🔥Simon.🔥

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— Oye, no quiero ir al baño sola.

Habló Kate mirando a Josh con cierta timidez antes de seguir caminando. El muchacho dudó un momento pero finalmente siguió a la chica cerrando la puerta tras de él. Miré a mi acompañante y ambos soltamos una repentina carcajada.

— Fue el coqueteo menos disimulado que ví en mi vida.

Habló Simón divertido y yo alcé una ceja.

— Tus coqueteos han sido en varias ocasiones muy poco disimulados, cariño.

Le guiñé coqueta y esta vez fue él quien alzó una ceja. Ambos nos hallabamos solos, ya que habíamos acordado cambiarnos la ropa para asegurarnos de no tener sangre de Sam y así no arruinar el plan. Deena y esta se habían ido juntas mientras que Kate se había llevado a Josh con ella, sorprendentemente.

— Disculpa pero yo soy súper disimulado, Maddie.

Se cruzó de brazos fingiendo enojo y yo sonreí con más amplitud, acercándome a él para rodear con mis brazos su cuello.

— Tranquilo, seguro que nadie los ha notado realmente.

Seguí bromeando haciendolo finalmente ceder y soltar una risa, deslizando a su vez sus manos por mi cintura. Miró a nuestro alrededor y entonces comenzó a jalarme para llevarme hasta el baño de hombres.

— Pues siento decirte que haz quedado en manos de este poco disimulado hombre.

Habló con tono provocador inclinando apenas la cabeza para acercarse a mi rostro, pues era bastante más baja que él.

— Siento decirte, precioso..– Rocé sus labios tentativamente. — Que debemos cambiarnos, los demás ya deben estar por volver.

Me alejé sin más de él y lo oí quejarse, pero no insistió, ambos sabíamos que el momento era algo particular como para hacer aquello.

Comencé quitándome la blusa y seguí por mis jeans, quedando solo con la ropa interior. Miré la blusa que habíamos hallado entre los objetos perdidos curiosamente, era de color naranja fuerte e iba acompañada con un simple pantalón negro. Pero antes de que pudiera comenzar a vestirme de nuevo sentí nuevamente los brazos del chico rodear mi cintura, pero esta vez desde detrás.

— Sabes, creo que así estas perfecta, no deberías ponerte esa ropa barata.

Reí ante su comentario y lo observé por el espejo, viéndolo apoyar su cabeza sobre mi hombro. Él también solo llevaba su ropa interior.

— Eres todo un pervertido Kalivoda.

Hablé y de forma traviesa llevé mis caderas hacia atrás comenzando a frotar mi trasero contra él, sintiendo sus manos tensarse en mi cintura.

— ¿Solo yo lo soy?

Deslizó su mano por mi abdomen bajando de a poco haciendome cerrar los ojos y respirar ondo, su tacto se me hacía tan suave.

Llevó su mano hasta mis bragas y allí presionó con dos de sus dedos, a la vez que comenzaba a frotar ligeramente la zona.

— Mhm... S-Simon.– Me removí en el lugar sintiendo cómo comenzaba a humedecerme. — Para, n-no es el momento.

— Shh, dejate llevar, preciosa.– Metió su mano dentro de mi prenda deslizando uno de sus falanges entre mis pliegues comenzando a masajear mi hinchado clítoris, haciéndome apoyar las manos en el lavabo para sostenerme de algo. — Mirate, toda húmeda ya para mí.

Murmuró en mi oído comenzando a bajar por mi cuello con besos húmedo, pasando de vez en cuando su lengua por la piel. Su mano libre subió hasta mi espalda y desabrocho mi brasier, casi arrancandolo de mi cuerpo. Deslizó su dedo por mi pezón y pellizco levemente el mismo, haciendo que se endureciera completamente.

— ¡Agh! Joder.– Cerré con fuerza mis ojos y llevé mis manos hacia la cabeza del chico, tironeando suavemente sus cabellos mientras él se encargaba de llenar de marcas mi cuello. — S-Si no me follas ahora vas a volverme loca.

