P.12 LOS ENANOS

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HOLA A TODO EL MUNDO Y BIENVENIDOS DE VUELTA A ESTA HISTORIA, ESPERO QUE OS GUSTE, OS ENTRETENGA Y OS HAGA REIR, YA SIN MAS QUE DECIR, QUE COMIENCE EL CAPITULO.

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EN EL CAPITULO ANTERIOR

Melani apareció un libro en su mano y se fue caminando mientras leía su libro. A los pocos minutos volvieron Talia y Ambrose.

Azriel: ¿Preparados para otra aventura?

Ambos asintieron y nos pusimos rumbo en busca de los enanos.

Y SEGUIMOH PA'LANTE

Viajamos por la tierra rocosa, durante horas fuimos observando el alrededor. La poca fauna que había corría al vernos, algunos trataban de esconderse en la poca vegetación que se encontraba en los alrededores.

Tenía una idea clara, si quería encontrar a los enanos tendría que buscar por las montañas o por zonas con grandes vetas de minerales, y que lugar mejor para buscar que el gran volcán que se encontraba a varios kilómetros de distancia.

El calor del ambiente fue aumentando a medida que nos acercábamos más y más al gigantesco volcán. A su vez, la cantidad de fauna y vegetación que nos encontrábamos iba disminuyendo a pesar de ya ser escasa.

Mientras caminábamos por un cañón, Ambrose piso lo que parecía una placa de presión.

De repente una avalancha de rocas cayó encima nuestra. En un instante me transformé en mi forma demoníaca y nos protegí a Talia y a mí con mi tenaza de la avalancha. Ambrose, por su parte, se protegió con su escudo para evitar recibir daños.

De la cima del cañón varias figuras bajaron, colocándose alrededor nuestra y apuntándonos con armas que no podía distinguir que eran debido al polvo levantado por la avalancha.

"No deis ni un paso más, intrusos"

Una voz grave y ronca sonó de entre el polvo.

"¿Que debemos hacer con estos intrusos capitán?"

Otra voz, notan grave como la primera pero igualmente ronca, sonó de entre el polvo.

El sonido del volcán entrando en erupción sonó a lo lejos, una potente corriente de viento nos azotó y arrastró consigo todo el polvo que disminuía nuestra vista.

Entonces pude verlos, alrededor nuestras teníamos a un grupo de pequeños, fornidos y barbudos enanos, nos estaban apuntando con... ¡con malditos trabucos!

Volví a mi forma humana rápidamente. Algo que me dí cuenta hace un tiempo es que la ropa que le compré a Melani cambia junto con mi cambio de forma, por lo que no se rompe al transformarme en demonio.

Levanté las manos al aire y le indiqué a Talia y Ambrose que hicieran lo mismo. Ambos hicieron lo que dije casi al instante.

Los enanos, al despejarse el polvo, alzaron sus armas y las apuntaron en nuestra contra.

"¡Alto ahí! Explicad las razones por las que estáis aquí y dadme una arzón para no mandar a mis chicos a disparar."

Uno de los enanos, posiblemente el capitán, dio un paso adelante y apuntó a Talia con su trabuco.

"Vera, estamos aquí por-"

"No te preguntaba a ti, preguntaba a tu jefe"

El enano me cortó mientras hablaba y apuntó con su arma a Ambrose. ¿Tenía él pinta de ser el líder? Por alguna razón me siento insultado.

El guardián de la mazmorraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora