Chapter Thirteen

377 27 0
                                    


Sooah
San Petersburgo, Rusia

La chica tallaba sus brazos con delicadeza debido a la suavidad de la esponja. Se sentía bien consigo misma, pero a la vez demasiado apenada por haberle dicho a Taeyong que había manchado su cama con su periodo, había sido demasiado vergonzoso.

Señorita, aquí tiene sus prendas, el amo pidió especialmente esto para usted. —Sooah se dispuso a contestar— no me agradezca, son órdenes del amo

Y sus pasos junto con el ruido de su bastón poco a poco se fue alejando de ese lugar, dejando a la chica de nuevo en el silencio del cuarto de baño, que simplemente la rodeaba.
Sooah tuvo que esperar en aquella tina, hasta que Taeyong llegara, el cual no tardó mucho y a su parecer se veía lindo por la manera en la que llevaba la bolsa de papel llena hasta el tope.

—¿Que tanto traes ahí? —se cubrió con la bata que tenía a un lado— solo necesitaba unos paquetes no toda la tienda

—No sabía cuál podrías necesitar, traje con alas, sin alas. Flujo moderado, abundante, super abundante. Nocturnas, regulares y extra protección. —dejó la bolsa en el suelo y sacó todos los paquetes— también traje estas cosas que me recomendaron, pero no se para que demonios sirvan. —la chica se puso roja de tan solo ver las copas menstruales y el tampon— supongo que tu tampoco lo sabes debido a la cara que pusiste

Sooah quiso que la tierra la tragase en ese momento, se sentía exhibida y expuesta en todos sentidos, literalmente todos. Además de estar desnuda en la bañera pero con jabón y agua cubriendo lo suficiente, Taeyong no le importaba hablar de esos temas. Madre mía.

—¿P-Puedes salir? —el peliazul la miró confundido— es que me quiero cambiar y colocar lo necesario

—Muñeca~ te mire el primer día en el que te convertiste mía, por si no lo recuerdas también te duche y debo admitir que tu culito es demasiado tierno. —si antes estaba roja ahora no podía imaginar como estaba, lo más seguro es que parecía semáforo o peor— Vamos, sal de ahí

Taeyong procuro cerrar los ojos ojos sin mirar, se sentía extraño hacer eso con Sooah, nunca lo había hecho anteriormente, se sentía distinto. Completo, lleno de calidez.

—Iré por tu toalla, espera aquí y tranquila no miraré. —la puerta se abrió y Sooah trato de contener una carcajada en cuanto el golpe en seco resonó en sus oídos y en cuanto vio a Taeyong golpearse en la frente contra el marco de la puerta— puerta de mierda 

Pensaba que estaba loca, pero el ver la otra fase del chico le hacía, sentir distinta. Tal vez y solo tal vez, Taeyong comenzaba a atraerle, ¿pero como estaba atraída por alguien que mató justo delante de ella? Probablemente estaba enferma mentalmente, era su opción más viable.

Con tan sólo ver sus ojos, se daba cuenta de que en el fondo había un lindo chico, amable y cariñoso. Podría equivocarse en su especulación, sin embargo también podía estar en lo correcto.

No, no... —sacudió su cabeza lentamente y habló para si misma, si de verdad estaba atraída por él, debía estar loca— es imposible que me guste, es un asesino lo opuesto a Yoonoh, no puedo enamorarme de él

—¿Dijiste algo? —llegó de nuevo con los ojos cerrados y la toalla en manos— escuché que balbuceabas

—Me estaba preguntando porque tardaba a tanto. —esa respuesta era la mas tonta que había dicho, y por supuesto Taeyong no se veía convencido del todo— solo damela

—No. —se alejó lo suficiente para que ella no se moviera—

—Dejate de juegos y damela. —de nuevo trato de quitársela, resbalando en el intento y casi cayendo al suelo— ¿acaso estas jodiendo mi vida aun más?

—Tal vez. —sonrió al escucharla molesta— Vamos muñeca, se que puedes quitarme este pedazo de tela, por el amor de Dios tengo los ojos cerrados y no has podido hacerlo

Nunca se imagino el sentir un pisoton en el pie, que lo dejó adolorido y con rostro de sufrimiento, provocando que soltara la toalla y abriera sus ojos con sorpresa para tomar su pie y comenzar a masajearlo con delicadeza.
En cuanto levantó su vista no pudo evitar observar a la chica colocando la toalla con desesperación y con la respiración agitada debido a que no había tenido tiempo de pensar en lo que había sucedido.

—¡Dijiste que no verías! —Sooah no pudo evitar gritarle, se sentía demasiado expuesta y a decir verdad, la manera en la que Taeyong la observaba le gustaba pero a la vez le daba cierto miedo— ¿porqué me miras así?

El azabache no dijo nada, solo bajo su pierna y a pesar de ir "cojeando" por el pisoton, llegó hasta Sooah quien simplemente trastabillo un poco por el suelo mojado.
No pudo no siquiera respirar de tenerlo tan cerca, sentía la respiración del chico en la coronilla de su cabeza. No quería levantar la mirada, sabía que la estaba viendo, pensaba que estaba molesto por su acción.

—L-Lo siento~ —apenada, esas palabras salieron de sus labios— pero no me gusta andar desnuda y menos frente a alguien

De nuevo silencio, algo que comenzaba a agobiarla. ¿Debía levantar la mirada o simplemente salir lento y con cautela sin generar movimientos bruscos? Tal vez la segunda opción era la mejor, pero no siquiera le dio tiempo de pensar, pues la acción que había cometido el peliazul, estaba más allá de lo que su mente imaginaba.

Los labios contrarios se movían al compás de los suyos, podía sentir como las manos del chico se colocaban una en su mejilla u otra en su espalda baja, tratando de que ella no se distanciara y arruinaría el bello momento que estaban tendiendo.
Taeyong no pudo evitar besarla de esa manera, su subconsciente no sabía que ocurría ni como había llegado a eso. Podía haberla matado como su antigua muñeca, no supo que lo hizo cambiar de parecer ni tampoco quería averiguarlo. Su único pensamiento en esos instantes era besarla hasta el punto de casi comeré la boca, estaba deseoso sin embargo debía esperar (lo cual nunca hacía) hasta que su muñeca esté lista para recibirlo.

𝑴𝒂𝒇𝒊𝒂'𝒔 𝒐𝒃𝒔𝒆𝒔𝒔𝒊𝒐𝒏 [𝑳𝒆𝒆 𝑻𝒂𝒆𝒚𝒐𝒏𝒈]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora