¿Tendremos una boda?

83 12 8
                                    

- tranquilos por favor, deben confiar en Haganezuka - Aoi intentaba calmar a sus asustados amigos.

- ¡¡Ese monstruo va a lastimar a Kyojuro!! -gritaba Tanjiro intentando safarse.

- ¡¡Mi Senjuro, lo va a lastimar!! ¡¡No puedo permitirlo!! -gritaba la ojirosa intentando soltarse.

A Genya le costó muchísimo trabajo sacarlos, se rehusaban a irse sin los Rengoku, Haganezuka les contó la razón de su regreso y sabían que algo saldría mal.

Pero Genya los convenció, solo que no tenían a dónde ir, así que Tanjiro recordó su vieja y amada casa, estaba alejada y olvidada por todos, así que dejo dicho a Kanamori, el conductor de los carruajes que debían verlos allí, ya que parecía de confianza, siempre hablaba con Haganezuka.

La mansión estaba vacía, así que dejaron las rejas principales abiertas, no les quedó más que calmarse, ya que Genya los amarro de la cintura a un pilar usando un par de cadenas para que no huyeran.

‡..................‡

Genya estaba sentado en un sillón cerca del teléfono, llamo a Shinobu, Himejima, Inosuke y Sanemi, para decirles que Shinjuro había llegado y que no debian acercarse por nada del mundo, obviamente, debían correr la voz.

"Sanemi no te odia, es solo que está confundido, el te quiere mucho"

Genya suspiro pesadamente cubriendo su cara con frustración.

- creo que sí me odia, mamá... -susurro para si mismo.

Respiro profundo intentando sacar esos pensamientos y camino a dónde dejo a los Kamado, debía desatarlos y esperar a Haganezuka para hablar con el.

†.................†

- ¡Kyojuro!
- ¡Senjuro!

Gritaron al mismo tiempo los Kamado, al ver entrar a sus amados rubios lastimados y con evidente tristeza, corrieron a abrazarlos con fuerza.

- ¿Que te hizo ese monstruo? -cuestiono preocupada tocando muy suavemente su labio y su mejilla.

- lo siento, Nezuko, es que no podía soportarlo más... -dijo en un susurro.

- ¡No lo hagas de nuevo! No puedes enfrentar cosas así solo ¡Somos un equipo! -regaño la ojirosa.

- ... ya no me regañes -dijo con un puchero poniendo la frente en el hombro contrario- me duele, mimame mejor.

Nezuko sonrió y rodeo su cuerpo con un brazo y con su mano libre acaricio sus cabellos.

- no tienes remedio, Senjuro -dijo aliviada.

Tanjiro: Kyojuro... Hablame... Me estás asustando... -susurro con miedo.

Kyojuro llevaba ese rato solo con la cara hundida en el hombro contrario, no lo abrazaba, solo estaba recargado y temblaba.

- no merezco estar contigo... -susurro el rubio.

Tanjiro sintió que estrujaban su corazoncito.

- ¿Que...? ¿Que dijiste Kyojuro? -pregunto intentando no entrar en pánico.

Kyojuro: ... Creía que había logrado ser diferente... Pero no... Soy como mi padre... Un monstruo... Si Senjuro no me hubiera detenido, seguro lo hubiera matado... -su voz se quebraba más a cada palabra- tu eres como un ángel... No puedes estar con un monstruo...

CantarellaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora