𝙃𝙖𝙧𝙧𝘺 𝘗𝘰𝙩𝙩𝘦𝘳 : ᵐᵃˡᵉʳᵉᵃᵈᵉʳ•

Sirius Black

El grupo de los merodeadores era un dolor de cabeza para todo Hogwarts, bromas e incluso apodos crueles era lo que vivían la mayoría.

En su cuarto año llegó un joven de nuevo ingreso al mismo grado, algo difícil de ver en Hogwarts pero Ethan Lenser lo había logrado, el había estado en otra escuela de magia y hechicería sin embargo tuvo que cambiar por problemas de "comportamiento", no por parte de el pero si de sus compañeros, Ethan era hijo de un matrimonio mestizo, un padre de familia mágica y una madre de familia muggle, tenía unos lindos ojos verdes y el pelo lacio un poco largo, si bien se veía atractivo su mente sofisticada, inteligente, ambiciosa y audaz fue lo que lo metió en Ravenclaw.

Cierto día de invierno había nieve a las afueras de tu torre así que para evitar que tu lechuza se dañara al querer salir comenzaba a limpiar aquel lugar sin darse cuenta que un chico estaba ya haciendolo desde hace rato pero claro sin tanta suerte como el menor al quitar los pequeños montones de nieve.

- ¡AAAAH! - grito el pelicastaño.

- ¡¿Qué - Qué pasa?! - dijo el de pelo lacio.

- Me asustaste... ¿Estas castigado? - preguntó impresionado ya que Ethan nunca había sido castigado o eso había escuchado de sus compañeros.

- Oh no, solo... Ayudo a mi lechuza y me es divertido.

- Haces esto... Por diversión?

- Algo así.

Los días pasaron y la mayoría de los miércoles por la mañana ambos chicos se encontraban en aquella torre, sin siquiera pensarlo a Sirius se le volvió un hábito buscar problemas para ver al ojiverde pues no sabía de qué otra manera acercarse, no en ese entonces.

- Oye Sirius si me estas escuchando? - preguntó Peter.

- Si si, escuchando - dijo asintiendo sin quitar la mirada de un lugar vacío en la mesa Ravenclaw pues no lo había visto más durante verano y primavera.

- Acaso buscas una chica perro? - preguntó algo divertido James.

- Chica? De qué hablas? - dijo Sirius, claro que no buscaba a una chica, buscaba a Ethan.

...

Tiempo después al pasar todos los hechos con Harry Potter y el salir de la prisión de Azkaban, Sirius se encontraba en la cena de Navidad con su sobrino quien hablaba animadamente con sus amigos mientras el mayor lo veía sonriente, estas feches seguían recordándole a Ethan a quien no olvidó después de tanto tiempo, menos cuando fue de los únicos que le creían inocente.

- Feliz Navidad - dijo Molly a sus espaldas.

- Gracias, Feliz Navidad - respondió al recibir una caja de las manos de la mujer.

- ¿No piensas abrirlo? - dijo ella.

- Claro - habló el de cabellera larga con una sonrisa - una llave?

- Es una de las habitaciones.

Sirius divertido subió las escaleras buscando alguna puerta que se mantuviera sellada, para su suerte era su cuarto... Tocó la puerta y recordó aquella vez que Ethan lo trajo tan ebrio solo porque James se lo había pedido, recordó que aquel pequeño rasguño que tenía era de Ethan quien lo hizo con un hechizo por accidente, recordó lo bueno que era tenerlo, un amigo... Irónicamente nunca le dijo lo que sentía incluso cuando el ojiverde y el se volvieron tan cercanos como para dormir en la misma cama.

Con algo de melancolía habrio la puerta, sería verdad? En serio lo estaba viviendo o era un sueño más? Ahí estaba el... Ahí se encontraba el chico de ahora pelo negro y ojos verdes frente al mayor, tenía una sonrisa que siempre lo diferenció entre todos y todas, tenía una caja en las manos y le compañaba un lindo traje negro con una corbata del mismo color y un broche color plata en forma de su casa.

- Feliz navidad Sir Black - dijo como broma, hace tanto que las extrañaba.

- Ethan - fue lo único que salió de su boca como un suspiro - Tú... ¿Qué haces aquí? - preguntó con una sonrisa mientras se acercaba al de menor estatura.

- Primero, primero, primero... Ten esto y ponte quello - dijo dándole la caja señalando lo que hay dentro - Y después vamos a la terraza - dijo saliendo del cuarto.

Claro que siguió las órdenes del menor y después de ponerse aquel traje, igual que el de Ethan, con aquella diferencia que tenía el broche de Gryffindor salió a la terraza encontrándose luces en aquel lugar con dos mesas y todos los invitados ahí, era como ver el gran salón de Hogwarts frente a el, como el baile al que no pudo asistir con el menor.

No sabía cómo pero había logrado bailar con Ethan durante las últimas canciones y verlo a los ojos como nunca antes, estaba confiado en su amor por el chico que aparecía en cerca de Navidad, se quedaba por un tiempo y desaparecía el resto del año porque si se lo preguntaban eso era lo que sucedió aún siendo jóvenes, Ethan no podía estar expuesto al sol, no por mucho tiempo ya que en su antiguo colegio le maldijeron y la única manera de estar con él era durante fechas de frío y oscuridad, algo que por más que fuera así para Sirius le parecía lo más cálido y brillante del universo.

Entonces ambos simplemente se besaron, no hubo una confesión, no había necesidad cuando ambos se miraban de aquella manera tan pura y enamorada.

30 minutos y salió esto, jasjfs perdonen pero tenía que sacar el escenario de mi mente.