Fear Street Erotic One Shots🔪🔥

🔥Hannah.🔥

ACLARACIÓN: La verdad es que el pedido era por Sam, pero lo hice de Hannah para poder variar más la trama. Este Shot está ambientado en 1666.

ACLARACIÓN 2: Los Shots ahora serán narrados en omnisciente a menos que indique otra cosa.

Lila se encontraba barriendo los pisos de la iglesia de Unión. Había llegado al lugar hacía apenas un mes y no tenía dinero, hogar, ni ninguna forma de mantenerse ella misma. Su madre había muerto junto a su padre por una extraña enfermedad que había en su aldea, razón por la que ella se marchó... O eso había contado a los habitates de Unión para que la aceptaran. La verdad era que había tenido que huir, ya que sus padres descubrieron su atracción por las mujeres y quisieron acusarla de hacer pactos con el diablo para embrujar a esas chicas. Obviamente, tendría problemas en cualquier parte si contaba esa versión, por lo que inventó la otra que era más trágica.
En cuanto el pastor Cyrus Miller oyó esa historia falsa se apiadó de ella, y dijo que Dios la había traído a él por alguna razón, entonces decidió darle un hogar con comida sobre la mesa a cambio de que lo ayudase con el mantenimiento de la Iglesia. Lila estaba agradecida con el pastor, y ella también creía que Dios la había llevado allí por una razón, aunque su razón era bastante más diferente.

— Hola, hermosa.

Se sobresaltó al oír una voz susurrar contra su oído seguido de una risita.
Hannh Miller, ella era su razón.
Ambas chicas habían quedado embobadas por la otra en cuanto se vieron, aunque en un principio negaron sus sentimientos, más tarde, la atracción fue más fuerte que ellas.

— Me asustaste, tonta.

Se quejó haciendo un puchero. Hannah sonrió y se acercó un par de pasos a la más baja, poniéndola ligeramente nerviosa.

— Lo siento, ¿qué puedo hacer para remediarlo?

Esta vez le tocó a Lila sonreír. Soltó la escoba dejandola apoyada en el altar para poder acercarse a la castaña y rodear su cuello con sus brazos. Hannah no dudó en abrazar su cintura y acercarla mejor a ella.

— Estoy segura de que se te ocurrirá algo.

Afirmó rozando sus narices dulcemente, haciendo cerrar los ojos a la contraria ante aqulla tentadora cercanía.

— Oh, claro que se me ocurre algo. Mucho, en realidad.

Subió una de sus manos para colocarla en la nuca de Lila y la acercó a ella para besarla de forma desesperada. Al tener que ser muy discretas con todo eran raras las veces en que se besaban, y por ello siempre trataban de disfrutarlas lo más posible.
Hannah se abrió paso con su lengua en la boca de la chica haciendola soltar un jadeo ante el humedo y caliente intruso. A su vez comenzó a deslizar sus manos por la espalda de Lila, mientras que ella enredaba sus falanges en su cabello que en aquel momento llevaba suelto.
De la nada Lila se apartó, haciendo que Hannah soltara un quejido aún con los ohos cerrados.

— Debemos parar, Hann.– La nombrada juntó sus frentes y volvió a buscar su boca, ignorando sus palabras. — Hannah, para, nos veeran y terminaremos en un grave problema, lo sabes.

El temor invadía a Lila, no quería pasar por lo mismo que había pasado en su antigua aldea. Hannah se apartó y vio ese miedo en sus ojos, era la única que sabía la verdadera historia de la pelinegra y por eso siempre entendió su descomunal miedo de que alguien se enterara.

— Hey, está bien, tranquila, lo siento no seguiré insistiendo.

Acarició sus mejillas con dulzura buscando darle tranquilidad, lo cual consiguió al instante. Hannah era como un sedante para Lila. Ella lograba calmar todos sus temores y dolores. Lograba calmar su conciencia de los demonios que la acechaban.