P.4 LLEGADA A UN GREMIO

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HOLA A TODO EL MUNDO Y BIENVENIDOS DE VUELTA A ESTA HISTORIA, ESPERO QUE OS GUSTE, OS ENTRETENGA Y OS HAGA REIR, YA SIN MAS QUE DECIR, QUE COMIENZE EL CAPITULO.

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Cuando salimos de la mazmorra lo primero que vimos fue un espeso bosque que rodeaba la entrada de la mazmorra.

Comenzamos a caminar a una dirección aleatoria del bosque, estuvimos caminando hasta que encontramos un pequeño campamento con una fogata y dos tiendas de campaña, el campamento estaba vacío pero la fogata estaba encendida.

Los que levantaron el campamento se fueron no hace mucho, seguramente volverían.

Azriel: Talia, busca a ver si hay ropa por la tiendas.

Talia: ¿Para que mi señor?

Azriel: Si nos ven con las ropas que llevamos sospechara de nosotros, por un lado mi ropa está rota y con manchas de sangre y tu... Lo único que te tapan son esas plumas de cuervo que llevas por ropa.

Talia: Comprendo, buscaré a ver si hay ropa para mí y para usted señor.

Nos pusimos a buscar ropa en las tiendas, no tardamos mucho en encontrar lo que queríamos.

Ahora yo llevaba una camisa morada oscura, unos pantalones grises y unos zapatos también grises.

Talia tenía una camisa negra, unos pantalones cortos azul oscuro y unas botas negras, como ya no tenía su capucha que le tapaba la mayor parte de la cara, mostraba su cara con facciones delicadas, sus ojos morados que miraban tu alma y un pelo negro brillante que le llegaba por el cuello.

Al ver su cara no pude evitar sonrojarme y moví mi cabeza para que no viera el sonrojo.

Azriel: Bi-bien, creo que es momento de que nos vayamos, no vaya a ser que venga alguien y vea que le hemos robado la ropa.

Talia y yo nos fuimos del lugar sin dejar huella de que estuvimos allí. Caminamos por unas horas hasta que salimos del bosque y nos encontramos con una carretera echa de tierra, la seguimos hasta llegar a la entrada de un pueblo.

El pueblo estaba rodeado por una muralla gruesa de madera de unos 5 metros de altura, la base de la muralla tenia pinchos en ella para evitar que se acerquen las personas. La entrada del pueblo estaba protegida por puertas del mismo tamaño que la muralla que solo era capaz de abrirse desde adentro. Justo enfrente de la puerta había dos personas con armaduras, posiblemente soldados, que evitaban la entrada y la salida de las personas.

Talia y yo nos acercamos a la entrada del pueblo, los guardias de la entrada se acercaron a nosotros y nos detuvieron.

Guardia 1: Alto ahí, Identifíquense para que les dejemos pasar.

Azriel: Yo soy Azriel Edevane y mi compañera es Talia...

Talia: Bell, Talia Bell

El guardia escribió algo en una libreta y nos hablo de nuevo

Guardia 1: Esta bien, ¿tenéis tarjeta de aventurero?

Azriel: (¿Tarjeta de aventurero?, ¿cómo las hojas de personaje de mazmorras y dragones? esto puede ser interesante) No, veníamos a inscribirnos al gremio de aventureros, nos dijeron que aquí había uno.

Talia iba a preguntarme porque dije eso pero enseguida se dio cuenta del porque dije eso y se callo.

Guardia 1: Por la espada que llevas en la espalda y el báculo que lleva tu compañera hubiera jurado que sois aventureros y respondiendo a tu pregunta, si, en este pueblo hay un gremio de aventureros. Esperad mientras abren las puertas.

El guardián de la mazmorraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora