𝙃𝙖𝙧𝙧𝘺 𝘗𝘰𝙩𝙩𝘦𝘳 : ᵐᵃˡᵉʳᵉᵃᵈᵉʳ•

Draco Malfoy.

Tal vez era su maldito Karma o una mala broma de sus sentimientos pues estaba bajo los estúpidos y lindos encantos de un Weasley desde hace un año, un jodido año.

Así era, estaba tan embobado con Víctor Weasley, era el hermano mellizo de Ginebra Weasley y por ende un año menor que el pero ¿Por qué? Bueno, aquí empezamos.

En cuarto año era uno de los días donde nevaba en Hogsmade, habían visitado el lugar tres grados y eran demasiados niños por lo que Minerva acudió a los prefectos cuidar de los chicos de sus casas.

Victor Weasley era igual que cualquier otro chico de Hogwarts, el era inteligente en posiciones y hábil con Herbología, sin contar que le gustaban tanto los libros que se llevaba tan bien con Hermione por lo cual era muy inteligente y avanzado a su grado.

En cuanto a Draco no era malo en el colegio de Magia y Hechicería pero tampoco era el mejor, frente a los demás era arrogante y muy egocéntrico pero cuando se trataba de Víctor solo podía verlo de lejos, no sé atrevía ni siquiera a verlo a los ojos, esos ojos color azul verdoso que toda la familia Weasley posee, de verdad era una tortura querer molestar a Ron cuando el estaba cerca.

Sin embargo ese día Ron había ido con sus amigos y habían dejado al menor junto a una tienda de dulces, cosa que solo noto Draco pues Minerva contenía a algunos niños que corrían, ahí estaba el pequeño Victor Weasley, un chico con la tez pálida y la nariz algo rojisa por el viento, estaba tan quieto, tan indefenso que Draco lo pensó mucho para acercarse, tanto que una chica del curso de Víctor llegó primero.

Los vio hablar animadamente, realmente se sentía celoso de no ser el quien alborotase el pelo del menor, tanto así que Víctor lo noto, no supo en qué momento dejo de prestarle atención a su compañera para mirar a los ojos de Malfoy, el nunca tuvo una riña con el, valla ni siquiera habían cruzado palabra, ya que cada que Víctor trataba de defender a su hermano mayor el chico Malfoy daba la media vuelta y se iba, sin hacer más que mirar mal a Ron.

Nunca le había prestado atención a esos ojos grises, había notado que con el tiempo perdían cierto brillo pero jamás lo impresionantes e imponentes que eran cuando lo miraba de esa manera, su compañera que poco tiempo después se dio cuenta estaba siendo ignorada salió corriendo con lágrimas en los ojos pues estaba invitado al menor a salir con ella, Malfoy sin pensarlo sonrió victorioso y se fue, de nuevo se daba la media vuelta.

...

Al pasar el tiempo Malfoy desaparecía de las clases y Víctor a quien dejaron subir un curso pues era avanzado lo notaba, siempre que se veían Draco lograba encontrar una salida y dar de nuevo la media vuelta, así con el tiempo y con la posibilidad del resurgimiento de Voldemort todos temian, incluso el Weasley menor que estaba en el ejército de Dumbledore quería proteger a todos pero en especial al rubio que de alguna manera había ganado un poco de su aprecio, tal vez más que poco.

...

La segunda Guerra Mágica sucedía a los ojos de Víctor que por pura terquedad al ir a ayudar con toda su familia Fred salió vivo pues sin pensarlo dos veces Víctor declamo uno de los hechizos imperdonables, un cruciatus fue directo al hombre de melena y piel seca quien atacaba a su hermano, después de la noche al día siguiente con la mañana llegó Voldemort con Hagrid cómo prisionero cargando a su mejor amigo, Harry Potter, el chico que lo ayudó a no tener miedo y decir que le gustaban los chicos, la persona que lo ayudó con Ron, el único amigo que tenía, precia en los brazos del amable Hagrid.

Después del discurso de Voldemort y los padres de Malfoy haciendo que pasará de su lado Victor se encontraba inerte a la situación, si no eran nada, si nunca tuvo intención de sentir algo por Draco Malfoy porque justamente cuando se miraron a los ojos le dolió tanto esa partida? Tal vez no lo había notado hasta aquel momento, estaba perdidamente enamorado de Draco, enamorado de las veces que levantaba su mano en clase, de las ocasiones en las que chocaban por accidente y nunca decía nada más que una sonrisa o risa nerviosa, de las veces que los sentaron juntos por qué Crybe y Goyle no dejaban de parlotear con el, sin duda estaba enamorado y apenas se venía a dar cuenta.

Al pasar los minutos y el discurso de Neville, todos se llenaron en sorpresa pues habían visto correr a Harry entre los escombros de la escuela dando aún la lucha contra Voldemort, casi en el instante Víctor sintió su alma volver, corrió desesperado tomando el brazo de Draco quién lo miro sorprendido por la acción.

- Draco no des media vuelta por favor - suplico el menor viendo a esos ojos grises que por un momento volvieron a tener aquel brillo que amaba sin darse cuenta.

- No lo haré - respondió el de mayor estatura y entre sus brazos tomo el cuerpo del menor quien al fin pudo respirar con facilidad, ese olor típico de Draco inundaba su sentido - lo siento tanto - dijo casi en un aliento.

Narccisa por su parte se quedó junto a su hijo, abrazando a quien ahora sabría sería parte de la familia, mientras su padre Lucius Malfoy desapareció del puente.

...

Unos años más tarde Malfoy y Víctor compraron un óvulo, una chica joven y que cumplía con las expectativas de ambos padres fue la elegida.

Después de tiempo un niño de cabello rubio y ojos azules caminaba por la plataforma 9¾ en busca de su Padre Weasley quién había olvidado la lechuza en el carro.

- Papá ya casi nos vamos - dijo el niño de apenas 11 años.

- Ya voy, ya voy - dijo Víctor riendo - ¿Y tu padre? Acaso no se ofreció a venir? - hablo Victor bromeando pues el equipaje era algo pesado.

- Le dije que ... esperara - respondió un Malfoy cansado de perseguir al menor.

Después de llevar a su pequeño hijo al tren ambos padres se despidieron contentos de su hijo mirando a lo lejos a su cuñado, cuñada y un mejor amigo, Ron y Hermonie tenían una linda familia al igual que Harry y Giny.

Todo había terminado y ahora Draco no daba una media vuelta solo, ahora la daba con la mano de su esposo, juntos.

Este estuvo mejor, no?