Capitulo 25 Debo Irme

212 20 1
                                    

Narra TN

El tiempo pasó y día tras día me sentía más tranquila, el simple hecho de saber que Thomás no sé acercaría a mí nunca más me llenaba de paz, en este periodo también pude volver a mí departamento ya que Lazarus estaba completamente fuera de línea y ya no representaba ninguna amenaza, aunque Mycroft no pareció del todo convencido pero lo venía a visitar de ves en cuando a veces por un par de días.

En cuánto a nuestra relación parecía fortalecerse con el paso del tiempo y es que era increíble que ya hubieran transcurrido 4 años desde que decidimos estar juntos y si bien es cierto que no todo en nuestra relación era miel sobre hojuelas éramos muy felices.

Está noche fui a visítalo, alrededor de las tres de la tarde había recibido un mensaje suyo diciéndome que debía decirme algo y por ello me invitó a cenar, en el transcurso del día pensé que podía ser, sin embargo a veces era sumamente difícil adivinar que pasaba por aquella mente tan compleja.

Cuándo salí de casa eran las siete y no tardé mucho en adentrarme en la casa de Mycroft abriendo la puerta principal y cerrando detrás mío la puerta, la casa estaba llena de un aroma muy agradable que me hizo aguar la boca, caminé con rumbo a la cocina y allí estaba él terminando de preparar la cena.

Tan pronto cómo se dio cuenta de mi presencia me dedico una sonrisa de esas que hacían derretir a mi corazón, me acerqué a él y dejé un corto beso en sus labios.

TN: Huele delicioso

Mycroft: Lo sé, soy excelente cocinero

TN: Amo cuándo te enorgulleces de ti mismo y por cierto ¿Qué tenías que decirme? (Pregunté sumamente curiosa)

Mycroft: En la cena lo discutiremos cariño, por favor lleva los platos o se enfriará la comida

No agregué nada más, tomé los dos platos que estaban posados en la encimera de la cocina y los llevé a la mesa donde ya esperaban dos copas de vino, ambos nos sentamos y al degustar el primer bocado mi paladar se sentía en completo éxtasis, sin duda alguna Mycroft sabía cocinar de manera magistral, y hoy no había sido la excepción, desearía cocinar así de bien o al menos parecido.

Mycroft: Necesitaba decirte que mañana tendré que irme a Europa de Este, Sherlock irá a desmantelar una red criminal y debo acompañarlo

TN: Entiendo, ¿Cuánto tiempo te irás?

Mycroft: Máximo cinco meses

TN: Es muchísimo tiempo, ¿estarás bien? (Dije en tono preocupado y a la vez triste)

Mycroft: Estaré bien, estás hablando con un Holmes ¿lo olvidas?

Solté una risita pero mi estado de ánimo cambio drásticamente, estaba tanto preocupada cómo triste de saber que estaría tanto tiempo lejos de mí, sabía que Mycroft era inteligente y que no le pasaría nada, pero en el fondo siempre tenía esa preocupación.

Mycroft: De verdad estaré bien, la probabilidad de que me descubran es muy baja (dijo tomando mi mentón obligándome a verlo)

TN: Te voy a extrañar mucho (comenté mientras un par de lágrimas escurrían de mis ojos)

Mycroft: Yo también pero no llores querida, todo estará bien, regresaré y cenaremos cómo hoy ¿de acuerdo?

Asentí y no volvimos a tocar el tema en el resto de la noche, después de cenar tomamos una ducha y nos acurrucamos juntos en la cama, me acerqué a él lo más que pude sintiendo su hermoso calor envolverme y sus brazos abrazar mi cuerpo pegándolo el suyo, quería grabar cada momento en mi mente, ya que estaríamos lejos por mucho tiempo.

Al día siguiente fui con él al aeropuerto dónde ya lo esperaba un avión privado, subieron sus maletas y se giró para despedirse de mí, creí que sólo me diría algunas palabras y finalmente subiría al avión pero en cambio tomó mi rostro con ambas manos y me besó y no fue sólo un beso superficial, más bien era uno apasionado hasta cierto punto, se alejó sólo lo suficiente cómo para juntar su frente   con la mía.

Mycroft: Regresaré a salvo, lo prometo, no olvides que te amo

TN: También te amo, cuídate mucho

Y sin agregar nada más se subió al avión dejándome un poco confundida ya que nunca me había siquiera tomado de la mano en presencia de alguien más, y mucho menos me había besado, pero que lo hiciera en esta ocasión me tomó desprevenida.

Habían pasado sólo un par de semanas desde que él se marchó y me siento aburrida y triste, de ves en cuando voy a su casa y me acuesto en nuestra cama abrazando su abrigo extrañando su aroma, aún voy con Sherlock cuándo necesita mi ayuda pero debo encontrar un pasatiempo para alejarme un momento de la tristeza y distraerme un poco.

Me encontraba en el sillón con mi laptop, estaba viendo una serie en dónde ella le prepara una deliciosa cena a su pareja y justo en ese momento una idea vino a mi mente, podría aprender a cocinar para sorprender a Mycroft cuándo estuviera de vuelta.

Abrí una pestaña de búsqueda y encontré un par de cursos de cocina, hasta que uno llamó mi atención y justamente mañana iniciarían las clases, parecía que todo estaba planeado, tomé los datos y completamente emocionada me fui a dormir, debía descansar debidamente después de todo el día siguiente sería el primero en la escuela.

La Amiga de mi HermanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora