Lucas se había dado cuenta que tenía interés en Luna, pero no estaba seguro de que tipo (ajá). Esta vez quería saber más de ella y ya estaba listo para responder preguntas profundas de él mismo, incluso ya tenía algunas líneas preparadas para ciertos eventos de su vida.
Después se sintió mal por manipulador y calculador, pero era la única forma que sentía que podría abrirse, casi como si fuera una cita con un médico.
La dinámica volvió a ser la misma, doctor Blanco solo respondió el mensaje con un ";)".
Luna parecía haber entrado en un loop de energía donde prácticamente no dormía y trabajaba todo el día. Ahora Lucas tenía su teléfono y se sentía mucho más orientado en tiempo y espacio. Se sentaba con ella mientras trabajaba leyendo noticias o artículos científicos.Por otro lado Luna ya no ponía musica, parecía estar sumida en sus pensamientos y trabajo tan profundamente que no notaba las horas, estaba irritable y sacarla de estos pensamientos parecía moelstarla.
Lucas comenzó a cocinar cuando noto que ella se desesperaba al salir de su estudio, eso al menos dos días desde el último incidente. Comía solo una vez al día y sin despegarse del trabajo.
No habían rastros de Sol, salvo justo antes de dormir para el ritual de amarrar sus muñecas. No pasaban un par de horas hasta que volvía al estudio.
Buscó sus apuntes y comenzó a anotarlo, describir sus horarios, ánimo y conductas. Comenzaba a preocuparse, la manía ya era evidente y todo comenzaba a tomar forma. Al menos en parte, las fugas disociativas de Sol seguían siendo un punto de discusión en la mente de Lucas.
Deseaba llevarla al centro para estudiarla, por fines de investigación (de eso se intentaba convencer Lucas) y por fin poner fin a esta incógnita. Era un caso interesante, pero a la vez podría explotar y no estaba seguro cómo podría terminar. Muy a su pesar no sabia nada de Luna.
Al día siguente ella cerró la puerta de su estudio, por algún motivo esa era una señal clara de Lucas que no podía entrar, como una barrera.
Preparó un sandwich en la mañana y lo dejó en la entrada, tocó suavemente la puerta y le avisó la comida estaba ahí. No hubo respuesta.
"Primera vez que le cocino a alguien tantas veces" Dijo mientras lavaba los cubiertos.
Aun faltaban fácilmente 7 cuchillos de los estantes.
Cuando dieron las 2 de la mañana no podía dormir, a esa hora Luna ya solía estar ahi al menos para su par de horas de sueño. Se levantó en silencio y se asomó por el pasillo, no se veía luz por debajo de la puerta del estudio. El plato con el sándwich seguía en el piso al costado de la puerta.
"Quizás se durmió en el sillón" Pensó.
Tomó aire y abrió unos centímetros la puerta para asomarse.
La siguiente imagen que vio fue a Luna tirada en el piso con la cara hacia un lado y los ojos semicerrados. De la impresión tomó una bocanada de aire y sintió de golpe el olor del diluyente y las pinturas de óleo, miró rápidamente la habitación y se dio cuenta que todas las ventanas estaban cerradas.
"No, Luna" pensó ya al borde del agobio.
Se tiró de rodillas al suelo a su lado, comenzó a buscar respuesta golpeándole el hombro y llamando su nombre. Con la luz que entraba por la ventana pudo notar lo pálida que se veía y como sus ojos no se movían.
Empezó a tener flashbacks con Paulo y comenzó a perder la poca compostura que le quedaba. No hay entrenamiento ni práctica que lo hubiese preparado para afrentar eso, las heridas del abandono no parecían estar lo suficientemente cerradas.
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LA METÁFORA DE LA ESCALERA
RomanceLucas parecía estar logrando salir del (literal) abismo que nació, por fin estaba dispuesto a ser feliz. Luna se aferra al espiral por el que evita seguir cayendo. En algún punto se encontraron, solo se requirió un pequeño desbalance y una lata de c...