.
— No he podido encontrar tu casa —piensa en voz alta.
« Ni lo harás. »
— Mmm, debería ponerte un nombre si te vas a quedar conmigo.
« Me llamo "gato", con eso basta. »
— ¿Cómo debo llamarte?
« No te molestes, de todas maneras no me quedaré aquí por mucho. »
— ¿Qué tal Pimienta? —levanto mi cabeza observando al saco de carne, si se atrevía a llamarme así le arañaría la cara—, no soy buena para poner nombres —suspira cansada.
— Eso se nota —digo y me pongo de pie, encendiendo la computadora con mi pata y esta se abre directo al escritorio ya que le había quitado la seguridad.
Los Ángeles Caídos fuimos dotados con una gran memoria por suerte y creo que pude actualizarme lo mejor posible con las cosas actuales.
El internet es muy útil, ya veo porque la mayoría de los humanos pasan tanto tiempo en esta.
— Mira desastrosa —Le digo y ella frunce su ceño al ver un artículo de Google que porta mi nombre.
— ¿Semyazza? —Su voz dudosa se desliza por cada letra y me mira para luego quedar pensativa—. Que raro, no recuerdo haber buscado esto ayer.
« Si que es tonta. » Pero claro, nunca sospechan del gato, supongo que es algo ventajoso.
— Entonces te llamas Semyazza —afirma y hace una mueca—. Es un nombre muy raro para un gato, te llamaré Samy —dice sonriente y quedo incrédulo ante esta cosa despeinada frente a mí.
Mentalmente me golpeo y me rindo, que me diga como quiera, no me voy a alterar, leí que el estrés hace que se caiga el pelo, no quiero quedarme como el gato egipcio.
— Bueno Samy, iré a trabajar —palmea sus piernas y se pone de pie para ir a por su bolso
Como todas las mañanas sale y me quedo solo.
Necesito comunicarme con alguien que sepa como poder quitarme esta cosa que llevo alrededor del cuello o estaré condenado a vivir en el cuerpo de un miserable gato por el resto de mi vida.
Salgo por la ventana abierta y entre saltos logro descender desde el tercer piso de aquel edificio al suelo.
Gracias a mi olfato logro localizar un área donde la conexión con el infierno es débil y me dirijo a esta.
Entre unos arbustos se halla el tronco de un árbol. Rodeo este y con mi pata trazo el símbolo de Lucifer sobre la tierra, desato mi aura demoníaca y el sello que he dibujado brilla en un tono rojizo al igual que mis ojos y soy absorbido por este apareciendo nuevamente en el infierno.
Atravieso las calles rojizas con cuidado de que la menor cantidad de demonios me vean y llego al hogar de quien busco.
— ¡Yekun! –exclamo y un maullido es lo que debió haber oído, detesto estar en esta forma.
Rasguño la puerta y poco después es abierta, veo al castaño salir y observarme confundido.
— Idiota, por favor, dime que puedes entenderme —pido.
— Lo siento, no entender lenguaje de gato —dice pausado.
— ¿Ahora que haré? —Me cuestiono comenzando a caminar de un lado a otro—. Ya sé.
Me pongo en dos patas y doy pequeños saltos para después llevar ambas patas a mi pecho y caer en el suelo, me vuelvo a poner de pie y corro en el lugar para después rodar por el suelo y...
Escucho las carcajadas de Yekun y entrecierro mis ojos hacia él.
— ¿De qué te ríes?, esto es serio.
— De nada —asegura.
— De acuerdo, ahora presta atención que... —Y ahí es donde caigo en cuenta, si puede entenderme—. ¿Me has hecho hacer estas estupideces por gusto?
— Lo siento, fue bastante entretenido mientras duró —comenta y me dan ganas de rasguñarle los ojos—. Fui el responsable de enseñarles a los humanos el lenguaje, ¿por qué no sabría hablar el idioma de los gatos? Ven, entra —dice dándome paso y así lo hago.
Subo sobre la mesa y él se sienta frente a mí.
— Ahora dime, ¿cómo terminaste en esa forma?
(...)
— En fin, esa fue toda la historia —digo culminando mi relato y él parece meditarlo por unos segundos—, ¿y dónde queda la casa de esa chica?
— Ni yo mismo sé —admito.
— Que pena, tal vez sea muy linda —Me guiña un ojo—, me gustaría visitarla.
Ruedo los ojos — Céntrate quieres? Estoy atrapado en este estúpido cuerpo y tú con tus calenturas —Me quejo.
— Vale, disculpa, tienes razón —levanta ambas manos en señal de inocencia—. Espera aquí, iré a buscar entre mis libros a ver que encuentro.
(...)
Minutos después le veo volver y me observa.
— Bueno, solo hallé algo relacionado, y es que debe quitártelo un poder que sobrepase al del collar.
— ¿Alguna criatura lo tiene?
— Teóricamente solo existen dos tipos de criaturas que te lo pueden quitar, o una bruja o un hechicero.
— Genial —comento sarcástico.
Literalmente las brujas y hechiceros estaban en extinción desde hace milenios.
— Es todo lo que puedo hacer por ti, lo siento.
Suspiro cansado.
— Gracias Yekun —expreso saliendo de ahí.
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Yo soy la chica cuando se me va el internet😅
¿Que opinan del nuevo personaje?
¿Les agrada la lunática?
Sin han llegado aquí gracias por leer y darle una oportunidad a la historia💜
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Ángel de alas oscuras
FantasiSemyazza, líder de los ángeles caídos, ha sido involucrado en una trampa. Obligado a mantener su forma animal deambula por las calles de California luego de haberse prometido no volver a pisar aquel mundo. Una humana pelirroja le salva el pellejo...