Chapter Four

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Sooah
Ubicación desconocida
Una semana después

No había comido nada de lo que le habían dado, sus fuerzas estaban por los suelos debido a haber intentando quitarse las cadenas y dejar marcas permanentes con sangre seca en los bordes, que ya había olvidado que tenía.

Se sentía sucia, no se había bañado y el simple olor de sus fluidos a un lado la asqueaba.
No había señales de Taeyong por ninguna parte, desde esa última vez que le dijo que la tendría ahí no había vuelto a aparecer y eso en cierto punto la aliviaba, pues podría haberse olvidado de que estaba ahí.

Por la poca luz solar que entraba, podía determinar que eran pasadas las once del día, no tardarían en llevarle la charola con el pan y agua, como la que tenía a unos centímetros de distancia de sus pies, pero que se había dignado a no tocar.
Sus especulaciones fueron correctas, la anciana volvió a entrar con la bandeja de metal, negando levemente con la cabeza y recogiendo la charola anterior para colocar la nueva.
Sooah no podía entender como no se sentía asqueada de tan solo entrar ahí y estar junto de ella, suponía que ya había sucedido eso antes.

-Debe de comer, el amo vendrá en algún momento en cuanto se entere que no come. -Sooah no se molesto en girar su cabeza, siguió con el rostro escondido entre sus brazos e ignoro por completo las palabras de la anciana- esto terminará mal

Finalmente a pasos pesados y lentos, la mujer pudo salir de ahí cerrando la puerta detrás de ella y haciendo que de nuevo, solo se escuchara la respiración pesada de Sooah que luchaba por sobrevivir.
Sus labios resecos, cabello graso, uñas llenas de tierra por intentar quitar sus cadenas. Pies fríos y un dolor insoportable en su estómago al no tener una gota de agua y una porción de comida. Sabía que no sobrevivirá la noche.

Ni siquiera reaccionó en cuanto el estruendo de la puerta siendo abierta de golpe, se hizo presente. Taeyong estaba ahí, furioso de que haya visto la charola con comida llena y a la anciana apenada de que la chica no haya comido nada.
A pasos peligrosos se acercó a Sooah quien simplemente dejó salir un leve quejido en cuanto sostuvo su mandíbula con fuerza. Esos ojos que él había visto con vida unos días antes, ahora estaban vacíos. Esos labios que se veían esponjosos a su parecer, ahora lucían como un trozo de carne seca.
Sabía que Sooah estaba muriendo lentamente, y eso lo desesperaba.

-Come de una maldita vez. -apretó más la mandíbula de la peli negra, quien sólo hizo un movimiento con su cabeza y se golpeó contra la pared en un intento por zafarse de su agarre- y una mierda, ¡debes de comer!

-P-Prefiero morir de hambre y sed, a que me maten en cuanto lo decidas. -esas palabras resonaron en la cabeza de Taeyong, quien solo la miró unos segundos y salió de ahí, dejando la puerta abierta-

No tardó en regresar y el simple tintineo de las llaves hizo que Sooah abriera sus ojos con pesadez. Sintió sus muñecas ser liberadas y poco después como el calor del cuerpo ajeno la rodeaba, por primera vez en días.

-Preparen una bañera con agua tibia y toallas. -Sooah escucho perfectamente eso, pero en ese momento estaba demasiado débil como para soltarse y huir de ahí-

Unos minutos después, sintió de nuevo el frío suelo y como la puerta era cerrada. El sentir las manos del chico quitando su ropa con delicadeza hizo que se alterara y comenzara a moverse, de nuevo el miedo comenzaba a ganar más que su razón y comenzó a dar manotazos sin ningún tipo de patrón y fuerza, solo provocando que Taeyong la mirara curioso.

-No te haré nada, deja de comportarte como una cabra loca. -su voz se escuchaba más tranquila que antes, provocando que Sooah se quedara un poco, solo un poco más tranquila y que pronto su cuerpo expuesto tocará el agua tibia de la bañera-

Abrió los ojos de golpe y se vio a sí misma sin ningún tipo de ropa, solo con la espuma del jabón flotando en el agua y las manos del chico tallando su cuero cabelludo y una esponja en su espalda.

-¿Q-Que estas haciendo? -trato de quitar sus manos de su cabeza- d-déjame

-Te estoy duchando, apestas demasiado. -la vergüenza comenzó a consumirla después de las palabras de Taeyong, no quería ni imaginar cómo estaba su cuerpo entero y lo peor de todo, ¿porque la estaba duchando él?- me sorprende que hayas sobrevivido una semana sin comer, tienes ganas de vivir lo cual es demasiado raro, normalmente se ahorca con las cadenas quienes están ahí y veo que tu lo hiciste de manera distinta.

Sooah ni dijo nada, solo comenzó a jugar con las burbujas de jabón y el agua. Al chico le pareció tierno verla de esa manera.
Después de varios minutos ahí, Taeyong ni siquiera supo en qué momento se quedó dormida, pero aún así siguió tallando su cuerpo con delicadeza, delineando cada hueso salido de su espalda, sus mejillas, sus caderas. Era su nueva muñeca, solo suya y eso nadie lo iba a cambiar.

-No dejaré que nadie te toque, solo yo podré hacerlo. -quitó sus manos con rapidez al ver que se removía un poco para acomodarse-

Por primera vez Taeyong tendría a su muñeca, la cuidaría como nunca lo había hecho con nadie más, pues sentía distintos sentimientos al verla. Ella sobrevivió sin importar que no haya comido, prefirió tratar morir de hambre que dejar que él la matara.
Le fascinó su espíritu de supervivencia.

-Yoonoh~ -sus pensamientos se detuvieron al escuchar ese nombre- n-no me dejes

¿Quien era Yoonoh? Por que de tan solo pensar que estuvo con ella le hervía la sangre y lo más importante de todo, ¿porque Sooah estaba llorando mientras repetía su nombre en sueños?

𝑴𝒂𝒇𝒊𝒂'𝒔 𝒐𝒃𝒔𝒆𝒔𝒔𝒊𝒐𝒏 [𝑳𝒆𝒆 𝑻𝒂𝒆𝒚𝒐𝒏𝒈]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora