- Ya, no llores - El pequeño niño consolaba a su amiga.
- No quiero que te vayas, Alex - Ella se aferraba al torso de su amigo.
- Prometo venir a visitarte - El pequeño separó a su amiga de él un poco y la miro a los ojos - Tengo que irme...
Justo...
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- ¿Qué te parece de esta forma? - preguntó la pelinegra tomando un lápiz mientras dibujaba algunos detalles sobre los planos.
- Estuve hablando con Noah, pensábamos que la tonalidad en sus cartas fuese en azul, ya sabes... por su personaje y todo eso. - Los ojos del mexicano se movían al compás del lápiz, siguiendo con su vista las líneas que poco a poco iban apareciendo por aquel papel.
Aria sacó su lengua mordiéndola un poco, su concentración era notoria, tan sólo faltaban unos cuantos meses para el lanzamiento de la nueva mercancía de Alex y quería que todo saliese perfecto.
- Y.... listo.
La pelinegra levantó el lápiz dejando ver así un diseño de tiburones y algunos otros pequeños detalles en estas mismas.
- Es increíble... - Alex apreciaba el dibujo con un brillo en sus ojos. - Voy a tomarle una foto y se lo mandaré a Noah para saber su opinión, aunque seguramente me dirá "oh por Dios Quackity, es increíble" - dijo mientras imitaba la voz del antes mencionado.
- Esperemos que si, llevamos más de 7 horas trabajando en el diseño de estas cartas y parece una eternidad, estoy agotada.
- Yo también estoy agotado y algo estresado, a Floris no le termina agradando ninguno de los diseños que le he mandado, me voy a quedar calvo. - Se quejó el azabache mientras dejaba caer su cuerpo sobre el sofá.
Aria miraba con preocupación a su amigo, ella sabía a la perfección lo importante que era para Alex el que todo saliese de manera correcta y prácticamente perfecto, aunque de igual forma le preocupaba el que casi no dormía ni comía lo suficiente.
