"Dos diferentes tipos de azul" Steddie

01.

Eddie.

Cómo de costumbre, me levanté algo tarde, tenía escuela pero no tenía ganas de ir.

Realmente es difícil el ir a la escuela y sentirme de esta manera. Últimamente me he sentido decaído, lo único que me anima es escuchar música en mis cassettes, leer algún libro y jugar D&D con mis amigos.

Me catalogan como el "freak" de la escuela. El rarito me llaman. Antes no me molestaba en lo absoluto, pero se vuelve cansado después de tanto tiempo. Llevo estudiando en Hawkings y repetí años, lo que más me interesa es graduarme y ser un rockstar cómo mis artistas favoritos.

Vivo con mi tío, de mis padres no sé casi nada, mi papá es un criminal así que cumple condena en prisión, mi mamá se fué cuando él tuvo un ataque de ira y dejó de llamar. Así que solo somos mi tío y yo.

Me levanté y fuí a prepararme el desayuno, aunque casi siempre mi tío lo hace, esta vez fue a trabajar temprano.

-¡Oye rarito! -Escuché una voz que venía de afuera de mi tráiler. Me asomé por la ventana, era Jason, el estúpido capitán de basketball. Cerré la cortina y decidí ignorarlo.

"¿Qué diablos quieren de mí?"
Me pregunté a mí mismo. Siempre era lo mismo, me molestaban. Todo por los malditos periódicos hablando de D&D, un maravilloso juego que lo tachan de "satánico".

Siempre me han criticado, por mi cabello, mi vestimenta, mis gustos de música, por no tener una novia, por jugar juegos con niños menores que yo.

-¿No piensas responder, Munson? -Jason seguía hablando allá afuera. Me dirigí a la puerta del tráiler, la abrí y salí. -Hasta que te dignas a salir, rarito.

-¿Qué quieres? -Respondí seco.

-Nada, solo recordarte que eres un fracasado. -Yo sonreí, su rostro cambió de arrogancia a confusion. -¿De qué carajo te ríes?

-No lo sé, por un momento pensé que me invitarías a salir. -Todos se vieron entre sí confundidos. -Puedo usar una faldita y pompones de porrista si quieres.

Jason empezó a reír a carcajadas. -¿Acaso eres marica, Munson? -Mi sonrisa de borró. Poca gente sabía que era gay y si ellos lo sabían, me odiarían todavía más.

-No, pero si insistes tanto, puedo corresponderte, Jason. -Al parecer se enojó por ese comentario y se dió la vuelta.

-Vámonos, dejen al marica solo, cómo siempre lo dejan...-Se volteó a mirarme de arriba a abajo -Solo.

Se fueron caminando hasta su auto, se subieron y arrancaron. De pronto se me quitó el hambre. Agarré mis cosas del tráiler y me dirigí a la escuela Hawkings. Aún no entiendo el odio de estas personas por el amor, ¿en qué les molesta que un hombre se bese con otro hombre?

Cosas que nunca voy a entender.
Por fin llegué a la escuela, sabía que sería un día largo, mi tío no quiere que me meta en problemas porque quiere que por fin logre graduarme, pero Jason y sus malditos amigos no dejan de joderme.

-¡Eddie! -La voz de Dustin me devolvió a la realidad. -¿Hoy dónde nos reuniremos? Mike dice que en su casa no podemos.

-Pues...-Mis ojos se dirigieron a Chrissy, la capitana de las porristas, parecía un tanto ida y desconcertada. Decidí ignorarla, no es mi problema.

-¿Eddie? Tierra llamando a Eddie. -Dustin dirigió su vista hacia Chrissy, se le formó una muñeca de disgusto. -¿Acaso te gusta Chrissy?

-¿Qué? ¡No! -Dustin pareció no creerme. -Okay, Dustin...

-¿Siiiii? -Respondió alargando la "i". Yo puse los ojos en blanco. Suspiré. Si le cuento esto a Dustin probablemente ya no quiera juntarse conmigo. Y por más que me doliera, Jason tenía razón.
Estaba solo.