Regreso

79 11 16
                                    

Este capítulo podría causarles anciedad, ataques de irá y ganas de matar personajes, segundo aviso v:

†.........Viernes, 8:00 a.m..........†

Genya casi se infarta al ver a Haganezuka parado en el jardín esperando a que terminara de saltar la pared para entrar, se sentía algo nervioso pero no iba a quedarse allí por siempre.

Haganezuka lo miro con la cara más neutral que podía pero estaba sumamente impresionado, lo que podrían hacer juntos como asesinos o ladrones sería... Increíble.

- buenos días, joven Shinazugawa ¿Paseo de madrugada? -cuestiono serio.

Genya suspiro: te diste cuenta cuando salí... -dijo en voz baja.

Haganezuka: debo cuidar a mis amos, no lo olvide.

Genya: claro...

Haganezuka: ¿Puedo saber a dónde fue?

Genya: hhhmmm... Con... Mis amigos...

Haganezuka: ¿De madrugada? ¿Que clase de amigos son esos? -pregunto alzando una ceja.

Genya le sonrió de forma un poco cínica.

- la clase de amigos que tú tendrías si salieras más.

Haganezuka sintió algo vibrar en su interior con eso ¿Por qué se sentía como hablar con un igual? Aunque no lo quisiera aparentar, era hijo de alguien millonario, carajo ¿Por qué no se sentía así?

- eso no responde la pregunta... -dijo acercándose más al menor.

Se quedaron mirandose un momento, y ambos vieron algo, algo que los hizo sentir que no eran tan diferentes, pero en eso...

- ¡El patrón está llegando! -exclamo Aoi asustada al borde del llanto.

Haganezuka se tenzo ¿Tan pronto? había sido cómo lo pensó, se apresuró a llegar sin decirle a nadie y de la forma menos llamativa, solo significaba una cosa... Algo malo iba a pasar.

Haganezuka: necesito que suba y les avise a los señoritos, los Kamado deben ocultarse, escondanse en sus habitaciones y no hagan ruido, intentaré distraerlo y darle tiempo -explico rápido.

Genya asintio, la mansión era enorme, un paso en falso y se caería a una muerte segura, pero no era momento de dudas, o lo mataba la caída o ese monstruo rubio que recién llegaba, por qué no podía arriesgarse a ir por puerta.

‡..............‡

Shinjuro Rengoku, un hombre bastante bien conservado para su edad, inteligente, reservado y bueno para las crisis, o lo era antes de convertirse en un alcohólico hijo de puta.

Estaba allí, mirando la mancion que tres años atrás abandono, con su hijo medio muerto y sus negocios al borde del colapso, dónde perdió a la única persona que creyó en el cuando no era nada, ni nadie, dónde el se había encargado de lastimar y destruir poco a poco a esa misma persona, por qué no, no solo la enfermedad la mato... Fue la depresión la que terminó el trabajo.

Dió un largo y pesado suspiro,  había vuelto, para retomar el trono de tan magnífico castillo, entre más lo miraba más se convencía...

CantarellaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora