Capítulo 19: Acercamiento fallido

3.8K 439 80
                                    

Pov Allison

— Aich, odio el frío —masculla Semyazza mientras caminamos hasta la parada del ómnibus—. No entiendo por qué te gusta caminar si puedo teletransportarnos.

— Que llorón eres Samy —Me burlo y él estornuda—. Dios nos dio pies por un motivo.

— Y a mí me dio alas y poderes por algo —reclama.

Ya se pasó mi período y gracias al Caído a mi lado no fue tan malo como siempre. Lo observo de reojo. Lo cubre un abrigo negro grande para resguardar su calor, supongo que no está acostumbrado a este ambiente.

Al llegar al ómnibus entramos en este y el cuerpo de mi acompañante tirita.

— Por Lucifer, que castigo es el invierno —masculla.

— Te dije que te quedases en casa, pero eres obstinado.

— Es parte del encanto de mi personalidad —aclara y bufo.

— Creído —mascullo.

De reojo veo a un par de colegialas cuchichear entre ella mientras miran a mi acompañante, yo me limito a rodar los ojos ante esto.

Al bajar del ómnibus tenemos que caminar por unas dos calles hasta llegar a la empresa.

— Oh, ¿qué es esto? —pregunta Semyazza y me detengo volteando ya que él se había quedado atrás.

Del cielo comienzan a descender varios copos de nieve y él los observa maravillado.

— ¿Qué son estos puntos blancos?

— Es nieve —Le sonrío—. Estamos bajo la primera nevada del año.

— Nieve —Se queda viendo a nuestro alrededor y sonríe—. Es muy lindo.

Suelto una pequeña risa cuando un copo cae en la punta de su nariz y la enfurruña en un gesto tierno. Nadie creería que este ser proviene del mismísimo infierno.

— Es muy fría —Se queja.

Me acerco a él y saco mi bufanda, colocándola en su cuello para abrigarlo, el frío debe ser una verdadera tortura para él.

— Mantente caliente, ya que ahora hará mucho más frío —advierto y acomodo su abrigo. Subo mi mirada a sus ojos y río—. ¿Ya tienes tanto frío como para sonrojarte? —Su nariz y mejillas estaban rojas—. Que tierno cubito de hielo.

— No soy tierno —desvía su mirada, pero eso es porque no se ha visto en un espejo.

— Apresurémonos o llegaré tarde —pido adelantándome a él.

Al estar frente a la empresa ya no puedo ver a Semyazza. En estos momentos está modo invisible según él.

Entro a las instalaciones y Sulema se acerca corriendo a mí y abrazándome.

— Allison, te extrañé tanto —frota su mejilla contra la mía y río.

— Solo fueron dos días, el fin de semana pasa volando —digo divertida ante su efusivo saludo.

— No importa —Se queja la peliazul.

Sulema se ha acercado mucho a mí desde hace un par de semanas, incluso me fue a visitar durante mi período. Y sí, es completamente humana, confirmado por Semyazza.

— Sul, vamos, ya estamos retrasadas —advierto.

Ella enlaza su brazo al mío y nos dirigimos al elevador.

(...)

— ¿En qué piensas? —Me pregunta Sulema mientras almorzamos juntas en la cafetería.

— Siento que le debo un favor a alguien y quiero pagarlo —expreso dándole una mordida a mi sándwich de pavo.

Ángel de alas oscurasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora