Fear Street Erotic One Shots🔪🔥

🔥Shelia + Ziggy.🔥

Ambas chicas estaban sentadas esperando fuera de la oficina del director con los brazos cruzados. Ziggy tenía el labio partido y Shelia un moretón formándose en su costilla, esta vez sí se les había ido de las manos.

—No entiendo qué se supone que debo hacer para que ustedes dos se lleven bien, pero excedieron el límite de mi paciencia ya —El hombre no logró mantenerse tan tranquilo como era usual, mucho menos por el hecho de que ninguna de las adolescentes lo estaba viendo—. ¡Ambas quedan expulsadas!

Esto sí captó su atención.

—¡No, director Williams por favor no, mis padres me matarán! ¡ella comenzó todo, no es justo! —Shelia fue la primera en hablar, ganándose un ceño fruncido de parte de la pelirroja.

—¿Yo empecé todo? Por Dios que hipócrita er... —No logró acabar de hablar ya que un golpe en el escritorio del hombre las sobresaltó.

—¡Es suficiente! Yo tampoco quiero expulsarlas, pero lamentablemente ya no me dejan opción, se han pasado de la raya. —Esta vez Ziggy fue la que negó frenética.

—¡Nos llevaremos mejor, se lo juramos!

—No jure cosas que no va a cumplir, señorita Berman. —la reprendió.

—¡Lo haremos! Se lo probaremos, ¿qué quiere que hagamos? Podríamos... Disculparnos si eso sirve. —El hombre negó pasando una mano por su cabello, cansado ya de la situación. Pero entonces una idea llegó de la nada a su mente.

—Hagamos un trato, tendrán que quedarse a limpiar toda la tarde el gimnasio entero, sin pelear ni una sola vez. Si logran eso, y además me siguen mostrando en esta semana que se llevarán bien, no las expulsaré. —La opción estaba sobre la mesa, estaba en ellas tomarla o resignarse y ser expulsadas.

Se miraron y supieron la respuesta al instante.

—Lo haremos. —dijeron al unísono.

(...)

—Dios, ¿podía haber más desastre? Estoy segura de que aquí deben haber unas mil ratas viviendo. —se quejó Shelia.

El depósito del gimnasio era oscuro; sin ninguna lámpara y siendo alumbrado por el sol que entraba por una extremadamente pequeña ventana. Tendidas por todo el piso habían mil cosas distintas, entre ellas pelotas, aros y colchonetas. No había polvo realmente, pero el horrendo desorden y la poca luz hacía que todo pareciera sucio.

—Cierra la boca y solo comienza. —le espetó Ziggy adentrándose al lugar, saltando varios objetos para comenzar a ordenar.

—Tú no me dices qué hacer, Berm... ¡Ah!

—¡Cuidado! —Shelia tropezó con un aro y Ziggy en un intento por evitar que cayera terminó cayendo con ella, quedando recargada sobre su cuerpo y agradeciendo que la contraria haya caído en una colchoneta que amortiguó el golpe.

—¡Agh! Joder Berman pesas demasiado —se quejó con un jadeo ahogado. Ziggy rápidamente reaccionó y soportó su propio peso poniendo un brazo a cada lado de Shelia. Cuando estaba por disculparse de la nada se percató de algo que la dejó sin habla—. ¿Qué tanto miras?

El sonido de la pelirroja tragando duro hizo que Shelia siguiera su línea de visión, cayendo justo en su camisa del uniforme a la cual se le habían roto algunos botones seguramente cuando Ziggy trató de evitar que cayera, dejando así a la vista su brasier rojo.

De la nada la sangre voló a sus mejillas, más aún porque Berman no dejaba de ver esa zona con... ¿Deseo? ¿Ziggy Berman, su peor enemiga, la estaba deseando? ¿Y por qué demonios ese pensamiento hizo que mojara sus bragas y que quisiera que no se moviera de su lugar?