Me quejé y oí su risa leve contra mi oído. Dejó todo lo que estaba haciendo para llevar sus manos hasta mis bragas y bajarlas lentamente, tirandolas por algún lugar del baño. Seguidamente bajó su propia ropa interior y comenzó a fortar su miembro contra mi trasero, haciendome desesperar y por ello mover mis caderas nuevamente contra él.

— Deberías rogarme un poco más, preciosa. Adoro oír tu voz diciendo "por favor".

Se burló y pude ver a través del espejo su mirada lujuriosa. Sonreí divertida y me volteé, quedando frente a frente con él.

— Yo nunca ruego, cariño.

Lo miré traviesamente y comencé a bajar hasta quedar arridollada frente a él, tomando su miembro con una de mis manos antes de introducirlo en mi boca. Chupé con intensidad moviendo mi cabeza de atras hacia delante y pasando mi lengua por toda la carne, humectandolo a la perfección.

— Ah.. Maddie..

Gimió bajo mientras tomaba mi cabello tironeando suavemente de él para que acelerara mis movimientos y llevara hasta mi garganta su miembro. Luego de unos minutos quité el falo de mi boca no sin antes pasar mi lengua lentamente por toda la extremidad clavando mi mirada en los ojos del chico.

— ¿Vas a follarme, o prefieres quedarte con las ganas?

Sonreí divertida mientras me incorporaba y él no dudó en tomarme en un beso violento mientras me sentaba en el lavabo para meterse entre mis piernas. Sentí la punta de su miembro comenzar a abrirse paso sin previo aviso en mi interior, haciendome ahogar un gemido fuerte en sus labios.

Una de sus manos me sostuvo por la cintura lo suficientemente pegado a él y la otra comenzó a frotar bruscamente mi clítoris buscando darme el doble de placer.

— ¡Joder, Simon!– Me alejé de su boca para gemir. — S-Si sigues siendo así de brusco me correré en nada.

Me quejé cerrando mis ojos debido a la fuerte oleada de placer que me invadía. Sí había follado muchas veces antes con Simon, pero era la primera vez que estaba siendo realmente intenso.

— Más te vale que lo hagas, porque esa boquita tuya me dejó muy cerca también.

Murmuró contra mi oído mientras bajaba con su boca para tomar uno de mis pezones entre sus labios, chupando y mordiendo suavemente el mismo.

Mi espalda se arqueó ante tanta atención y pude sentir sus embestidas llegar cada vez más profundo en mi interior, lo cual me estaba volviendo loca. Llevé mis manos a su espalda y mis uñas se clavaron en la piel cuando solté un fuerte grito indicando la llegada de mi clímax. Simon al sentir cómo mis paredes le apretaban con mayor fuerza también llegó a su tan esperado orgasmo, soltando pequeños jadeos que fueron amortiguados por mi piel.

— D-Dios..– Hablé completamente exhausta. — Debemos ir con los demás, deben estar preocupados.

Él soltó una risita y negó, incorporandose para volver a quedar a mi altura.

— Esos cuatro deben estar follando como conejos también, tranquila que no nos están extrañando.

Apoyó su cabeza en mi hombro para descansar un momento y yo aproveché para cerrar unos segundos mis ojos. Cuando estaba comenzando a relajarme de pronto me di cuenta de algo.. Muy grave.

— Simon.– Lo llamé. Él simplemente hizo un sonido indicandome que me oía. — No usamos protección.

Se alejó de mi hombro y me miró con espanto al notar ese pequeño detalle.









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Un toque cómico y a la vez un poco para concientizar. ¡Siempre usen protección! No solo por los embarazos sino también por las enfermedades, que es lo más importante.

En fin, dejemos eso para las clases del colegio kclskc. ¿Qué les pareció? ¿les gustó? Recibí muchos pedidos por Simon, así que traté de ponerle mucho esfuerzo como al resto, espero haya servido. ¡Nos leemos pronto!

Fear Street Erotic One Shots🔪🔥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora