- Ya, no llores - El pequeño niño consolaba a su amiga.
- No quiero que te vayas, Alex - Ella se aferraba al torso de su amigo.
- Prometo venir a visitarte - El pequeño separó a su amiga de él un poco y la miro a los ojos - Tengo que irme...
Justo...
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❛ 𝘾𝙝𝙖𝙥𝙩𝙚𝙧 𝙊𝙣𝙚 │ ᴇʟʟᴏs sᴀʙᴇɴ ᴍᴀs ᴅᴇ ʟᴏ ϙᴜᴇ ᴄʀᴇᴇs.❜
°₊ ፧ 𝘚𝘰𝘭𝘰 𝘢𝘵𝘳𝘦𝘷𝘦𝘵𝘦 𝘺 𝘴𝘪𝘨𝘶𝘦𝘮𝘦 𝘩𝘢𝘴𝘵𝘢 𝘦𝘭 𝘧𝘪𝘯...
││𝙋𝙚𝙧𝙛𝙚𝙘𝙩 𝘿𝙪𝙚𝙩.
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La familia Maldonado se encontraba en casa de la familia Hwang, tenían una noticia muy importante que darle a sus amigos.
Alexis aún no entendía de qué se trataba, sus padres se habían encargado de decirle que era una sorpresa para él y para su hermano menor.
Los adultos estaban nerviosos, ellos sabían de la amistad que tenía su pequeño Alex con la hija menor de la familia Hwang y les preocupaba mucho su reacción ya que prácticamente eran como hermanos, habían estado juntos desde que nació la más pequeña debido a que ambas familias siempre habían sido muy unidas.
- Este será un gran cambio para ambas familias - El padre de Alexis, quien se encontraba parado frente a todos, habló por fin.
- Queremos que se lo tomen de la mejor manera posible - la madre de Alexis habló mientras se ponía de pie al lado de su esposo.
Los padres de Aria, quienes ya sabían la noticia, se miraron entre sí, estaban muy nerviosos, pues sabían que lo que pronto diría el señor Maldonado iba a ser muy duro para su pequeña.
- Estoy nerviosa - La pequeña Aria le susurró a Alexis, quien se encontraba sentado justo a su lado.
- Tranquila, mis padres me dijeron que era una sorpresa - El pequeño tomó la mano de su amiga brindándole confianza.
- Bien, la noticia que queremos decirles es que nos mudaremos a Estados Unidos en unas semanas - El señor Maldonado dijo mientras miraba fijamente a los pequeños.
- ¿Como un viaje familiar? - Preguntó Alexis con cierto brillo en sus ojos.
- No exactamente, nos iremos a vivir allá - La madre de Alexis fue quien habló ahora.
- ¿Por qué no me dijeron que nos mudaríamos a Estados Unidos? - Aria miró con las cejas alzadas a sus padres - ¡Ahora mismo iré a hacer mis maletas!
- Amor - La señora Hwang sostuvo la mano de su pequeña - Nosotros no nos mudaremos a Estados Unidos - dijo con tristeza.
- ¿Cómo? ¿Ustedes se quedarán aquí? - El pequeño Alexis preguntó confundido.
- Papis, los voy a extrañar mucho - La pequeña abrazo a su mamá.
- Creo que no estás entendiendo a tu madre - El señor Hwang le habló a su pequeña - Nuestra familia incluyéndote, Aria, no nos iremos a Estados Unidos.
- Pero ¡Alex se va! - La voz de la pequeña empezó a quebrarse.
- ¡Yo no me quiero ir sin Ari! - Alex se puso de pie y encaró a sus padres.
- Amor - La madre del pequeño se agachó hasta quedar a la altura de este - tu padre recibió una oferta de trabajo muy buena en Estados Unidos y tenemos que irnos - La voz de la mayor era serena buscando tranquilizar a su hijo.
-¡Esto es injusto! ¡YO NO QUIERO ALEJARME DE ARIA! - El pequeño se aferró a su amiga con un abrazo, ambos estaban tristes.
- Lo sé hijo, sé lo inseparables que son, pero Aria debe quedarse aquí en México con sus padres, no puede separarse de su familia - El señor Maldonado explicó a su pequeño - Es duro para todos nosotros separarnos tan de repente, pero aún así seguiremos en contacto - Dijo mirando con una sonrisa a los padres de Aria.
Triste y enrabiada por no poder hacer nada al respecto, la pequeña de los Hwang rompió en llanto. Alex mantuvo la compostura, pues se sentía responsable de calmar a su amiga.
- Tranquila, todo va a estar bien - Alexis la consoló mientras la abrazaba - Te llamaré cada día ¿sí? - Sus palabras tranquilizaron un poco a la niña - No creas que no te seguiré molestando, llorona.
Ambos niños rieron ante el comentario de Alex. Aria juntó su dedo índice junto al pulgar, impulsando este primero con el segundo para darle un golpe a su amigo en la frente.
- Au - Alex se quejó - Niña tonta...
La pequeña Aria soltó una carcajada, pero pronto mostró un semblante serio y tomó con fuerza la mano de Alexis.
- Prométemelo - Habló firme - Prométeme que no te olvidarás de mí.
- Te lo juro, Ari - El niño pronunció y, como si de un pacto se tratáse, puso su otra mano sobre la de Aria.
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