ESPECIAL DIABLILLAS 2

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DE NUEVO OS PREGUNTO Y DE NUEVO DIJERON QUE SI, BUENO, AQUÍ LO TENÉIS, EL SEGUNDO ESPECIAL, ESPERO QUE SEA DE VUESTRO AGRADO

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POV: Voz neutral

Al abrir las puertas del templo un fuerte olor entró por las fosas nasales de Azriel, todo el lugar tenía una densa neblina cubriéndolo, la causante de toda esta neblina era la estatua de Slaanesh en el templo de la cual emanaba. El dulce olor del afrodisiaco adormiló levemente los sentidos de Azriel y calmó su mente. Decidió sentarse en uno de los sillones que había desperdigados por el lugar, sentado en su posición pudo ver que también estaban las diablillas aquí.

Para la nula sorpresa de nadie estaban haciendo el amor entre ellas, lo que sí sorprendió un poco fue ver que Ceriss estaba con ellas. Aunque viendo que también es una diablilla... en verdad no sorprende en lo absoluto.

Mientras Azriel veía lo que hacian una idea pasó por su cabeza y sonrió con picardía. Se levantó del sillón y se quitó la ropa que tenía, una vez completamente desnudo empezó a acercarse a las diablillas sin que le notaran.

Ceriss se encontraba tumbada en una cama, estaba con las piernas abiertas mientras una diablilla lamia con habilidad su zona íntima, de vez en cuando soltaba pequeños gemidos, pero su mente estaba concentrada en otra cosa, no paraba de pensar en su nuevo señor y el cómo le gustaría que estuviera ahí en ese momento.

Levantó su cabeza y miró a la diablilla que tenía entre sus piernas, pero rápidamente abrió los ojos cuando vio a su señor detrás de la diablilla sonriendo picaramente y con su miembro completamente erecto.

Azriel le hizo un gesto de silencio a Ceriss para que no dijera nada y, en una embestida, empaló el trasero levantado de la diablilla. Esta gimió de placer y sorpresa al no esperar que la empalaran de repente y gimió aún más al sentir como su cuerpo se volvía más sensible. Sus gemidos fueron ahogados cuando enterraron su rostro en la entrepierna de Ceriss, enseguida la diablilla comenzó a lamerlo dejándose llevar por el placer.

El ruido que hacían fue notado enseguida por el resto de diablillas, quienes se acercaron para unirse a la diversión. Dos de las diablillas empezaron a jugar con los senos de Ceriss y entre ellas mientras la tercera se colocó detrás de Azriel, acariciando su cuerpo y mordiendo levemente sus brazos y hombros.

Azriel sacó su miembro del trasero de la diablilla. Haciendo una muestra de fuerza, la levantó en el aire y la colocó encima de Ceriss.

De repente todas las diablillas empezaron a sentirse más calientes y sus cuerpos se sentían más sensibles. El roce de sus dedos con sus pieles las hacía estremecer, por lo que cuando todas sintieron como sus cuerpos eran manoseados por docenas de manos invisibles su libido estalló en aquel momento. Los gemidos sonaban constantemente y cada vez más fuertes.

Azriel puso su mano sobre su miembro, un brillo violáceo emanó de su mano y a los pocos segundos todas las diablillas vieron como encima de su miembro crecía otro miembro más.

Con los dos miembros totalmente erectos, Azriel empaló las vaginas de Ceriss y la diablilla al mismo tiempo y continuó a un ritmo acelerado.

Las diablillas no paraban de mirar con deseo las dos varas de carne que entraban y salían de sus hermanas diablillas. Debido al deseo y al constante manoseo de manos invisibles las diablillas empezaron a manosearse entre ellas tratando de llegar a un clímax.

Una de las diablillas sintió un calor intenso en su entrepierna, al mirar vio que le había crecido un miembro y estaba extremadamente sensible, no aguantó la excitación y empezó a masturbarse. Vió con ansia a las dos diablillas siendo empaladas, sin poder aguantar por más tiempo se lanzó a la cama y clavó su nueva vara de carne profundo en la boca de la diablilla encima de Ceriss.

La diablilla futa cambiaba entre las bocas de las diablillas para recibir mamadas de cada una.

Un sentimiento de relajación recorrió la espalda de la diablilla cuando terminó en la boca de Ceriss. Pero su relajación no duró mucho cuando sintió que todo su cuerpo se volvía incluso más sensible que antes.

Soltó un gemido instintivamente cuando sintió la boca de la diablilla lamiendo y chupando su miembro.

Azriel aumento el ritmo de las embestidas, estaba a punto de terminar. Con un gruñido y una última embestida llenó con su semilla a ambas diablillas.

Se separó de las dos diablillas acostadas, su segundo miembro empezó a menguar hasta que desapareció. Ya se encontraba exhausto, pero las diablillas parecían tener ganas de más. Así que antes de irse les daría un último momento de placer.

Puso sus cuerpos lo más sensibles y excitados que pudo y las volvió a todas futas. La diversión y placer que las diablillas sintieron durante las siguientes horas fueron inolvidables para ellas.

FIN DEL ESPECIAL!!!

El guardián de la mazmorraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora