Capitulo 24 Eres mi Héroe

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Narra TN

Los minutos se me hicieron eternos mientras regresaba a casa, Harris iba lo más rápido que podía y yo no paraba de ver mi reloj esperando que el tiempo pasara rápidamente. Cuándo por fin miré por la ventana habíamos llegado a casa, el estacionó el auto frente a la entrada principal, le agradecí rápidamente y salí de allí abriendo inmediatamente la puerta, aventé las llaves en el cajón y comencé a buscarlo, sin duda era una casa grande así que me llevaría un par de minutos hallarlo.

Después de buscar en la cocina, la sala de estar y la biblioteca ingresé de golpe a su oficina y fue allí dónde después de todo este tiempo lo encontré con una carpeta en las manos, estaba de pie a lado de su escritorio, no llevaba puesto el saco ni el chaleco, simplemente la camisa con las mangas altas.

Al verlo allí muchos sentimientos me invadieron a la vez, y mi cerebro trataba de darle alcance a mis pensamientos, sin embargo en aquella bruma de confusión me acerqué a él, y corrí para abrazarlo obligándolo a tirar los papeles que tenía en las manos pero no se molestó ya que segundos después correspondió aquel gesto pasando ambas manos alrededor de mi cadera pegándome aún más a él.

TN: Sé lo que hiciste, y no sé cómo agradecerte eres mi héroe, nunca nadie habría hecho lo que tú para protegerme (dije sin separarme ni un poco y con un par de lágrimas en mis ojos)

Mycroft: Te dije que te cuidaría, no podía soportar que pasaras por algo así de nuevo, siempre que esté presente haré lo que este en mis manos para que nunca vuelvas a sufrir, no bajo mi cuidado

Y allí estaba otra vez Mycroft diciéndome aquellas palabras tan hermosas que rara vez le escuchaba pronunciar pero que cuándo lo hacía conservaba en mi mente con sumo detalle, sin querer detenerme comencé a llorar pero no de tristeza, me sentía afortunada de haber encontrado a alguien tan perfecto y si bien tener una relación con el mayor de los Holmes podía ser un tanto peculiar estaba segura que no cambiaría nada.

Me alejé sólo un par de centímetros para mirarlo a los ojos, aquellos diamantes azules que adoraba ver cada que despertaba; en este instante su máscara de hielo cayó frente a mí y me hacía sentía bien saber que sólo era yo la que podía removerla. No lo pensé más y estampé mis labios en los suyos saboreando cada rincón de Mycroft, no era un beso tierno, más bien era uno muy salvaje nuestras lenguas se entrelazaban jugando juntas y divirtiéndose; mis manos viajaron a su cabello revolviéndolo y sintiendo lo suave que era, él por su parte metió sus manos por debajo de mi playera acariciando directamente mi piel. 

Nos separamos cuándo la falta de aire se hizo presente y volví a mirar sus ojos esta vez topándome con sus pupilas totalmente dilatadas, esperé un par de segundos hasta que me tomó de la cadera sentándome en su escritorio provocando que cayeran un par de documentos y algunas plumas haciendo un ruido sonoro cuando estas chocaron con el suelo, mis ojos buscaron los suyos esperando respuesta alguna y él solo me besó nuevamente dejándome aturdida, liderando el beso desde el comienzo y cuándo nos alejamos jaló mi labio inferior con sus dientes provocando que un escalofrió recorriera mi espalda.

Mycroft: En este momento...me encantaría desordenar mi oficina contigo (ronroneo con un tono de voz sumamente grave)

TN: ¡Mycroft! (dije sobresaltándome cuándo de un momento a otro sujeto mi trasero con ambas manos apretándolo)

Agaché la mirada y sin verme al espejo sabía que estaba sonrojada, ya que Mycroft nunca se había comportado así conmigo, siempre fue un caballero y en la cama también pero mentiría si dijera que este tipo de actitudes suyas no me encantaban. 

El resto del día se dedicó a decirme que me amaba de mil maneras desde pequeñas acciones hasta lindas palabras que salían de sus labios en forma de susurros, cada uno de ellos fué guardado en mi mente con especial cariño, no cabía duda de que Mycroft había sido hecho para mí y yo para él, nos mereciamos completamente y juntos nuestras almas se volvían una.

La Amiga de mi HermanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora