Eddie.
Yo escuchaba atentamente lo que me estaban explicando, todo sonaba bastante irreal, pero creíble en cierto punto. Les puse toda mi confianza y les creí. Me senté cruzado de brazos, habíamos ido al sótano de Mike, el horario de visita había pasado y mi tío despertaría hasta mañana.
—Y es por eso que nos fuimos a California. —Eleven explicaba detalladamente. Recordaba a su padre con una sonrisa melancólica. Yo sonreí un poco, sé lo que se siente perder a un padre. Pero ella era bastante fuerte, todo lo que me contaban parecía irreal.
—Vaya, si parece un libro de fantasía. Pero les creo, ahora, ¿en verdad perdiste tus poderes? —Ella asintió. —Qué mierda, yo quería que entraras en mi mente o me hicieras levitar.
Ella río. —Ya no puedo hacer eso, Eddie, pero aún así sé leer muy bien a las personas. Es como un sexto sentido. Así que ten cuidado con lo que piensas.
—Muy bien, gracias por explicarme esto. Ahora entiendo todo un poco mejor, siempre tienen mucho misterio. Vaya que el escuchar que los personajes del juego que tanto amo, en realidad existan en otra dimensión, es...vaya.
—El otro lado es bastante aterrador.
—Me lo imagino, niña.
—¡Mike! ¡Te buscan! —La voz de la madre de Mike se escuchaba a lo lejos. Mike subió las escaleras.
—No puedo creer que si no fuera por tu mamá, nadie sabría todo esto. Nunca perdió la esperanza. Quisiera ser como ella, fue muy valiente. —Will y Jonathan asintieron.
—También gracias a El es que pudimos salvar a Will, ella nos explico a pesar de que no hablaba muy bien. Si no fuera por ella, todos estaríamos muertos. Ha salvado Hawkings y los demás habitantes ni siquiera lo saben.
—Si lo supieran te tacharían de satánica, cómo a nuestro club. Creen que todo lo relacionado con ese juego y ese mundo es algo se sacrificios a personas. Nos juzgan demasiado. —Rodé los ojos, miré a todos y sonreí, y después puse mi expresión seria. —¿Y si están aquí es porque hay algo malo, cierto? Díganme la verdad, ¿estamos jodidos?
—No lo sé, si pudiera canalizar, podría ver quiénes son estas personas o lo que quieren, pero lo supimos por Dustin, llamó y vinimos enseguida, no podíamos permitir que les pasara algo malo. Y ahora que te conocemos, tampoco dejaremos que te pase nada malo.
—Hola. —Llegó la pelirroja, a lo que sabía, era amiga de ellos, aunque siempre la veía callada y con sus audífonos en la escuela. Siempre alejada y en su mundo. —¡El!
—¡Max! —Corrieron a abrazarse, según tengo entendido, son mejores amigas. Realmente es triste cómo perdió a su hermano, no me imagino lo mal que están, y ahora con Eleven sin su padre Hopper, estaban deshechas. Ambas lloraron mientras se abrazaron y comenzaron a hablar.
Yo me levanté de mi asiento, todos me miraron. —Yo debo irme, tendré que quedarme en mi tráiler, si algo me pasa, fue bastante afortunado conocerlos. Son buenas personas, y si sobrevivo, podré ayudarles a descubrir quiénes son esos malnacidos. Hasta mañana, chicos.
Me despedí con un ademán de mano, subía las escaleras pero la voz de Dustin me detuvo. —¡Eddie!
Me di la media vuelta. —¿Sí?
—Cuídate mucho, por favor, tendré el radio encendido para que me avises lo que sea, si es algo grave dí "código rojo" y ahí estaremos.
—De acuerdo, adiós muchachos. —Todos respondieron con un "adiós" coordinado. Yo terminé de subir las escaleras. Me encontré a la madre de Mike. —Buenas noches, señora Wheeler, cuídense mucho y muchas gracias por dejarme venir aquí.
—Ni hay problema, cuídate, Ed. —Yo sonreí y me dirigí a la puerta, al abrirla, me encontré cara a cara con Steve y Robin. Yo sonreí aún más.
—Dios, Eddie, nos diste un susto horrible. Preguntamos en el hospital por tí y nos dijeron que te habías ido, te buscamos en tu tráiler, en la escuela, en cada maldito rincón y no aparecías. Pensamos que algo grave te pasó.
—Me encontré con unas personas especiales y ya me explicaron todo. —Salí de la casa y cerré la puerta detrás de mí. —Sé todo sobre el otro lado, Eleven, lo que le pasó a Will, el Desuellamentes, los Demogorgon, los Demodogs, los rusos. Todo. Parece una jodida película de ficción.
—Lo sé, ahora sube tu trasero en el auto. Tendrás que quedarte en mi casa. No puedes volver al trailer así. —Negué con la cabeza y Steve se cruzó de brazos.
—Déjate ayudar, Eddie, por favor. —Mencionó Robin también cruzada de brazos.
—No es necesario, en verdad. Estaré bien. Solo estén pendientes al radio.
—¿Tienes un radio? —Preguntó Robin desconcertada.
—Tomé prestado el de Steve, pero él no lo sabía. Te lo devuelvo si quieres, Dustin me dió uno nuevo. —Saqué el radio de mi bolsillo trasero sin darme cuenta que mi pañuelo negro cayó al suelo.
—Debo irme, pero gracias de todas maneras. —Retomé mi camino y me despedí con la mano, comencé a caminar durante unos 20 minutos y apresuré el paso. Después de unos metros comencé a trotar, sentí que unos ojos me seguían, sentía una mirada en mí.
Comencé a correr sin mirar atrás, cuando un auto aceleró y frenó en seco cerrando el paso. Me asusté y tomé el radio, levanté la antena y se bajaron unas personas, intentaba sintonizar el número pero era inútil, no había señal. Me asusté y comencé a correr. Sentí como me perseguían, entré por una calle, esquivando arbustos y árboles, trepé una reja, sentí que aún venían, entré en pánico.
—¡Déjenme en paz! —Grité y brinqué por la reja. Intenté correr del otro lado, pero me topé con una pared. Era un callejón sin salida. Mierda, ahora sí estoy jodido. Unas cuatro personas brincaron la reja también, yo me di la vuelta y los ví, tenían capuchas cubriendo sus rostros. Cerré el puño, tendría que hacerme el héroe esta vez.
—Tu tiempo se acabó, Munson. —Yo no comprendía nada, y ahí fué cuando ví sus manos. Tenían piedras, palos e incluso uno cargaba una navaja. Vi una chaqueta que traía uno de ellos, era del equipo de basketball. ¿Acaso era Jason?
—¿Eres el idiota de Jason? ¿Todo esto es para molestarme? Te advierto que me las pagarán por lo que le hicieron a mi tío, están muertos.
Me aproximé a ellos y sentí una inyección clavada en mi cuello, de pronto comencé a marearme. Me sentí débil y caí al suelo. Respiraba entrecortado.
—No, tú estás muerto.
Y todo se volvió negro.
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"Dos diferentes tipos de azul" Steddie
Historia CortaEddie es un "freak", rechazado social con pocos amigos que amargamente pasa sus tardes leyendo en un parque, siempre observando a los demás, atrapado en su propia mente y pensamientos que no se atrevería a decir en público, aquel lugar que daba paz...