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Eddie.

Me quedé con la intriga de saber quién era ese chico tan hermoso que me había dejado aquella nota, mi tío ha sido muy cuidadoso conmigo en cuanto a mi recuperación, me dijo que el pueblo entero fué atacado y que yo fuí una víctima más.

Qué triste pensar que hay personas que resultaron tan heridas como yo o aún más. No recuerdo muchas cosas, por momentos mi cabeza duele demasiado, estoy en camino al hospital, me van a hacer un chequeo y a revisar mi avance, para saber si recuerdo algo. Suena bastante imposible para mí. Hay personas en la calle que me miran constantemente, no sé por qué. Todo esto me tiene confundido.

-Bien, hijo, aquí estamos. -Mi tío puso su mano agitándola frente a mi cara. Me había quedado en trance. Parpadeé rápidamente y asentí, nos adentramos al hospital. Al llegar hablamos en recepción sobre mi cita, nos sentamos a esperar. Mi tío dijo que traería un poco de agua para ambos, aún no comíamos nada y ya era bastante tarde. En el trabajo no le ha ido bien y eso me tiene preocupado.

Gasta mucho tiempo cuidando de mí, siento que soy una carga para él. Él jamás me ha hecho sentir así, al contrario, ni siquiera lo ha insinuado. Pero así me siento yo. Realmente es cansado cargar conmigo, sobretodo porque no tengo ningún avance. Estoy perdido. Necesito encontrarme...

-¡Ayuda, por favor! -Una voz desesperada entró por las puertas de aquél hospital. Esa voz me resultaba conocida.

Flashback.

-¡Ayudaaaaa! ¡Por favor! -Recibió un golpe más a sus costillas. Se retorció pero seguía manteniendo su mirada en Eddie. Le sonrió con las pocas fuerzas que le quedaban, hasta que le dieron otro puñetazo.

Fin del flashback.

Salí de aquél trance pegando un pequeño brinco en mi asiento. Ese chico...ya lo había visto antes. Era el que estaba en el parque.

¿Acaso ya lo conocía?

-No me dejes, por favor, no me dejes. -Aquel chico sostenía a su hermanita pequeña cargándola en sus brazos.

Flashback.

-¡Edds, Edds, no me dejes, por favor!

Fin del flashback.

Cerré mis ojos con fuerza. Esa voz.
El chico lloraba desconsoladamente, eso hizo que sintiera que me estrujaban el corazón. Los médicos la pusieron en una camilla y la llevaron a la sala de urgencias. Una enfermera le dijo que esperaba porque no podía pasar.

Él insistió pero fue en vano, suspiró y pasó las manos por su cabello en desesperación. De pronto sus ojos encontraron los míos y sentí una pequeña descarga eléctrica recorriendo mi espalda. Y mi corazón latía a mil por hora. Qué suerte que estaba en un hospital, porque mi corazón tan acelerado no era normal.

-Hey, ¿estás bien? -Le dije. Diablos, Eddie, ¿acaso no viste que su hermana está muy mal? No estará para fiestas. Ese chico negó con la cabeza. Se sentó a un lado mío. -¿Puedo preguntar qué pasó?

-Ya lo hiciste. -Me dijo con una leve sonrisa, yo veía sus ojos cristalinos llenos de lágrimas que no dejaba caer. Sentí mi pecho presionado. -¿Me recuerdas?

Flashback.

Todo era color negro, pero pronto una voz me alertó.

"Hey, Edds. El doctor dice que probablemente me olvides, aunque sé que eso no pasará. Soy inolvidable. -Se oía una risa con eco. -Cuando despiertes, me gustaría decirte que salgamos a beber una cerveza, que ésta vez yo cocinaría, Dustin me contó que quemaste la carne de la cena. Está bien, tú tienes más talentos.

"Dos diferentes tipos de azul"  Steddie Donde viven las historias. Descúbrelo ahora