- Ya, no llores - El pequeño niño consolaba a su amiga.
- No quiero que te vayas, Alex - Ella se aferraba al torso de su amigo.
- Prometo venir a visitarte - El pequeño separó a su amiga de él un poco y la miro a los ojos - Tengo que irme...
Justo...
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Desde que aquella noticia fue anunciada por la joven, las cosas en su casa se volvieron tensas. Sus padres trataban de evitarla lo máximo posible, lo cual la joven agradecía bastante, ya que ella hacía lo mismo.
La única que no trataba de evadir a la joven era su hermana mayor, Hanna, ella siempre la había apoyado en todo y esta no sería la excepción.
- ¿Se puede? - La hermana de la joven preguntó mientras abría lentamente la puerta de la habitación de esta.
- Hanna, claro pasa - La pelinegra le sonrió a la antes mencionada y siguió haciendo sus maletas.
En tan solo un par de días más, la joven Aria emprendería su viaje a California por la universidad, aunque realmente sus objetivos eran otros y los tenía más que claros.
- ¿Puedo ayudarte en algo? - La hermana de Aria preguntó de forma amable acercándose a ella.
- Ya tengo casi todo listo pero si te hace ilusión puedes ayudarme a empacar mi maquillaje - Aria le sonrío a su hermana. Aunque la chica no tuviese muchos productos de belleza, quería llevárselos ya que tenía el dinero justo y no quería gastarlo comprando maquillaje, puesto que apenas y se maquillaba.
- Oye, Ari - La hermana de la menor habló mientras metía el poco maquillaje a un pequeño estuche.
- ¿Qué pasó? - Respondió la más pequeña mientras doblaba una de sus camisetas.
- Espero puedas encontrarlo - Hanna dejo de hacer lo que estaba haciendo para acercarse a su hermana.
