Chapter Sixteen

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Sooah
San Petersburgo, Rusia


Sooah se encontraba en trance, seguía viendo el cuerpo del hombre que Taeyong había asesinado justo frente a sus ojos.
Su manos apretaban sus prendas de vestir, su rostro contenía unas cuantas gotas de sangre y las lágrimas rodeaban lentamente en silencio por sus mejillas.

Decide muñeca. —solamente escucho esas palabras, no podía evitar el simple hecho de que no había podido hacer nada, se que se había quedado ahí, solo gritando y suplicando que se detuviera, se sentía la peor persona del mundo— ¿defenderlos para después morir como ellos ó estar a mi lado y no tener que preocuparte por algo?

No pudo pronunciar palabra alguna, era como si sus labios estuviesen sellados, como si su lengua no existiera. Todo su cuerpo temblaba y al escuchar los pasos del azabache acercarse aún más a ella, solo levantó su vista.

No creo que quieras quedarte aquí, ¿o si? —no quería, pero tampoco quería estar al lado de un asesino, menos lleno de sangre en el torso superior, asesinando frente a ella, torturando—

Y-Yo. —no pudo decir algo más, simplemente se dio cuenta de como la fuerza en su cuerpo se desvanecía por unos instantes, como su rostro chocaba contra el frío suelo lleno de heno y como el peliazul se acercaba a ella, tal como la primera vez que había visto sus zapatos llenos de sangre—

Sentía como la desataba, como la tomaba en sus brazos, pero de nuevo esa sensación de no poder hacer nada comenzaba a desesperarla. Era su prisionera, estaba encerrada en una pesadilla de la cual quería escapar.
Todos esos métodos de tortura la estaban volviendo loca, creí que tal vez, el hecho de que Taeyong la había besado, lo estaba cambiando algo.

Se había equivocado

De nuevo el sonido de los escalones se hicieron presentes en sus oídos, ¿podía tener una oportunidad de salir viva se ese lugar? La probabilidad era casi cero, pero no nula, podía salir de ahí y morir en el intento con un disparo en la cabeza, una forma no tan dolorosa de morir.

Limpien ahí abajo y por favor que no quede alguna mancha. —sabía que le hablaba a sus guardias, los cuales sería imposible de evitar a menos~ que saliera de noche, lo cual sonaba bastante estúpido en su cabeza—

Poco después, sintió el frío colchón contra su espalda, como las mantas la cubrían hasta en pecho y como sus manos eran colocadas sobre su estómago, unidas. Su cabello siendo arreglado por las manos del chico, hasta el punto de que no tuviera un solo cabello en el rostro.

Mi perfecta y hermosa muñeca. —Taeyong tenía problemas serios con esa palabra, con todas mejor dicho— tú me obligaste a hacer eso, no me culpes, pero la verdad debías observar quien era en realidad

El calor a su lado se alejo poco a poco, escuchando como la puerta se abría y se cerraba.
Abrió sus ojos de inmediato, no se había desmayado, lo cual había sido perfecto para despistar al chico (o eso creía ella).

Se levantó de la cama, quitando las sábanas de por medio y tratando de limpiar su cabello y rostro de las manchas de sangre que tenía.
Comenzó a caminar hacia la ventana, tratando de abrirla y dándose cuenta que estaban cerradas.

Sintió un escalofrío recorrer su espalda, en cuanto escucho la puerta abrirse de nuevo, y como el ruido de los finos zapatos de vestir se acercaban cada vez más a ella, hasta por fin detenerse y solo sentir la respiración del chico en su cabeza.

¿Creíste que de verdad no sabía que estabas despierta? —su cuerpo entero comenzó a temblar de nuevo, sintió las manos de Taeyong tomar sus caderas y poco después dirigirla a uno de los muros de la habitación, donde le dio la vuelta y la miró con aquellos ojos que tanto le daban miedo— ¿intentando escapar, no es así?

Sus dedos recorrieron sus mejillas, haciendo que ella simplemente cerrara sus ojos ante él tacto, no estaba disfrutando para nada o eso le decía su mente. Su cuerpo por otro lado, reaccionaba de manera distinta, cada que las suaves manos del chico acariciaba y delineaban su mejilla, ella reaccionaba y se acercaba aún más a ellas.

La estaba controlando, manipulando de la peor manera. Algo que simplemente le disgustaba pero en algún punto le encantaba.
Sintió la respiración del chico sobre su nariz, acercándose cada vez a sus labios.

Sé mía, por favor. —era la primera vez que lo estaba escuchando, el decir esa palabra— déjame hacerte mía

Los labios contrarios chocaron contra los suyos, en un intento desesperado por querer probar su dulce sabor. El chico sostuvo su cuello con locura y posesión, mientras que su otra mano apretaba y amasaba a su gusto, la cintura de su querida muñeca.

Sooah no sabía cómo reaccionar, su cerebro le decía que se alejara, pero su cuerpo simplemente reaccionaba a las caricias que Taeyong le estaba dando. Círculos en su espalda baja, levantando un poco la playera que llevaba y sintiendo sus manos largas y frías, provocando que se le erizara la piel.
A pasos cortos y torpes, sintió de nuevo el frío colchón bajo su espalda y como poco a poco los besos del chico, bajaban a su cuello, succionando y lamiendo cada parte de él.

"Eres tan hermosa" escuchó esas palabras cerca de su oído. La voz de Taeyong la tenía hipnotizada, no supo de dónde sacó la fuerza para acercarlo más a ella, besando de nuevo esos labios carnosos y rosados que tanto quería.
La luz de la luna iluminaba un poco la habitación, fue una noche, la mejor noche que Sooah había tenido.

El simple hecho de ver a Taeyong entre sus piernas, besando sus muslos y poco después su centro la hizo sentir extasiada.
Cómo poco a poco estuvo dentro de ella, diciendo que sólo era suya, dejando claras marcas en su cuello, clavículas y caderas.
Había caído en los encantos de ese chico, veía el rostro de decepción de Yoonoh, de la chica que murió Taeyeon y de su pequeño hijo que probablemente ya había encontrado.

"Pero no le importaba"

Eres solo mía, mi preciosa y linda Sooah. —ella asintió embobada por la hermosa imagen que tenía sobre de ella, simplemente cediendo al sentir los labios del chico en su mandíbula— ¿de quien eres?

Ella jadeo ante los apretones y el calor que sentía ahí abajo. Sosteniéndose de la espalda del chico y enrollando sus piernas en las caderas contrarias, para después pronunciar, esas palabras que Taeyong tanto quería escuchar..........







































Soy tuya

𝑴𝒂𝒇𝒊𝒂'𝒔 𝒐𝒃𝒔𝒆𝒔𝒔𝒊𝒐𝒏 [𝑳𝒆𝒆 𝑻𝒂𝒆𝒚𝒐𝒏𝒈]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora