(Ubicación: Reino humano)
En los campos de entrenamiento del reino Rox podía verse al hijo de los reyes y capitán de los paladines formando a un grupo de soldados personalmente.
Los últimos paladines que llevo consigo terminaron muriendo a causa de los demonios de una mazmorra.
Eso, a su vista, demostraba lo ineficaz que era el palacio santo entrenando a los paladines. Por eso decidió entrenarlos el mismo para asegurarse que estaban preparados para enfrentar demonios.
Eso le hizo recordar que el también perdió contra los demonios, se vio obligado a retroceder y volver al reino. Ese simple pensamiento le hacía hervir la sangre.
Mientras entrenaba al grupo de soldados novatos, que estos más bien veían como una tortura física, un sacerdote del palacio santo llamó su atención.
El sacerdote le dijo que había sido llamado por el alto mando del palacio. Le molestó tener que detener el entrenamiento a medias, pero hizo caso. Los novatos agradecieron silenciosamente al palacio santo por librarlos de su tortura.
Cuando llegó fue recibido por dos sacerdotes que lo guiaron a una sala de reuniones, allí se encontraba el sumo sacerdote Thordak.
"Hola Heylel, ven, siéntate."
El capitán hizo caso, sentándose enfrente del sumo sacerdote.
"He oído sobre el incidente que ocurrió en uno de los pueblos al borde del territorio. Es una lastima la perdida de nuestros paladines."
"Con el debido respeto sumo sacerdote, pero esos paladines no habrían muerto si hubieran sido entrenados como es debido."
Thordak asintió contemplativamente antes de volver a hablar.
"Si, tienes razón. En estos últimos años, viendo la falta de aparición de demonios, el palacio santo se ha ablandado en el entrenamiento de sus paladines. Es por eso que tengo una misión para tí."
"Haré lo que haga falta para asegurar la supervivencia del reino."
Thordak asintió complacido ante lo dicho.
"Bien, tú misión es traer al palacio a los antiguos guardianes de la luz."
Los ojos del capitán se abrieron de sorpresa.
"¿¡Los guardianes!? ¡Pero se suponía que eran leyendas del pasado! ¿Como pueden estar vivos?"
"Su existencia está ligada al palacio santo, mientras este siga en pie ellos vivirán. Los seis guardianes, no obstante, se encuentran ocultos en antiguos santuarios que se crearon en el continente humano hace cientos de años. Se les dio la orden de protegerlos junto a los conocimientos que hay adentro, pero viendo que los demonios han vuelto a aparecer en el continente es hora de que vuelvan al reino."
Heylel se arrodilló en el suelo e inclinó la cabeza.
"Juro que cumpliré mi misión y traeré a los guardianes de vuelta, sumo sacerdote."
Thordak sonrió, le gustaba la tenacidad del capitán.
"Muy bien, puedes irte, que la luz de la diosa te guíe en tu camino."
Con esas últimas palabras Heylel se levantó del suelo y se marchó de la habitación, dejándola en silencio.
FIN!!!
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El guardián de la mazmorra
FantasyDesperté en un lugar completamente oscuro, carente de luz en absoluto, no podía ver nada y ahora que lo notaba, tampoco podía sentir nada, ni mis brazos, ni mis piernas, nada, solo podía esperar a que pasara algo y así fue, de entre toda la oscurida...