08.

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Steve.

—¿Qué pasó... aquí? —Robin preguntaba mientras recogía las películas que estaban tiradas por el suelo. Yo le ayudaba a recogerlas también. Seguía sin entender nada, ¿quiénes eran estas personas? ¿Querían hacernos daño? ¿Por qué dejaban estos mensajes?

—Buenos días, dormilones, ¿ya están trabajando, holgazanes? —Robin al escuchar la voz de Keith rodó los ojos, yo suspiré cansado, la verdad no nos caía muy bien. Era muy mandón y siempre nos criticaba porque "no trabajábamos" cuando es él quién no se para ni para recibir a los clientes.

—Keith, pasó algo acá en la parte de atrás. —Keith se aproximó a dónde estábamos, mirando todo el desastre. Robin ponía las películas en el estante. Yo le ayudaba, pero miré a Keith, se cruzó de brazos.

—Vaya, no sirven para nada. Ni siquiera para cerrar la puerta de atrás. Debería despedirlos, no hacen nada bien. —Robin y yo fruncimos el ceño a la vez. Se acercó hacia dónde estaba el graffiti. —¿Ustedes hicieron esto?

—Claro que no, llegamos aquí, la puerta de atrás estaba abierta, y todo esto estaba hecho un desastre. Y eso en la pared no sé quién lo hizo, pero fue alguien que tenía llaves para entrar, porque solo nosotros tres tenemos las llaves.

—Yo estuve en la policía, después fuí al hospital y me quedé en mi casa.

—¿Y eso cómo puedo comprobarlo yo?

—Estuve con un amigo, tiene un familiar en el hospital y estaba en mi casa. Robin fue a su casa porque yo estuve hablando por teléfono con ella mientras estaba en el hospital, y su padre no la deja salir por las noches. Solo tú tienes las llaves, nadie más.

—Yo no dejé la puerta abierta, de hecho, Keith, tú llegaste poco después de mí, me fui a casa y tú te quedaste aquí. Tú cerraste. —Robin dejó las películas y se cruzó de brazos alzando una ceja. Yo dejé el resto de películas en el estante. Keith se mostraba nervioso. —¿Acaso tú sabías algo de esto?

—¿Quién, yo? ¡No! Claro que no, yo no sé nada de esto, solo sé que hay unos locos sueltos y vinieron a robar.

—¿Cómo sabes tú que faltan películas si no lo hemos mencionado?

—Yo...

—¿Keith? Explícanos ahora mismo qué está pasando. —Keith rascaba su cabeza mientras hacía muecas. Robin tronó los dedos fuertemente, yo esperaba a que respondiera, pero solo miraba hacia todos lados nervioso. —¡Con una mierda, Keith, habla ya!

Grité, Keith se sobresaltó y respiró hondo. —¡Bien! Sé que hay personas malas que quieren dañar a Hawkings, a las personas de aquí, no sé exactamente de quiénes de traten, pero lo que sé es que anoche recibí una llamada horrible. Me amenazaron con secuestrar a mi familia, intenté decirle a alguien, ir a la policía, pero el teléfono dejó de funcionar. No podía marcar a nadie de aquí, y un auto estuvo estacionado afuera de mi casa en todo momento, alguien me observa.

—¿Y decidiste no hacer nada? ¿No llamar a la policía?

—Tenía mucho miedo, ¿sí? No sé quiénes sean estas personas ni qué quieren. Solo sé que saben muchas cosas de nosotros. Van a terminar con Hawkings, ellos me lo dijeron.

—Su voz... ¿Cómo sonaba?

—No lo sé, estaba distorsionada, y vivo con mi abuela y mi madre. Mi abuela está enferma, me quedé a cuidarla toda la noche. Mi madre se fué a trabajar al hospital, desde que me desperté no la he visto. No sé dónde esté y tuve que dejar a mi abuela sola. Tengo mucho miedo.

—¿Sabes qué, Keith? Vete a casa, cuida de tu abuela. Creo que lo mejor será cerrar por hoy.

—Robin, yo realmente necesito el dinero, me quedaré en la tienda, ustedes vayan a sus casas.

"Dos diferentes tipos de azul"  Steddie Donde viven las historias. Descúbrelo ahora