Desperté en un lugar completamente oscuro, carente de luz en absoluto, no podía ver nada y ahora que lo notaba, tampoco podía sentir nada, ni mis brazos, ni mis piernas, nada, solo podía esperar a que pasara algo y así fue, de entre toda la oscurida...
HOLA A TODO EL MUNDO Y BIENVENIDOS DE VUELTA A ESTA HISTORIA, ESPERO QUE OS GUSTE, OS ENTRETENGA Y OS HAGA REIR, YA SIN MAS QUE DECIR, QUE COMIENCE EL CAPITULO.
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Azriel: (¡Maldición!)
Sólo hace unos minutos que desperté y ya estaba en líos. Enfrente de mi habitación y la de Talia habían dos paladines, supuestamente estaban allí para "asegurarse" que no nos pasara nada. Pero sabía que lo que en verdad quería decir, era 'os estoy vigilando para que no hagáis nada sospechoso'.
Pero por supuesto que haría eso, el tipo está como una regadera y piensa que yo maté a sus paladines, haber, no es que se equivoque mucho, pero se nota que me culpó sólo porque sentía energía oscura en mi.
En cualquier caso eso ya no importa, en un rato tendré que dirigirme con el capitán loco y su grupo de paladines hacía mi mazmorra, en un principio estaría preocupado a más no poder, aún lo estoy pero ya no tanto.
¿El por qué? Bueno, a media noche llegó la invocada que envíe a la mazmorra, me dijo que consiguió informar sobre el ataque inminente y ya se están preparando para la batalla.
Ahora estoy siendo llevado por los dos paladines junto con Talia hacía el punto de reunión con el capitán loco.
Luego de unos minutos llegamos al punto, allí se encontraba el capitán loco con un grupo 20 paladines. El capitán nos miró y se acercó a nosotros.
Capitán: Más te vale no hacer nada sospechoso.
Fueron sus únicas palabras antes de volver con sus paladines.
Paladín: Capitán, los preparativos están hechos, ya estamos listos para partir.
Capitán: Bien, ¡atención paladines, en breve saldremos en la incursión, preparen las defensas del pueblo!
Los minutos iban pasando y yo cada vez me ponía más y más nervioso, en un momento C tuvo que calmar mis emociones de lo nervioso que estaba, no estaba seguro pero tenía la impresión de que la espera la estaba haciendo sólo para poder verme nervioso. Esperamos hasta que el capitán por fin habló.
Capitán: ¡A llegado la hora, todos listos para-
Las palabras del capitán loco fueron interrumpidas por las palabras de un paladín que vino corriendo.
Paladín: ¡Capitán, demonios a las puertas!
Rápidamente todos fuimos a la entrada del pueblo y subimos a las murallas, desde allí pudimos ver a varios seres amorfos de color rosa disparando esferas rosas, a varios paladines que se encontraban peleando con lo que parecían ser grandes caballeros, pero estos tenían un aura azul rodeando su cuerpo, y atrás de ellos una figura con cabeza de pájaro y túnica mirando todo lo que pasaba.
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